Capítulo 11

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—¡¡IVANNA!! —Grito de terror esperando lo peor —Elliot ¿Dónde está Ivanna? —pregunto asustada y al borde de las lágrimas. El conductor aparece alarmado por nuestros gritos, pero es ajeno a nuestro miedo. No creo que sepa lo que pasa.

Un segundo fuego pirotécnico es lanzado y sé que faltan treinta segundos para el final de este año. Su risa resuena desde el agua.

—¡Aquí! — grita y nosotros nos volteamos. Tiene una gran sonrisa en su rostro. — ¿Se asustaron? —Pregunta divertida y me entran ganas de golpearla. ¡Pero cómo se la ocurre!

—¡Estúpida, me asustaste! —le reclamo con los ojos llorosos, pero ella rueda los suyos. El conductor nos mira confundido y vuelve a irse, debe de pensar que estamos locos.

—Vengan, el agua está fresca —nos anima con un movimiento de su cabeza y yo hago una mueca. Esta chica está loca, primero me da un susto de muerte y luego pretende iniciar una guerra de agua.

Elliot y yo cruzamos miradas interrogativas y confusas. Sé que él piensa que mi amiga está loca, pero dado este punto puedo decir que él quiere lo mismo que yo. Me da una mirada curiosa y yo parpadeo en un perfecto sí.

Enlazo nuestras manos y juntos damos dos pasos hacia atrás con cuidado de no caernos del bote. Me sonríe preguntándome si estoy lista y asiento. ¡Es hora de despegar!

Un fuego pirotécnico cruza el cielo mientras caemos en el aire y explota cuando nuestros cuerpos se funden con el agua.

Está oscuro cuando nos sumergimos en el agua, pero a pesar de eso las manos de Elliot encuentran mi cintura y me apegan a él. Nuestros cuerpos se hunden lentamente, se siente como si fuéramos uno sólo y nuestras frentes se encuentran. Las burbujas escapan de mi boca cuando sonrío, observo hacia arriba y veo lo mismo que él. Miles de luces brillantes allá arriba se observan desde aquí, y aunque todo aquí abajo parezca sombrío el calor de Elliot me mantiene segura.

Abrazo a Elliot a sabiendas de que el año nuevo ya está llegando. Él inclina su cabeza hacia la mía y profundiza el abrazo. Antes de que pueda despegarme noto que Elliot está moviendo sus pies para sacarnos a flote y decido que es hora de alejarme si quiero ayudarlo. Me separo de él, pero él agarra mi mano y empezamos a subir. No estoy segura de saber si ya es año nuevo, pero estoy segura de que lo primero que veo al salir del agua son sus ojos.

—Chicos —Ivanna utiliza un tono extraño para llamarnos.

—Feliz año nuevo —Me felicita con un beso en la nariz cuando miles de fuegos pirotécnicos son lanzados al mismo tiempo y me apega a él. Sonrío como tonta al tenerlo tan cerca. Amo que me vea de esa manera. Realmente no sé qué me ha hecho ¿Será un hechicero?

—¡CHICOS! —grita Ivanna, pero esta vez su voz se escucha lejana.

—¿Aja? —decimos sin separar nuestras miradas.

No hay respuesta, así que volteo para verla, pero no la veo en el agua. El bote arranca unos segundos después ¿Ya se acabo el tiempo?. Miro a Elliot confundida y él hace lo mismo. 

Diviso a Ivanna en el bote haciéndonos señas para que nademos hasta ella y arrugo mi frente. ¿Qué le pasa? ¿Por qué se ve angustiada?

Su expresión pasa a espantada en un segundo y entonces la comprendo. Debe de haber un tiburón en el agua. Miro a Elliot para decirle que tenemos que nadar, pero al hacerlo una torre de agua con forma de anguila se alza frente a nosotros y nos golpea con fuerza hacia abajo.

El impacto nos separa bajo el agua y por un segundo me quedo desorientada, mi cabeza se siente adolorida por el peso de hace unos segundos. Involuntariamente me llevo las manos a la cabeza y libero un sonido ahogado cuando siento algo caliente saliendo de mi cuero cabelludo, trago agua justo en ese momento porque me asusto ante lo desconocido. Entonces recuerdo que no estoy sola, Elliot e Ivanna están allá afuera, solo debo llegar hasta ellos nuevamente.

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