Capítulo doce.

3.5K 149 2
                                    

DOCE: PERDÓNAME POR ESTO.

● Harry: 

—¿Otra vez tú? –preguntó rodando los ojos.

—Sí, y no te irás de aquí hasta que me digas por qué te has ido ayer.

—No tengo porque decirte nada. Simplemente haz como que no existo.

—¿Pero qué te pasa ahora? Eres como yo, pero en femenino, y sin estar tan bien dotado –susurré lo último.

—Engreído –musitó y se soltó de mi agarre, dispuesta a irse, pero en el último momento se dio la vuelta– Yo he intentado disculparme, fuiste tú el que si no demostraba ser el centro de atención no quedaba contento. Pero déjame decirte una cosa, Styles, yo me he comportado como una idiota por haberte dejado allí, en vez de afrontarlo todo,  pero tú la has cagado bien, tú y tu maldito trato especial la habéis cagado. –escupió, luego siguió caminando.

—Tal vez no merezca tus disculpas. Pero simplemente necesito una explicación para saber que no me he equivocado contigo –susurré.

                                                                             

● Selley:

Un sonoro pitido me sacudió la cabeza. Saqué una mano de debajo de las mantas y alcancé mi IPhone. Aun con los ojos cerrados intenté apagarla lo más rápido posible, solo eran las seis de la mañana y Sam no tenía por qué levantarse a estas horas. Me levanté silenciosamente y recogí las cosas que había dejado preparadas el día anterior. Tan pronto salí de la habitación hice memoria intentando adivinar dónde se encontraban las duchas. Sam me había llevado en anteriores ocasiones, pero ahora no contaba con su ayuda. La persona que me viese pensaría que estaba loca. Yo, la nueva, recorriendo los pasillos en busca de las duchas a las seis de la mañana, todo para poder despejar. No había podido dormir en toda la noche.

«Tal vez no merezca tus disculpas. Pero simplemente necesito una explicación para saber que no me he equivocado contigo».

Lo que seguramente Harry había susurrado para él  yo había logrado oírlo, por desgracia. Esa frase había rondado mi cabeza toda la noche, sin dejarme dormir, sin dejar de sentirme culpable. ¿Por qué? Si él había sido el que me había mandado largarme cuando intenté disculparme. «Quizás soy demasiado buena»  Esa era una opción. Suspiré, por lo menos tenía una hora en la que las duchas serían completamente para mí sola, donde podría pensar.

Tiré de la camiseta que me cubría el cuerpo hacia abajo. Andar en bragas por los pasillos no era muy normal, todo hay que admitirlo. Sujeté bien mis cosas y me adentré por los pasillos de las duchas, me auto recordé: Derechas las femeninas, izquierdas las masculinas. Me lo repetí un par de veces, sabiendo cómo era, seguro que me confundía. Sonreí y levanté la vista. Al hacerlo, la sonrisa se borró completamente al descubrir quién estaba delante de mí.

Esta es una de esas veces en las que deseas estar sola y siempre hay alguien. Pero esta vez, y para más inri, me topé con la persona con la que menos deseaba hacerlo.

Dado que no estaba dispuesta a iniciar conversación, no con él después de lo de ayer y ya que venía a intentar olvidarlo, intenté quitar la vista de sus ojos. De momento, lo taché de imposible. Mentalicé todo lo que estaba pasando.

Primero; ante mí tenía a Harry Styles, mojado, y solo una mísera toalla cubría sus dotes.

Segundo; me había recorrido unas tres veces con la mirada, y conociéndome, mi cara ahora mismo debía ser un jodido tomate.

Del cielo al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora