"disfruta los buenos momentos, esos son los que te ayudan a soportar el dolor del alma"
Se acerca sigilosamente a ella tratando de de que sus pisadas no se escucharan demasiado. Ella llevaba una camisa femenina blanca abotonada de mal forma pero que para ella era cómoda. Se apegaba a su curvilíneo cuerpo de una manera casi celestial ante sus curiosos ojos grises. Además tenía puesta una licra negra de algodón que pareciera que fue hecha para su cuerpo. Algunos mechones de su cabello salían de su coleta hecha en tan solo segundos sin preocupación alguna. Estaba concentrada en un libro que había encontrado en la biblioteca ubicada junto al salón principal. Cuando esta a tan solo centímetros de ella preparándose para asustarla Kalaia se voltea con una ceja enarcada.
— ¿sabes que te pude sentir desde que entrantes cierto? —dice con un eje de burla cerrando su libro pero sin apartarse.
El se encoje de hombros colocando uno de sus brazos a un costado de la cara de ella
— Nunca está de más intentar. En algún momento lograre asustarte. — levanta su otra mano llevándola a su labio inferior el cual delinea con la yema de su pulgar lentamente sintiendo como ella se tensaba ante su tacto.
Traga duro sintiendo la suave caricia que impartía en su labio tensando cada parte de su cuerpo pero hace lo primero que se le viene a la cabeza. Muerde fuertemente su dedo provocando que él lo apartara con un gruñido.
— No es mi culpa que el niño de papi le tuviera miedo a la oscuridad —dice alejándose del con un gesto burlón en sus ojos.
— ¡joder no me asuste! Solo me tomaste por sorpresa. Además cualquiera se asustaría si siente una mano peluda tocar su brazo.
— ¡mi mano no es peluda!
— Eso dices tú preciosa, eso dices tú. Pero creo que eres familia lejana del tío cosa. ¿prima segunda tal vez?
Entreabre sus labios dejando salir un suspiro de fastidio provocando que riera repintando los hoyuelos en sus mejillas. Camina hasta ella acercando su boca a su oído un momento.
— Solo venía a decirte que la cena esta lista pero si gustas yo puedo sustituirla. —murmura con voz ronca en su oído provocando que su aliento cálido rozara su piel
Ella relame sus labios tratando de ignorar el escalofrió que había recorrido su cuerpo entero. Pone sus manos en su fuerte pecho apartándolo unos centímetros.
— Ya quisieras querido, pero no eres lo suficientemente bueno para saciar mi apetito.
El enarca una ceja fingiendo estar ofendido mientras caminaba hasta la puerta que llevaba al comedor.
— No puedes opinar cuando no has probado. Con solo un poco puedo asegurar que te volverás loca por mas
— Creo que no deberías dar grandes perspectivas cuando no puedes cumplirlas
— No preciosa, es algo que te puedo asegurar.
Guiña un ojo antes de salir de la habitación dejándola con una sonrisa de lado entre dientes. Se deja caer en el sofá de cuero degastado que se encontraba cerca de ella dejando salir un gran suspiro. Cada vez le era más difícil mantenerlo a raya. Habían pasado varios días desde que empezó a alojarse con ellos en este lugar. En ese pequeño lapso de tiempo había descubierto nuevas facetas en Aaron que nunca había presenciado. Tendía a ser provocativo pero mayormente a juego aunque varias veces le dejo un hematoma cuando trato de meter mano. Nunca había visto su lado sarcástico y arrogante hasta ese tiempo. Así es como se pudo darse cuenta que no lo conocía a profundidad y no sabía si eso era bueno o malo ya que cada vez se estaba involucrando más con el de una manera que ella por tanto tiempo había evitado. Y realmente en ese momento no sabía si había tomado una decisión correcta. Hasta ella había cambiado un poco en su forma de actuar. Sale de sus pensamientos al escuchar a Aaron gritar su nombre desde el comer llamándola. Ríe levemente poniéndose de pie mientras se dirigía a la puerta. A veces los cambios en la vida pueden resultar en fatalidades pero hay pequeños momentos en los que se disfruta plenamente.
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Crónica de un pecado (Edición)
FantasyEn una era donde el infierno se encuentra en la tierra, en la que se ubica una guerra milenaria. Todo ha sido destruido, consumido por las llamas. Los demonios caminan en tierra santa. Los santos se visten de pecadores para sobrevivir. Un tiempo don...