capitulo 11

456 42 7
                                    

"Muchas veces lo que no vemos, es lo que más nos hace sentir vivos"

Estamos a punto terminar de alistarnos, no sin antes aseguramos de llevar las municiones necesarias, cada uno escoge el arma que más le guste o con la que se sienta cómodo, yo siempre escojo un revólver . Nos ponemos unos chalecos anti balas, no sirven de mucho si nos topamos con un maldito demonio o alguna de sus criaturas, pero servirán de algo, como protección quizás, evitando morir rápidamente.

No salimos por la entrada principal, hicimos una salida atrás de la academia especialmente para entrar y salir cuando vamos por suministro. Es difícil de ver y si alguien además de nosotros entra por ahí nos daremos cuenta.

El lugar al que iremos se encuentra a unos pocos kilómetros al sur, siempre habíamos ido al lado norte, estaba despejado y había muchas tiendas con mucho suministro. Pero a varias personas además de nosotros también les gustaba ese lugar y poco a poco se fue vaciando cada tienda, eso nos ha obligado a ir a otro lugar desconocido por nuevos suministros.

Nos dividimos en grupos de tres personas normalmente. Caminamos alejados unos de los otros por unos cuantos metros, si vamos todos juntos es más fácil vernos. No solo tenemos que escondernos de los malditos demonios, también de las personas que podrían habitar esa región y se dieran cuenta que vinimos a arrebatarles lo que para ellos seria suyo.

Caminamos unos cuantos minutos hasta que por fin llegamos a donde están todas las tiendas, tenemos que ver detalladamente cada una de ellas, algunas se encuentran totalmente destrozadas, otras están a punto de seguir con el mismo destino. Pero cerca de donde estamos se encuentra una modesta tienda y por lo que se puede observar desde sus ventanales rotos aún tiene productos. Todos nos damos cuenta de ella, primero va un grupo, después lo sigue el otro y de ultimo nosotros. Cuando llegamos el primero ya está inspeccionando que el lugar este vacío.

- Sepárense pero no demasiado por si algo ocurre y recojan todo lo que puedan. Tenemos máximo quince minutos antes de que algo o alguien se dé cuenta de nuestra presencia. - Ordena el general antes de desaparecer en el sector de bebidas de la tienda.

Me separo un poco del grupo y empiezo a buscar algo que sea útil, la mayoría es ropa, si no encuentro nada mas tendré que llevarla, no es que no sea esencial pero hay productos más importantes, como comida. No tardo mucho en ver una pequeña nevera que aún tiene algunos refrescos. Se encuentra cerca de un ventanal así que tengo que tener sumo cuidado. Abro cuidadosamente la nevera, tomo los pocos refrescos y los meto en mi bolsa.

Estoy listo para irme de ese sector, pero siento como algo me agarra de la espalda y fuertemente me tira al suelo. Me golpeo duramente la cabeza en el suelo, el golpe hace que me maree durante unos segundos. Pero cuando me recupero totalmente puedo observar un hombre con ropa rota, por la apariencia de su rostro puedo asegurar que no es humano, me mira con una sonrisa siniestra, pero no me inmuto, ello solamente le daría más ventaja. Miro a su lado y ahí se encuentra una horrible criatura. Es un enorme perro, pero con partes metálicas, tiene zonas de pelo arrancadas, estacas metálicas están clavadas en sus patas, su hocico tiene enormes colmillos y sus ojos son de un horrible color gris casi blanco.

