Capítulo 13

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— ¿Estás bien? —Asiento al escuchar su voz cuando salimos de la sala—Estuviste callada el resto de la película —me detiene por los hombros y me mira a los ojos — ¿Estás segura de que estás bien?

—¡Que sí! —me suelto algo alarmada y camino lejos de él.

Toda la película ha pasado dándome masajes en el hombro o tocando mi cabello. Me la he pasado mal pensando que en una de esas podría llevarse el collar.

—Está bien, pero no te enojes —me pide cuando me ha alcanzado de nuevo. Muerdo mi labio con algo de nerviosismo. Aún no puedo creer que sigo aquí. Tal vez él realmente no sepa nada.

Suspira pesadamente a mi lado y con temor pasa uno de sus brazos sobre mis hombros. Otra vez.

—Perdón —apenas es audible, pero de todas formas trata de calmar las cosas y me obligo a mirarlo. Una parte de mí aún se pregunta si su perdón es real. 

—Wow el gran Elliot dando disculpas.

Él me mira mal por burlarme.

—Perdóname, yo, eh, no debí reaccionar así —pido en respuesta.

Él me da un beso rápido en la mejilla.

Mis pasos se aceleran al igual que mi corazón y me dirijo a la salida lo más pronto posible sin él. Pronto mis pasos son lo único que se escucha en el estacionamiento y aquella extraña sensación de soledad me aturde de nuevo.

—Estas más amargada de lo normal ¿Qué tienes? —Corre hacia mí con aquella pregunta rebosando de sus labios y me agarra de la mano—Mírame—pide con esa voz tan complicada y dejo de avanzar — ¿Hice algo malo? — trago en seco. Voy a empezar a creer que es verdad que los hombres son ciegos.

Me giro esperando encontrar algo en su cara que lo delate, pero lo único con lo que me topo es una cara confundida y las ganas de ocultar aquel sentimiento. Vacilo un momento en pensar en lo que es correcto para esta situación y doy un paso hacia atrás, aunque duela, sé que si recuerda querrá matarme. Elliot me mira confuso y algo desesperado por mis acciones.

El aire corre entre nosotros y lo siento tan húmedo que sé que lloverá, así como lo haré yo cuando esta faceta tan distinta de él desaparezca, cuando me recuerde y me quiera matar.

—Elliot —lo llamo y él parece salir de su burbuja de pensamiento— Yo necesito que sepas algo —Él arruga su frente y da un paso hacia mí. Mi respiración se pone nerviosa, pero logro seguir manteniéndome firme. Doy un paso hacia atrás.

Abro mi boca intentado encontrar las palabras, pero me es complicado. Soy demasiado egoísta para dejarlo ir ahora que mis dudas de la noche se han disipado, simplemente cuando se trata de él todo es complicado.

—Elizabeth —Avanza hacia mí y toma mi rostro entre sus manos.

La corriente que me recorre me saca un suspiro de fascinación y un estremecimiento que me es difícil entender. Niego, él baja sus manos, y me fijo en él. Después que él sepa todo, no querrá ni siquiera volver a tocarme de esa manera tan particular.

—Yo te hice algo incorrecto —Capto su atención y me mira directo a los ojos.

—Lo sé —abro mis ojos sorprendida —Lograste que me enamorara de ti, pero tú no me quieres ¿cierto? Me lo hiciste saber en el colegio. Es por eso que has estado muy arisca. Nunca creí que estaría en la friendzone —una vaga sonrisa se forma en sus labios. Abro mis ojos fascinada y a la vez decepcionada. Así es que...Él no lo sabe. Pero pronto me odiara, me recuerdo.

Suspiro algo bajoneada al darme cuenta que todas las acciones de hoy han sido puras. Hubiera dado cualquier órgano vital para escucharlo decir eso tiempo atrás, pero hoy sólo parece algo imposible. Su verdadera naturaleza saldrá cuando lo sepa.

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