Capítulo Cincuenta y Tres

564 59 8
                                    

Si bien el tiempo parece no querer darnos un respiro, y el trabajo me ha consumido en más de una ocasión, el hecho de tener a Bart a mi lado me ha ayudado a mantener la calma y, básicamente, no volverme loca en el intento.

He trabajado junto a mis padres en la empresa por casi un año, hemos hecho muchas cosas, ellos en Nueva York, y yo en Boston en donde abrí una sede que ha funcionado bastante bien. Algunos de los empleados de Nueva York han sido ascendidos a puestos aquí, entre ellos Jeremy, uno de los chicos que estuvo haciendo su pasantía en Nueva York y ahora se ha quedado permanentemente en un puesto en Marketing aquí.

Parece feliz ahora que, oficialmente, forma parte de Industrias Schlesinger, aunque para nosotros todos los pasantes son parte de la familia, él se siente más que agradecido con la oportunidad.

Bart está a punto de terminar el año escolar. El verano está cada vez más cerca y eso solo significa tener que revisar proyectos y exámenes finales. Nuestro hogar ha estado bastante caótico últimamente.

— ¿Señorita Schlesinger? —escucho en el comunicador a mi asistente.

— ¿Sí, Heather? —respondo esperando su respuesta.

—Ha llegado una carta para usted —¿Una carta? No estoy esperando ningún documento de Nueva York ni de ninguna parte — ¿Quiere que se la lleve? —pregunta Heather del otro lado.

—Por favor.

Unos cuantos segundos después Heather entra en mi oficina y me extiende un sobre blanco con bordes dorados.

—Aquí tienes, ya firmé el recibido del mensajero.

—Muchas gracias —tomo la carta y la coloco sobre la pila de papeles que debo revisar durante el día de hoy —, por cierto, ¿ya has almorzado? —pregunto sintiendo mi estómago vacío.

—No aún no —responde siempre con su tono de voz adorable.

—Estoy muriendo de hambre y no me puedo concentrar con el estómago vacío, y me recomendaron un lugar de comida italiana que abrieron hace poco, ¿quieres ir conmigo? Yo invito.

—Claro, me encantaría, gracias, Phoebe.

Me encanta que me llame por mi nombre cuando estamos solas. Le dije que lo hiciera cuando llegó por primera vez, pero parecía un poco incómoda al respecto. Así que llegamos a un acuerdo, cuando se tratase de cosas laborales la formalidad prevalecería, pero en otras condiciones sería solo Phoebe.

—De acuerdo, vamos.

Heather y yo caminamos por las calles de Boston tranquilamente, y aunque Fernando va con nosotras a todas partes es lindo poder decir que me siento libre finalmente.

—Antes de que lo olvide, tu novio llamó. Estabas en la junta con los tailandeses y no pude transferirte, me dijo que saldrá con tu hermano esta noche y llegará un poco tarde. También me dijo que estuvo llamándote y como no contestaste te dejó unos mensajes, pero igual llamó por aquello.

Automáticamente tomo mi teléfono el cual he tenido totalmente abandonado todo el día. Para ser solo la una y media de la tarde, esta mañana he estado sin poder parar un solo segundo.

Efectivamente tengo unas cuantas llamadas perdidas y varios mensajes con la misma información que Heather me acaba de dar.

Marco su número en el momento en que entramos al restaurante y nos sentamos en una de las mesas disponibles.

— ¿Hola? —responde Bart en un tono un poco bajo.

—Hola, lo siento esta mañana he estado demasiado ocupada, hasta ahora he podido ver mi teléfono.

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora