La pequeña celebración por mi graduación es una de esas fiestas que no me permitiré olvidar nunca.
— ¿En serio estabas llorando? —pregunto mirando a mi padre, quien, con una copa de vino blanco en su mano, me sonríe orgulloso.
—Estoy muy orgulloso de ti, Phoe —sé que solo intenta, de alguna forma, evitar mi pregunta, pero solo por ésta vez se lo dejaré pasar.
— ¿Aunque no asistiera a tu preciada escuela? —su mueca me responde todo por sí sola. Estoy completamente segura de que para él ha de ser difícil admitir que, a pesar de todo, Dartmouth fue una buena idea.
—Es una celebración, Phoe. No empecemos una discusión —nuestras risas resuenan en el momento en que Theo aparece con dos copas en sus manos.
Celebrar en el hotel de mi familia fue un lindo detalle de parte de ellos, además he estado tan alejada de esto que se siente muy bien estar de vuelta. Cuando papá decidió expandirse a una división hotelera, empezando con el que había comprado en Los Ángeles hace diez años, las franquicias comenzaron a salir mucho más rápido de lo esperado. Por supuesto tenía que haber uno en Nuevo Hampshire ¿no? Cuando empecé la universidad, en ocasiones, las primeras semanas me escapaba y venía a comer aquí... eso fue muy difícil de dejar pasar tan rápido.
Bella enviará sus cosas a Nueva York con nosotros. Vivirá conmigo en un lindo apartamento que mis padres nos obsequiaron por nuestra graduación. Aunque me negué diez veces, al final no tuve más remedio que aceptar. De una u otra forma, sé que ésta es su manera de felicitarme, a ambos les gusta lo extravagante. ¿Para qué comprarle un ramo de flores a tu hija por su graduación cuando puedes aparecer con un piso lujoso para que viva? Se que Bella diría algo así...
— ¿Por qué te dieron una medalla, Phoe? —preguntó Mark, sentándose junto a mí con una hamburguesa en su plato.
—Porque es muy lista, a ti también te darán una cuando te gradúes de la universidad —le respondió papá por mi, tomando un sorbo de su vino. Theo reía y revolvía el cabello de Mark.
— ¿En serio? —los ojitos de Mark se iluminaron y su sonrisa nos enterneció a los tres.
—Así es, si estudias mucho te darán muchas medallas.
— ¿Y me darán de esas estatuas como las que tiene Theo? —tanto papá como mi hermano sonrieron.
—Claro renacuajo, pero tienes que esforzarte mucho en la escuela, ¿de acuerdo?
—Si señor! —Mark respondió en francés sonriendo antes de irse con su hamburguesa hacia donde estaba mamá descansando. Encendió la televisión y comenzó a comer tranquilo.
Era un niño muy listo, dominaba a la perfección sus dos lenguas maternas y le gustaba mucho el arte. Theo lo ha estado instruyendo en el dibujo, y según mi hermano es un niño muy creativo y talentoso. Últimamente nos hemos dado cuenta de que lo que más parece apasionarle es el cine, lo cual me emociona un poco más de lo debido.
—Necesitamos hablar de ti ahora, jovencito —papá mira con el ceño fruncido a Theo, quien, si no conociera a la perfección, diría que necesita ir al baño con urgencia por la manera tan enérgica de moverse en su silla.
— ¿Por qué? No he hecho nada... —dijo Theo haciéndome recordar cuando éramos unos niños y nos metíamos en problemas mutuamente.
— ¿No? ¿Y cancelar tu boda no es algo?
—No cancelé mi boda, papá. Solo corrimos la fecha. No comiences una discusión de algo que...
—Theo, ¿cuál es la necesidad de atrasar tanto las cosas? No me digas que están dudando.
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Phoebe, Schlesinger III
JugendliteraturPara Phoebe Schlesinger, han pasado muchos años de silencio, pensamientos devastadores y misteriosos sentimientos. Phoebe ha pasado mucho tiempo preguntándose un simple, ¿por qué? Tras su graduación universitaria, Phoebe se convierte en la nueva d...