Capitulo 29

211 21 5
                                    

"El palpitar de un corazón no es sinónimo de vida"

Casi podía sentir como en ese momento el aire había dejado su cuerpo llenando su paladar de un sabor amargo al escuchar esas palabras ¿engañado? Respira profundo sintiendo como su corazón empezaba a palpitar con fuerza, martillando violentamente su pecho.

— ¿a qué te refieres? ¡maldita sea habla! No te quedes callada.

Issey inhala profundamente tomando con sus manos el rostro de Aaron para que la viera fijamente. Mientras que en sus ojos cafés bailaba un sentimiento de lastima.

— Kalaia solo está contigo porque te pareces a Asael. Sé que al decirlo yo suena absurdo, pero es cierto. Asael era su amado, pero al parecer por alguna razón él falleció. No sé cuál será el patrón pero todo está relacionado con el cuarto ángel y esa espada que porta ella. Lo encontré en uno de los libros de mi padre. Asael era un demonio importante realmente, hallé un retrato de él hecho a mano, el libro está casi desecho pero se nota claramente. Lo siento pero no podía callarlo.

Sentía sus palabras como un susurro alrededor ya que su corazón había dejado de latir un momento o por lo menos el lo sentía así. Traga duro al sentir una opresión en su pecho que no lo dejaba respirar. Quería creer que lo que decía no era cierto pero todo se empezaba a trazar en su cabeza. Lo que había dicho el viejo, la visión que había tenido hace tan solo unos minutos. Y ahora que recordaba, la vez que ella había llegado malherida susurro entre sueños Asael.

Pasa sus manos por su rostro dejando salir un suspiro de frustración que disfrazaba el dolor que estaba sufriendo en ese momento, una agonía que no se comparaba con algo físico ya que podía sentir como su alma se empezaba a desquebrajar lentamente, pero aun había una llama de esperanza en el. El maldito amor que sentía por esa mujer se aferraba a la idea de creer que todo era una confusión.

— Pero...

— ¡Pero nada Aaron! Maldición piensa, recuerda como la conociste ¿Por qué llego a tu vida de la nada? ¿Por qué razón está contigo en este momento? ¿alguna vez te dijo por que había llegado hasta ti? ¿Por qué aun no ha hablado de Asael dado el caso de que son totalmente iguales? ¡por que está jugando contigo! Abre los ojos por favor.

— ¡Ya! — agarra su cabeza con sus manos sintiendo un fuerte mareo a causa de la falta de aire. Podía sentir las voces de todas esas personas danzando de manera macabra alrededor. La opresión en su pecho era tan grande que un jadeo de dolor salió de sus labios.

Deja a Issey con la palabra en la boca caminando hasta la biblioteca donde había dejado a Kalaia, todo le daba vueltas mientras un zumbido martillaba su cabeza con la rabia carcomiendo su interior. Cólera la cual era controlada con el simple recuerdo de su sonrisa, que lograba calmar un poco la miseria de su alma. Entra a la habitación buscándola con su mirada grisácea ahora opacada por la agonía que lo estaba matando por dentro. La encuentra aun junto a la chimenea riendo con Tom de algo que desde ahí no podía escuchar. Cuando Kalaia vuelve la mirada hacia él se da cuenta por la expresión de su rostro que algo había ocurrido.

— Tom ¿puedes dejarnos a solas un momento? — dice ella acariciando gentilmente el cabello dorado del niño.

Él asiente con una sonrisa que desprendía inocencia, se acerca a Kalaia plantando un pequeño beso en su mejilla antes de salir corriendo de la biblioteca riendo. Era increíble como después de haber visto tanto dolor a tan temprana edad la sonrisa no desparecía de su rostro.

Ella se pone de pie caminando hasta donde se encontraba Aaron con una mirada que solo demostraba preocupación pura.

— ¿Qué sucede Aaron? ¿Ocurrió algo? – pregunta rápidamente estirando una mano para tocar su rostro pero el rápidamente la detiene sujetando su muñeca con fuerza.

Crónica de un pecado (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora