"¿Es mejor morir amando o huyendo?"
Una negrura lo cubría totalmente junto con un fuerte dolor en la cabeza, causando que un gruñido saliera de sus labios por el malestar que cada vez se hacía más punzante ¿Qué había pasado? Lo único que el conseguía recordar era una lagrima de color rojo bajando por una mejilla, instalando una opresión en su pecho. Esa remembranza golpea con fuerza en él haciendo que sus ojos se abrieran de golpe. ¿Dónde estaba ella y como había llegado allí? Su respiración se empieza acelerar al imaginarse mires de posibilidades, pero la que paraliza su corazón despedaza aun mas su alma. No podía siquiera en pensar en que esa lagrima proveniente de ella fuera la última que vería, como Tom. Es cierto que una parte de su ser la odiaba por su engaño, pero en otra se encontraban todas las sonrisas que le entrego, los besos que arrancaron su aliento llevándolo a un lugar donde él podía estar en paz.
- Kalaia. - Susurra sentándose en la cama rápidamente, mirando a su alrededor con un semblante de confusión hasta que sus ojos se topan con una figura en la esquina oscura de esa habitación.
- Eso me afirma que el informe de Issey era cierto, tú conoces a ese demonio. - Una voz áspera rompe en la oscuridad de la habitación poniéndose de pie con elegancia para dirigirse hacia Aaron.
- ¿Qué? - Cuestiona aun sin saber muy bien que ocurría. Se sentía desubicado con un leve mareo que nublaba su vista por pequeños segundos.
- El ente identificado con el nombre de Kalaia es cercana a ti ¿cierto? Hace unas pocas horas fue capturada y hasta este momento se lleva a cabo una pequeña sesión para sacar la mayor información posible de ella. Por siglos estuvo escondida, se llego a creer que había muerto, pero esa teoría era muy inestable de sostener ya que un demonio con tal magnitud de poder es difícil de destruir, pero en este instante la hemos debilitado lo suficiente como para que no pueda defenderse.
- ¡¿Qué?! - Se pone rápidamente de pie sin prestar atención al malestar de su cuerpo, sintiendo como se salía de orbita por la furia que hervía en su interior luego de escuchar esas palabras. Toma de la camisa a Max estampándolo contra la pared pero con un veloz movimiento casi inhumano él toma sus manos colocándolas tras su espalda y tirándolo al suelo boca abajo por lo que impacta contra la cerámica emitiendo un gruñido por el dolor del golpe. Max coloca uno de sus pies en la espalda de Aaron para mantenerlo quieto sin perturbar su semblante sereno y calculador.
- Creo que eso me responde la pregunta, y debo confesar que ahora tengo más curiosidad por entrar en la mente de ella ¿Por qué estaba detrás de un simple humano? - Dice con una sonrisa algo maliciosa empezando a tirar de sus labios en el momento que siente como Aaron empieza a removerse para zafarse de su agarre, sin éxito alguno - ¿Sabes que es lo más divertido? Que realmente yo sé la respuesta y tu también. Es porque tienes el rostro de ese demonio ¿Cómo se llamaba? Ah sí, Asael.
- Cállate. - Murmura Aaron con la voz ronca dejando de luchar al sentir nuevamente esa presión creada en su interior cortando su respiración.
- ¿Por qué debería? Solo digo la verdad, defiendes a un ente desalmado que se viste con el arma de la belleza y la seducción. Una mujer que veía en ti ¡un jodido reemplazo!
- ¡Cállate! -Con un movimiento se vuelve tomando el pie de Max con fuerza hasta tirar de él logrando que cayera sobre el suelo. - Cállate. - Musita sentándose lentamente con los cabellos de su cabello negro cubriendo su rostro, su cabeza zumbaba desorientándolo aun mas mientras tenía que tomar grandes y silenciosas bocanadas de aire.
- ¿Por qué? ¿por qué sigues aferrándote a una farsa? Siento el odio dentro de ti, sin embargo hay algo que no deja que el rencor se expanda. Proteges a la mujer que te uso ciegamente. Es algo patético. - Ríe secamente sin ponerse de pie, solamente coloca sus manos sobre su abdomen, una sobre otra.
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Crónica de un pecado (Edición)
FantasíaEn una era donde el infierno se encuentra en la tierra, en la que se ubica una guerra milenaria. Todo ha sido destruido, consumido por las llamas. Los demonios caminan en tierra santa. Los santos se visten de pecadores para sobrevivir. Un tiempo don...