Patrick estaba en un restaurante de alta gama con Tom, la relación entre ambos era como había sido siempre, como si fuesen hermanos.
Pero el amor que le menos sentía por el mayor era bastante diferente a un amor fraternal, se trataba más bien, de una pasión que cada vez le costaba más disimular.
Tom le trataba como a un príncipe, o mejor dicho, a un rey.
Tenía con él detalles que nunca había tenido con su padre, hermanos ni amigos incluso a veces, con sus abrazos, caricias y muestras de cariño, Patrick fantaseaba teniendo la idea de que entre ambos, pudiera suceder algo más.
Le había visto con algunas mujeres, intentaba aprovechar la ''confianza'' que había entre ellos para saber de su vida íntima, si le interesaba alguna o si estaba comprometido con alguien, más este siempre le negaba todo con rotundidad.
Patrick dudaba que un hombre como Tom, tan guapo, varonil, elegante, importante y apuesto, no estuviera con nadie.
Era tan extraño.
Pero al mismo tiempo, era más feliz creyéndoselo.
Porque verle con otra persona sería peor que arrancarle el corazón.
—¿Qué postre vas a tomar peque?— Preguntó este pasando una hoja de la carta mientras el camarero esperaba junto a la mesa con su block de notas preparado.
—Quiero este.— Dijo un Patrick mucho más joven, inocente y dulce que el que era en estos momentos.
Tom hizo un gesto al camarero con la mano para que lo trajeran con rápidez, más este en su preocupación se disculpó diciéndoles que no quedaban porciones de dicho pastel.
—Entienda mi señor, que no podemos preparar la tarta en estos momentos.
—No le estoy pidiendo excusas, le estoy pidiendo soluciones, búsquese la vida.— Dijo cortante cerrando la carta mientras Patrick evitaba sus ojos oscuros agachando la mirada.
Le daba un poco de pena que tratase así al camarero, podría decir que pediría cualquier otra cosa, pero le gustaba ver como Tom era capaz de lo que fuese por complacer sus caprichos.
—Señor, disculpe pero... verá...hay ciertos problemas con preparar ese postre a estas horas, los cocineros ya tienen las cocinas limpias.
Tom sacó un par de billetes de la cartera acercándolos disimuladamente a la mano del camarero.
—¿Sigue habiendo algún problema?— Preguntó el rubio arqueando una ceja mientras a Patrick se le dibujaba una pequeña sonrisa.
—Ninguno, en seguida tendrá el postre.
Este se marchó hacia los interiores del flamante restaurante mientras que Tom dejaba la palma de la mano sobre la mesa para que Patrick colocara la suya encima.
—¿Estás bien? te veo pensativo esta noche.— Comentó el mayor disfrutando del licor que había elegido como postre.
—Sí, estoy bien... oye Tom.— Se sonrojó.— ¿Por qué te empeñas tanto en conseguir todo lo que siempre pido? Podría haber elegido cualquier otra cosa...
Tom sonrió radiante mostrando aquellos dientes perfectos y blancos.
—¿Que te tengo dicho?
—Que soy tu pequeño y que moverás cielo y tierra por hacerme feliz.
Esto parecería romántico si se lo dijese de otra forma, más Patrick sentía que esas palabras tan solo ocultaban un cariño fraternal.
''He crecido a su lado, me quiere como a un hermano pequeño, solo es eso... él no se lleva bien con sus otros hermanos y ve en mí lo que quisiera que fuesen ellos'' Pensaba en sus adentros observando la ostentosa decoración del restaurante para evitar fijarse en el hombre que le robaba el corazón.
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SHOW ME LOVE//Yaoi, Gay, Homosexual\\
RomanceDylan es un chico de dieciocho años. Popular, deportista, guapo y de buena familia. Cuando su vida parezca ir en la máxima perfección, alguien tan insignificante como un grano de arena conseguirá poner todo su mundo patas arriba. Abrirá los ojos a u...