"un cambio te puede salvar o destruir"
Da un paso hacia atrás a medida que ellos se acercaban hacia él. Sus ojos no perdían ningún movimiento que él daba preparados para atacar en cualquier momento. Aaron se tropieza con una piedra que estaba detrás provocando que callera sobre su espada soltando un leve gruñido entre dientes por el golpe. El que sostenía la espada aprovecha ese instante para lanzarse sobre el dirigiendo la espada a su cabeza pero Aaron anticipa el ataque moviéndose a un lado para ponerse de pie rápidamente. La punta de la espada del Serpente queda hundida en el suelo a causa de la fuerza que había ejercido así que toma eso como ventaja.
— Veamos que tan bien sirve —dice viendo el guante de oro que ahora cubría su mano derecha.
Dirige un puñetazo con fuerza al costado derecho de la cara de la serpiente provocando que soltara la espada, volando hasta el otro lado de la habitación y golpeando uno de los estantes en el cual los libros empezaban a caer sobre él mientras trataba de incorporarse. Nunca había visto demonios de este tipo, pero bueno tomando en cuenta las sombras que hasta hace poco se había dado cuenta que existían no debería sorprenderse encontrar varios tipos de demonios. Los otros dos se acercan rápidamente tomándolo de los brazos cada uno hasta pegarlo contra una pared de piedra.
— Eso no es nada amable de su parte —comenta Aaron jadeando por el impacto.
Aprieta su puño dorado ejerciendo fuerza, logra mover al que se encontraba en ese brazo hasta pegarlo con fuerza al otro serperte haciendo que soltara su agarre al mismo tiempo que agacha su cabeza haciendo que el golpe del tercero diera contra la superficie de piedra. Tenía buenos reflejos, había anticipado de nuevo su ataque, ahora agradecía sus años de entrenamiento de boxeo. También poseía fuerza pero no podría con tres al mismo tiempo y con solo un arma que estaba aprendiendo a usar. Por el rabillo del ojo logra ver el reflejo de la espada que tenia uno de ellos, observa cómo sus ojos amarillos captan lo que quiere hacer así que corre hasta ella sintiendo su cabello golpear contra su rostro. Cuando esta por tomar el mango uno de ellos también lo estaba mientras los otros dos iban directo a arremeter contra él para detenerlo. Lo próximo que escucha es un grito desgarrador que provoca que cierre sus ojos con fuerza por el zumbido que había llegado a sus tímpanos haciendo doler sus oídos. Cuando los abre mira al que estaba por tomar la espada sin mano mientras sangre negra salía de su herida empapando el suelo.
Mira de reojo una silueta negra cubierta con una capucha, era ella. Baja su espada quitando su capucha con una sonrisa entre dientes de suficiencia y un destello de satisfacción en sus ojos. Era la primera vez que no observaba una expresión gélida en ellos. Reacciona rápidamente tomando el mango de la espada clavada en el suelo, con un poco de fuerza logra tomarla haciendo un movimiento de muñeca con ella. Sin tiempo que perder corta la cabeza del serpente que había quedado sin una extremidad sintiendo la adrenalina correr por sus venas como lava ardiendo. Un poco de la sangre pringa su rostro pero no le toma importancia. Kalaia arremete contra otro de ellos clavando la espada en su abdomen para después ascender con ella hacia arriba aun dentro del demonio partiéndolo en dos. Un poco del liquido espeso negro había golpeado su rostro cuando partió su cabeza pero solo la limpia con el dorso de su mano volviéndose hacia Aaron que en ese momento atravesaba el pecho del último. Coloca su pie en su abdomen empujándolo fuera del filo de la espada, el cuerpo del demonio cae a sus pies, inerte.
— ¿siempre que estoy en peligro aparecerás? Vaya, no creía que debía estar mi vida en riesgo para que dejaras de huir— comenta limpiando la sangre de su rostro con un tono de amargura. Deja caer la espada acercándose a ella a paso seguro sin dejar de verla con sus ojos grisáceos.
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Crónica de un pecado (Edición)
FantasyEn una era donde el infierno se encuentra en la tierra, en la que se ubica una guerra milenaria. Todo ha sido destruido, consumido por las llamas. Los demonios caminan en tierra santa. Los santos se visten de pecadores para sobrevivir. Un tiempo don...