Capítulo Trece

3.2K 240 25
                                    

Me encontraba demasiado inquieta, no podía quedarme sentada mientras observaba como Bart leía y releía la carta que me había dado Josh hace un par de días.

—Por favor, dime algo, me estás matando con ese silencio tan... tan...

—Phoebe, respira. Estoy intentando hacer algo aquí —dijo entre risas mirando de nuevo el papel entre sus manos —. De acuerdo, él está en un estado un poco confuso.

— ¿Confuso? ¡Yo me encontraba muy bien hasta que él me dio esa carta! La confundida aquí soy yo.

—Escúchame, él está en una encrucijada. Te quiere, es bastante obvio, pero también siente cosas por esta chica, Lara. Lo que debes hacer es calmarte ¿de acuerdo?

Asentí intentando respirar de una manera normal, esperando que él dejara de mirar la carta en sus manos.

— ¿Entonces? ¿Qué demonios hago? —pregunté en el momento en que él dejó de fijar su atención en los papeles.

—Esto, honestamente está comenzando a tornarse un poco más complicado, Phoe...

—Oh por favor, no me digas eso...

—Escucha, que sea complicado no lo hace imposible. Tendrás que trabajar un poco más duro, eso es todo.

— ¿Pero a que te refieres con trabajar más duro? Él vive en Los Ángeles con esta chica y yo estoy aquí. ¿Cómo demonios se supone que voy a conseguir tener su atención estando a kilómetros y kilómetros de distancia el uno del otro?

—Podrías empezar con cosas pequeñas. ¿Tienes su número? —asentí de manera lenta esperando su idea —Envíale cosas pequeñas, un hola, por ejemplo.

—Eso es demasiado desesperado, Bart —dije entre risas haciendo que él riera también.

—Y por supuesto no estamos desesperados aquí, ¿verdad? —dijo acercándose más a mi en el sofá —Respira y tranquilízate, de nuevo te estás alterando.

Respiré intentando mantenerme cuerda por un momento.

—Tengo una idea, pero tal vez pueda sonar un poco demasiado problemática. No sé si sea algo cuerdo del todo, pero es la única solución que tengo —comentó Bart mirándome algo animado, como si esto fuese gracioso, pero claramente no lo es, al menos no para mi.

—Te escucho —respondí prestándole toda mi atención.

—Bueno, tu eres la nueva cabeza al mando de una mega corporación internacional, ¿no? —asentí esperando que continuara —Y él trabaja como arquitecto, ¿verdad? —de nuevo asentí sintiéndome como una niña pequeña en medio de una clase en la escuela —Podrías contratar a su firma para hacer algo... no lo sé, una nueva franquicia, una tienda, o algo por el estilo. Realmente no tengo mucho conocimiento de lo que haces en tu compañía.

Me quedé en silencio un momento analizando sus palabras. No era una mala idea, mis padres siempre están construyendo cosas, ya sean plantas eléctricas o edificios con sucursales al rededor del país. No es una mala idea para nada.

—Esa es una idea muy buena, Bart —dije abrazándolo en un impulso de felicidad. Él correspondió el abrazo un poco tímido —. El único problema es que no tengo idea de qué hacer para poder contratarlo. Papá se sigue encargando de esas cosas y la mayoría se las confía a mi tío.

—Bueno, podrías investigar a que se dedica específicamente él en esa firma. No creo que sea tan complicado, digo solo debes llamar y pides que sea él o no contratas a nadie. Tu eres la que manda aquí, Phoe —dijo balanceándome un poco por el leve movimiento que hizo con su codo.

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora