El aire de Nuevo Hampshire nunca me ha agradado lo suficiente como para darme el lujo de salir a dar un paseo por el parque o el campus en sí. A diferencia de Bella, salir a correr cada mañana mucho antes de que salga el sol, me produce un dolor de cabeza severo.
Tal vez, el hecho de que ésta sea mi última semana como estudiante regular aquí, me haya dado el impulso necesario para acceder por primera vez en los últimos cuatro años.
— ¡Vamos, Phoe! ¡Mueve esas piernas! —los gritos de Bella me sofocan más que la falta de aire respirable.
Sin poder moverme un centímetro más, me detuve en seco, he intenté calmar mi respiración de a pocos.
—Ya...no...puedo... —intento explicarme.
Bella frunció el ceño y se acercó a mí con una mirada agresiva en su colorado rostro.
—Solo llevamos dos kilómetros, ni siquiera hemos llegado a la fuente.
—Por favor... —sentí mis pulmones arder, gritar y llorar.
Con un aspecto derrotado, Bella tomó asiento junto a mí sobre el césped.
—Esto te ocurre por evitar el ejercicio siempre. ¿Qué hacías todo el tiempo en el gimnasio?
—Era...diferente... —era increíble como un simple movimiento de piernas a una velocidad elevada podía machacarme en cuestión de treinta minutos.
—Como sea, vamos a que te tomes algo. No quiero ir al hospital, es mi última semana... —Bella me lleva a rastras, básicamente, a una pequeña cafetería en la esquina de donde nos encontrábamos. El jardín norte me es completamente ajeno. Nunca vengo aquí para absolutamente nada.
No es como si necesitara de algo o alguien en la escuela de Diseño y Arquitectura.
— ¿Estás emocionada? —pregunta Bella mientras suelta su cabello azul dejándolo caer sobre sus hombros.
— ¿De qué exactamente? —pregunto mirando el menú del lugar.
—Sabes a lo que me refiero —levantando mi mirada del menú, la coloco sobre sus ojos — ¡Anda ya! ¡Dime!
—La verdad es que estoy aliviada. La emoción es una sensación pasajera.
—No me vengas con tus paredes de ladrillo ahora, Phoe. ¿Tus padres vendrán a la graduación?
—Sí, mamá dijo que no se lo perderían por nada. Aunque creo que papá vendrá solo para cerciorarse de que realmente ya no volveré aquí.
—No lo creo, deben de estar muy orgullosos de ti, no todos los días tu hija se gradúa con una mención honorífica.
—Mi hermano también la obtuvo, así que no es realmente la gran cosa —Bella me mira con fuego en sus pupilas. Al reírme, el incendio en sus ojos baja radicalmente.
—Hablando de él, ¿también vendrá? —muevo mis hombros en un movimiento de confusión.
—Hablé con él y me dijo que sí vendría. Pero ahora con esta nueva exposición que inicio hace dos semanas con Anne y todo el ajetreo de la boda, lo dudo mucho.
—Es una lástima, me hubiera encantado verlo —suelta en un suspiro. La mirada lasciva de Bella ha dejado de ser incómoda desde hace ya mucho tiempo.
— ¿Te debo repetir que se va a casar? —digo entre risas, viendo como pone su cara de pocos amigos.
—Amiga, tu hermano es un bombón extremadamente dulce. Además, hasta el día que vea un anillo en su dedo, seguirá siendo legalmente soltero —poniendo su cara de suficiencia, suelta una carcajada estrepitosa, que da a la conversación por finalizada.

ESTÁS LEYENDO
Phoebe, Schlesinger III
Teen FictionPara Phoebe Schlesinger, han pasado muchos años de silencio, pensamientos devastadores y misteriosos sentimientos. Phoebe ha pasado mucho tiempo preguntándose un simple, ¿por qué? Tras su graduación universitaria, Phoebe se convierte en la nueva d...