Phoebe, Schlesinger III

Capítulo Cuarenta y Dos

Permanecí toda la noche en mi antigua habitación en el momento en que todos se fueron a dormir. Revisé algunas cosas que permanecían en los cajones y enviando algunas otras directo al cesto de basura.

Cuando un golpe en una de mis ventanas me asusta. Me llevo una mano al pecho y observo sin moverme de mi lugar como alguien ingresa al interior de mi habitación desde la ventana.

Me tranquilizo un poco y a la vez me río.

Solo una persona en todo el planeta sabe como subir a mi habitación desde la ventana del lago sin alertar a nadie.

— ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no usas la puerta principal? —le pregunto, pero mientras intenta subir se mueve hacia atrás, casi cayéndose por la ventana. Se agarra de las cortinas y se mantiene estático unos segundos.

Me acerqué a él ayudándolo.

—Ya no tengo la condición para hacer esto —dice entre risas mientras entra finalmente.

— ¿A qué vienes? —le pregunto tomando asiento en los asientos que hay junto a la ventana — ¿Estás bien? —pregunto a ver sus ojos de un azul celeste muy claro en tonos rojizos, ha estado llorando.

—Esta mañana me dijiste que podíamos ser amigos, ¿cierto? —asiento mirándolo detenidamente —Creo que necesito a una amiga en este momento...

— ¿Qué ocurrió? —pregunto acercándome a él, pero cuando creo que va a empezar a relatarme la situación, comienza a llorar.

Me paralizo en mi lugar, no comprendo lo que sucede.

Él nunca ha sido una mala persona, y aunque mis acciones lo hicieron actuar de manera impulsiva en mas de una ocasión, él siempre ha sido un ser humano grandioso.

—Lo siento mucho... —dice entre sollozo y sollozo.

Dejo que llore un rato, porque tal vez lo único que necesita es desahogarse de su dolor, y cuando está más calmado, le doy un poco de agua de la botella que tenia en mi mesa de noche.

» Siempre critiqué a los patanes que utilizaban a las chicas, y terminé siendo igual o peor que ellos...

—No lo eres, Josh, pero tu no eres una mala persona.

—Lo soy, porque te dije que volviéramos aun sabiendo que mi corazón ahora le pertenece a alguien más... tenía la idea de que, tal vez estando otra vez contigo mi dolor se iría, el dolor que siento por su partida se reduciría, pero no lo hace...

— ¿Hablas de Lara? —pregunto, y por la forma en la que su cuerpo reacciona al mencionar su nombre se que todo esto es por ella. Está dolido porque él realmente la ama, y por mi culpa la ha perdido —De verdad lo siento... me debes de odiar justo ahora...

—No te odio, esto no es tu culpa, tu no podrías haber sabido de ella, y yo tuve que ser fuerte desde un principio, pero no lo fui, y ahora debo pagar las consecuencias de mis actos, es solo que duele mucho, Phoe... no te imaginas cuanto —es lo único que dice.

Se perfectamente lo mucho que duele perder a alguien que amas por tus propias estupideces, se lo que es amar a alguien a la distancia y sufrir el no poder estar junto a esa persona, pero también se que hay cosas mejores afuera esperando por nosotros, y que el mundo no se acabará debido a eso.

— ¿Por qué no puedo centrar cabeza, Phoe? ¿Por qué debe ser tan difícil? ¿Por qué no puedo ser feliz?

Nunca había sentido tanto dolor por alguien en mi vida... Josh parece destruido. Él solo quiere consuelo en este momento, ayuda, justo como yo lo necesité también en algún momento.

Lo tomo entre mis brazos y ambos nos quedamos así, sin decir nada más, solo ahí en el momento.

No es fácil estar roto y al querer salir del agujero puedes cortarte con los pedazos que están en el camino, abriendo una herida que no está cien por ciento sana.

—Lara... bueno, cuando me dejó me sentí el peor ser humano del mundo, y supongo que reabrió una herida en mi.

—Por mi culpa...

—No tiene sentido alguno culpar a alguien, Phoe. Ambos cometimos errores, pero está en nosotros querer reparar el daño, y eso quiero hacer, ya no quiero seguir así de inestable.

» Quiero estar con Lara, pero no quería perderte a ti y desde hace un tiempo, eso es lo que me ha dado vueltas en la cabeza haciendo que actué como el idiota que he sido. El hecho de que quieras estar en mi vida me hace realmente feliz, me da esperanza de poder ser feliz con ella sin perderte.

—No me perderás, Josh, y se que la amas lo puedo ver en tus ojos. Si lo que quieres es estar con ella, recupérala. Ve por ella y no te rindas. Intenta ser una mejor persona por ella —digo con una sinceridad enorme en mi.

El hecho de decirle esto a él, hace que mi alma sane, me siento realmente bien diciéndole estas cosas, porque honestamente, quiero que él esté bien.

Mi prometí a mi misma cambiar, y eso significaba también estar bien conmigo misma, y ayudar a alguien a ser feliz, me hace feliz a mi también, en especial si ese alguien es Josh.