capitulo 1

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"Una segunda oportunidad igual de dolorosa que la primera.

Una cruz de espinas sobre el destino de una pecadora.

Hasta el mas noble sentimiento se convertirá en traición.

Un espejismo al corazón, roto por una estaca tallada miles de siglos atrás.

Dos corazones sangrantes, uno de ellos hecho cenizas sin latido alguno."

Lo prohibido, tiende a ser atrayente por el simple hecho de poseer ese estado de "prohibición". Pero para dos corazones que laten a un mismo unísono, en donde su palpitar arraiga en su corazón, y no en la atracción, para esos corazones, esa simple pero potente palabra deja de existir, para darle cabida a un sentimiento mucho más desgarrante, "el amor".

Jamás creyó que el amor doliera tanto. Nunca pensó que doliera....
Era comparable con una pincelada fina y con la más audaz y feroz.
Con el dulce rocío de la mañana y el sol candente de mediodía.
Con el frío del invierno y el calor de verano.
El amor era todo y nada al mismo tiempo.
Sin embargo nunca creyó que amar podía causar derramamiento de sangre en tierra santa.
Nunca creyó que amarlo podía causar una guerra...
Nunca pensó que entregar el alma podía ser motivo de una cruel penitencia.
Sin embargo, ella los condene a ellos.

Su mirada en cierta forma me intimida, no ha dejado de observarme mientras conversa con mi superior. Hoy comienzo mi entrenamiento, algo obligatorio para cualquier ángel de mi categoría. Un ser angelical puede presentarse de dos maneras, espiritualmente y físicamente , siempre hay una etapa en la que entrenamos nuestra forma física pero recalcando que está prohibido el uso de cualquier poder para facilitar el acto. Estuve anhelando con ansias que este día llegara, pero mis ganas fueron decayendo cuando me informaron que mi entrenador seria un demonio. La rivalidad entre nuestras especies aún existe, ha disminuido al pasar los años, aunque viendole el aspecto positivo a la situación entrenar con un demonio traeria muchas ventajas ya que la mayoría de luchas han sido contra ellos y al ser entrenada por uno podría conocerlos más a fondo. El posee cabello azabache el cual llega hasta sus hombros, un poco ondulado, con ojos grises  de un color cautivante aunque gélido, semejante al mismísimo frio de invierno junto con una intensidad abrumadora. Lo único que tiene puesto es un pantalón de cuero y un chaleco del mismo material algo degastado por lo que me es fácil admirar su tonificado cuerpo y tampoco es difícil notar las largas horas de entrenamiento dedicadas. Su torso es algo ancho y marcado pero lo que llama la atención a simple vista de su fuerte lienzo, son unas cicatrices con desconocido significado, que adornan su piel uniendo entre ellas algunas formas mayormente circulares, con inscripciones en latín alrededor y puedo casi asegurar que son escritos demoniacos. Mi superior se ve pequeño a su lado ya que todo de él es intimidante hasta su forma de ponerse de pie sin miedo, sin apoyarse en alguno de los dos pies y destellando superioridad por cada poro de su piel.

Mi superior me hace señas para que me acerque a ellos, lo que implanta un sentimiento de inseguridad en mí. Respiro profundo apagando la pequeña llama blanca con la que había estado jugando en mi espalda todo este tiempo para encaminarme hacia ellos sintiendo las hiervas secas quebrarse bajo mis sandalias, pero lo que hace que mis manos suden un poco es por sentir como el demonio analiza cada paso que doy, provocando un escalofrió en toda mi columna vertebral que eriza los bellos de mi nuca. Después de dar pequeños pasos inestables llego hasta donde se encuentran ellos sintiéndome pequeña ante estos dos seres.

- Kalaia ya he hablado con tu entrenador, hoy empezarás con lo básico, él decidirá en qué momento puedes regresar a la estación central ¿de acuerdo?

Crónica de un pecado (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora