SHOW ME LOVE//Yaoi, Gay, Homosexual\\

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Tom no había conseguido solucionar nada y mucho menos lograr entenderlo.

Estaba que se subía por las paredes y eso, era decir poco.

No soportaba que nadie hiciera sufrir a Patrick, el estado en que le había visto era demencial para su sistema nervioso, no podía aguantar aquella agonía ni un solo segundo más.

Cuando se trataba de personas que se atrevían a meterse con su pequeño, todo su alrededor se disipaba, quedando tan solo un foco hacia el objetivo, un objetivo que debería ser eliminado.

Como lo era por ejemplo Mery en estos instantes.

-Esa perra sucia va a pagar lo que hizo.- Masculló recordando el gesto de tortura en la cara del castaño al escuchar que ellos iban a casarse.- Pero primero tengo que salir de aquí, como sea.

-Ah sí, eso mismo decía yo los primeros cinco años, después ya pues como que para qué gastar saliva wey.- Comentó el compañero de celda de Tom que estaba pelando una naranja.- ¿No te comes la naranjita mi hermano?

Tom la agarró tirándosela, el hombre la atrapó al vuelo.

-¿Cinco años? ¿Cuántos te quedan?

-Me quedan seis carnal.- Ladeó la cabeza- Once años por vender drogas, y luego hay gente que mata y con veinte bajo fianza salen a la calle.

La mirada de Tom se oscureció.

-¿Cuántos te cayeron a ti?

-Sesenta y tres.- Gruñó con los labios fruncidos.- Y sin fianza.

-¡¿QUÉ?! ¡ÓRALE PUES SI QUE SE VOLVIERON LOCOS!- Se llevó las manos a la cabeza.- Pero si lo que me contaste que hiciste no fue para tanto, y además tenías tus motivos, oye que feo wey.

-Y tan feo.- Resopló.- ¿Tú no tienes fianza para salir?

-Pos sí, pero la Lupita no tiene lana para pagarlo, Lupita es mi mujer mirala acá bien hermosa ella.- Le entregó una fotografía de una chica de tez blanca y pelo negro.- Y este mi chamaco.

-Muy linda tu familia.- Sonrió.- ¿Por qué te metiste en esa mierda? 

-Porque no me alcanzaba la renta, no me daba para pagar nada mijo y los trabajos estan bien duros cuando no tienes estudios ni idiomas.

Tom asintió pensando de nuevo en aquellos ojitos verdes que lloraban de impotencia.

-Mi niño.- Murmuró revolviéndose el pelo.

-Tom Crauford.- El agente golpeó los barrotes.

Tom sacó las manos por estas agarrando al policía por el cuello.

-La próxima vez que golpees estas rejas te meteré la porra por el culo hijo de puta.- Amenazó.

Ya todo le daba igual, si tenía que estar sesenta y tres años allí lo estaría, pero le iban a tener que soportar porque pensaba joderle la vida a todos.

Un hombre completamente vestido de negro le miró a los ojos, Tom le soltó y salió acompañando a este por unos pasillos hasta un despacho.

-Tome asiento por favor.- Habló.- Mi nombre es Jeff, y este se aquí es Richard.

Cuando Tom le vio su cara mostró una gran sorpresa.

-¿Richard Hunter? - No podía creer lo que estaba viendo.- ¿Que hace el padre de la mafia inglesa aquí? 

Richard sonrió estrechando la mano de Tom.

-Te creí muerto.- Comentó el rubio.

-Lo estoy.- Soltó una carcajada.- Tom, el mundo necesita ser gobernado por gente como nosotros, los que no tenemos escrúpulos y no nos tiembla el pulso a la hora de disparar, somos los que terminamos arriba.