CINCUENTA Y UNO: RECUPERAR A MI NOVIO.
● Harry:
—Hey, Harry. –una voz chillona que ya conocía me detuvo a medio camino de la puerta principal.
—Mía. –fingí un ápice de asombro al darme la vuelta. Estaba completamente seguro de que en unos segundos empezaría a salir mierda por esos labios.
—¿Dónde está Selley? –preguntó con sorna. Si es que el que no la conociese. – Oh, ¡vaya! Si tu noviecita se ha ido y te ha dejado aquí.
—Si has venido solo para soltar gilipolleces, mejor vete, porque no quiero aguantarte.
—Cálmate, guapo. –alzó los brazos inocente.– Solo digo la verdad. Aunque voy a ser buena y me ahorraré el “te lo dije”, te recuerdo que esto te pasa por elegirla a ella. Yo siempre he estado aquí y Katherine te ha fallado a la primera de cambio.
Quizás hubiese dado en el clavo, y puede que tuviese razón. Ella está aquí para calentarme la cama desde que tengo memoria y Selley estuvo aquí para darme dolores de cabeza.
Me obligué a dejar de pensar cuando la pelirroja se acercaba con intenciones no muy puras.
—¿Sabes qué? –le sonreí sarcástico.– Tienes razón. ¿Pero sabes otra cosa? Prefiero un segundo con ella que todo un día contigo. –aquello la hizo detenerse y poner los ojos en blanco. Su boca formaba una “o” y yo le guiñé un ojo antes de continuar mi camino hacia la parte trasera del campus. Donde Rose y los demás fumaban medio camuflados en las gradas del campo de fútbol.
—Y el desaparecido por fin aparece. –ironizó el rubio. Ella, que estaba en su regazo, no tardó en colgárseme del cuello.
—Ya pensábamos que ibas a vivir en tu habitación hasta la graduación. –plantó un beso en mi mejilla.
—Bueno, un poco de luz solar no viene mal. –forcé una sonrisa y me senté con ellos. – ¿Qué tal está el pequeño Jaiden?
—Bueno, –Rose sonrió como toda madre haría cuando habla de su hijo.– crece muy rápido para tener poco más de un año. Con suerte es mucho más parecido a mí que... que a su padre. –todos fruncimos el labio al verla recordar lo sucedido.– Aunque, muy a mi pesar, heredó los ojos de Erik.
—¿Quién lo está cuidando ahora? –Niall descendió una grada para sentarse junto a nosotros.
—Ya que solo vengo a molestaros hasta que os graduéis, mi padre accedió a cuidarlo estas dos semanas. El día de la graduación volverá a buscarme. –soltó un suspiro.
—Te llamaremos siempre y lo sabes. Queremos conocer a nuestro ahijado. –la señaló Zayn, y luego él y Lou se fijaron en mí.– Oye, Harry. ¿Tú no fumas? Raro en ti.
—La verdad es que Selley desperdició mi último cigarrillo. –admití con una sonrisa.
—Vaya por dios, esa chica sí que te encandiló bien, eh. –vaciló.– Quiero conocerla. –Rose llegó cuando ella se iba y no hubo tiempo para presentaciones. En realidad ni siquiera había tiempo para despedidas.
—¿Quieres? –Zayn me ofreció uno, simplemente negué con la cabeza y ahora los dos únicos fumadores del grupo me miraron con el ceño en alto.
—Simplemente dejé de fumar. –eso alertó a todos, y cinco miradas se clavaron en mí.
—Guau. –fue ella la única que se atrevió a hablar.– Ni siquiera yo repitiéndotelo mil veces conseguí que dejaras el vicio. –simplemente me encogí de hombros, pero Zayn respondió por mí.
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Del cielo al infierno
FanfictionHarry la quiere bajo sus sábanas, ella a él bajo tierra. Solo una prohibición basta para hacer nacer la tentación. ¿Cederá a caer en sus redes para que la deje en paz de una vez? ¿O en realidad no quiere que lo haga? _______________________________...