"Las palabras no tienen que tener sentido para ser ciertas"
Cuando despierto siento una gran incomodidad, me muevo en la cama tratando de buscar comodidad en ese colchón duro, hasta que choco con otro cuerpo, sensación que me hace abrir los ojos. Brenda está a mi lado desnuda aún dormida, me maldigo mentalmente por un momento me olvide de ella y de lo que había pasado. Me levanto en silencio, agarro mi ropa del piso y me la pongo con cuidado. Cuando estoy a punto de irme siento un agarre en mi muñeca. Volteo, ella me tiene sujetado.
— ¿Ahora qué quieres? — Mi mal humor aún no desaparece del todo. Supongo que fue un intento fallido.
— Quédate conmigo un poco mas y seguimos disfrutando. — Sonríe adormilada pero con picardia.
— No.
— ¿Por qué no te animas? — Se levanta para luego caminar hacia mí y pone sus delgadas manos en mis hombros.
— Brenda ahora no tengo ánimos ¿Podrías dejarme en paz?
— Eso no decías hace horas, ¡Pero está bien! Te dejare solo.
Quita sus manos de mi cuerpo y se aleja, no sin antes fulminarme con la mirada. No puedo dejar de compararla con Ella, su tacto es tan diferente, hasta la calidez de su piel. ¿Por qué me afecta tanto? ¿Por qué no puedo siquiera olvidarla? Ni siquiera llegue a ver su rostro, debería odiarla con todo mi ser. Mis pensamientos se alejan rápidamente cuando una conmoción se escucha en la entrada principal. Corro hacia esa dirección, con las ansias de ver qué sucede.
Casi todos los residentes de la academia se encuentran allí, susurrando y alzan sus cuerpos con la esperanza de poder ver ¿Pero qué? A lo lejos veo a James, me aproximo a él, tal vez sepa algo, es partidario de los rumores.
— ¿Que está pasando?
— ¡Mira quien apareció! ¿Aún no sabes?
— Por algo te pregunto.
— Touche... encontraron a una mujer al borde de la reja, está muy lastimada, pero aún tiene signos de vida, así que la están trayendo. – Debo aceptar que eso disparo una alarma en mí, la reja solo daba al bosque.
— ¿Una mujer? ¿Cómo es ella?
— No sé, lo único que han traído son sus pocas pertenencias, una espada y una capucha negra desgastada, creo.
— ¿Qué? ¿Una capucha?
— Si una capucha, ¿Qué te pasa? Estas blanco. — Murmuró pensando a examinar todo mi rostro.
– Estoy bien.
¿Y si es ella? Tendría sentido, estaba en la reja, la cual separa a la academia del bosque, y tenía una capucha negra. Mi corazón empieza a latir rápidamente ¿En realidad es ella? "encontraron a una mujer al borde de la reja, está muy lastimada" ¿herida? Mi palpitar se acelera más junto al sabor incomprensible de culpa, ante la idea de que estuviera lastimada. No puedo quedarme aquí de pie. Antes de poder correr hacia afuera, observo como cuatro hombres, traen alzada la camilla de tela y en ella se encuentra una mujer inconsciente, con una gran herida sangrante en su abdomen. Mi cuerpo se paraliza por un segundo, mis manos empiezan a sudar, ¿De verdad es ella? Aún me cuesta creerlo. Últimamente a mi mente le es dificultoso procesar todo.
Miro como la llevan a una habitación, rápidamente entran unas mujeres con un botiquín en sus manos. Camino hacia la alcoba, cada paso se hace más lento y pesado. Siempre quise tenerla en carne y hueso pero no en ese estado.
Llego a la habitación moviendo a otros que deseaban ver que sucedía y abro la puerta sin permiso alguno, mis ojos de inmediato se enfocan en la figura femenina inconsciente en la cama, todo desaparece, solo somos ella y yo ahora. Se ve grave, su rostro está tapado por hebras oscuras de su cabello, las mujeres se preocupan más por tratar de cerrar la herida en su abdomen. De pronto un fuerte escalofrió recorre toda mi espalda, la misma sensación que sentía cada vez que me encontraba con ella, solo que esta vez es más real y débil. Me quedo de pie a la puerta y solo observo, no quiero ser egoísta y arriesgar su salud aunque ya se han percatado de mi presencia algo inoportuna. Esperare hasta que puedan curar su herida. La miro a la brevedad, observando su cuerpo, viendo todo de ella. Lleva un top de cuero con cuello de tortuga, un short del mismo material y este está conectado a unas botas altas, adheridas a sus piernas. Tiene un cuerpo esbelto, proporcionado y sumamente bello, a pesar de algunas cicatrices que puedo ver presentes en su piel.
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Crónica de un pecado (Edición)
FantasyEn una era donde el infierno se encuentra en la tierra, en la que se ubica una guerra milenaria. Todo ha sido destruido, consumido por las llamas. Los demonios caminan en tierra santa. Los santos se visten de pecadores para sobrevivir. Un tiempo don...