Empiezo a moverme hacia atrás, con la esperanza de estar lo suficiente lejos para ponerme de pie, pero ellos también se mueven. En sus ojos puedo ver que esto les divierte, acorralar a su presa, si me muevo ellos lo harán así que rápidamente tomo el arma y disparo dos veces hacia el hombre, gruñe y se toca la herida, aprovecho la oportunidad para salir corriendo pero la maldita criatura va detrás de mí, me pongo detrás de unos estantes como escudo, sin embargo inmediatamente la destroza. Disparo directamente hacia su ojo, ante esto empieza a hacer sonidos horribles, empiezo a correr pero en ese instante me doy cuenta que el demonio ya no se encuentra en el lugar en el que estaba antes, eso dispara una alarma en mi junto a la adrenalina. Miro a mi alrededor pero no lo veo, la criatura también ha desaparecido y los horribles gimoteos también. Los siento pero no los veo, empiezo a caminar lejos de ahí, hasta que cae un fuerte golpe en la parte baja de la pierna y caigo directo al suelo a causa del dolor. Miro atrás mío, el demonio tiene en sus manos un palo metálico. El dolor de mi pantorrilla empieza a desvanecerse , así que me pongo rápidamente de pie, pero antes de poder racionar, siento otro fuerte golpe atrás de mi cabeza. Están en todos lados, nuevamente vuelvo a estar en el suelo, mi visión se empieza a nublar, pero vuelvo a tratar de levantarme, como un instinto agarro mi arma y disparo en su dirección, no lo puedo ver, pero oigo como uno de ellos gime, se que será momentáneo, esos malditos tienen la habilidad de curarse rápidamente.

Mi visión se recupera, pero antes de volver a disparar uno de ellos patea la pistola lejos de mi mano, y me golpea en las costillas, estos imbéciles son fuertes. Miro como el demonio agarra el palo metálico con la única intención de clavarlo en mí. Pero antes de poder hacerlo, empieza a toser, una tos seca que cada vez se vuelve peor, hasta el punto de excupir un líquido negro de su boca, la criatura cae al suelo y se empieza a retorcer. ¿Qué mierda está pasando?, lentamente me incorporo, sin dejar de mirarlos confundido. Agarro mi pistola por prevención, la criatura deja de moverse, no sé si sea lo que creo, su carne empieza a levantarse como si algo en su interior quisiera salir y en segundos termina explotando, bañándome con su asquerosa sangre, el demonio sigue el mismo destino que la criatura. No entiendo qué diablos acaba de pasar, de un momento a otro prácticamente explotaron.

Estoy a punto de salir corriendo cuando de repente siento un escalofrió que me recorre, una sensación que solo siento cuando ella está cerca. Miro por todos lados ante la posibilidad de tenerle allí cerca, hasta que la veo a través de unos ventanales, su cuerpo está cubierto por la capucha, pero siento su mirada, ¿Habrá sido ella?¿Pero cómo?No lo pienso dos veces, salgo corriendo de la tienda, ella está en el mismo lugar, en el momento que la voy a sujetar se desvanece en mi mano como arena escurriendose entre los dedos, lo único que queda es su capucha, ¿Qué? ¡Pero si era ella! una rabia empieza a aparecer dentro de mí, no era ella, pero aun la siento, en algún lugar, siento su mirada. Miro por todos lados, pero antes de poder observar detalladamente escucho pasos detrás de mí, por instinto me volteo apuntando con el arma, la cuál bajo al ver mis compañeros de expedición junto al General.

- ¿Qué mierda ha pasado ahí dentro Aaron? Escuchamos ruidos pero lejanos, además que fuimos atacados por un maldito culito quemado, y luego sales corriendo como desquiciado de la tienda. - Dice rápidamente el general claramente alterado.

- ¿Ustedes también fueron atacados? Me tope con dos de ellos y creí ver algo afuera así que vine a revisar. - El general me ve muy poco convencido, pero no dice nada.

- Para la próxima no te alejes tanto, les dije que no se separaran mucho. Entremos, es peligroso estar de pie aquí afuera, vayan por todo lo que puedan, en cinco minutos salimos.

Nadie lo contradice. Empezamos a caminar nuevamente hacia la tienda, pero la sensación de su mirada en mí todavía la siento, está en algún lugar, lo sé. Me detengo por un segundo con la última esperanza de verla, lejos al lado de una tienda derrumbada la veo, ¡Es ella! un impulso de correr hacia ella me empieza a dominar.

- ¡Aaron apúrate! -Escucho que me dicen, obligándome a pensar con claridad.

Retomo mi camino hacia la tienda, no sin antes observarla por última vez y con los labios darle un silencioso "gracias" inmediatamente escucho un "de nada" en mi mente, con solo esas dos simples palabras una pequeña sonrisa aparece en mi rostro, antes de entrar en la tienda.

Crónica de un pecado (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora