Capítulo Treinta y Uno

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Al llegar de vuelta a la casa de Stanley, cada uno se dirige a su habitación después de un corto buenas nochesde parte de ambos. Después de atravesar el centro de la ciudad cuando volvíamos del restaurante, el ambiente comenzó a tornarse un poco más intenso, haciendo que me asustara como en mucho tiempo no lo hacía.

— ¿Te encuentras bien? —dijo, dándome la mano mientras caminábamos por el parque —Te ves un poco nerviosa, ¿está todo bien?

—Estoy bien no te preocupes —le respondí para que no notara el nivel de mis nervios.

Quiero a Bart, de eso estoy segura, es una increíble persona y me parece un hombre asombroso. Es inteligente y sus ocurrencias me mantienen siempre alegre. Siempre lo he visto como mi mejor amigo, alguien en quien puedo confiar en cualquier momento... siempre. Pero, ahora estoy sobre mi cama sin poder conciliar el sueño, después de pasar una de las más agradables noches en mucho tiempo.

La habitación de Bart está cruzando el pasillo y estoy intentando retener un impulso en mis extremidades para no salir corriendo y quedarme con él.

Tomo mi teléfono y decido enviarle un mensaje de texto para mantener mi ansiedad al mínimo.

"Gracias por la noche de hoy, estuvo increíble"decido enviarle y el no tarda nada en contestarme de vuelta.

"Me alegro de que te gustara, ¿está todo bien? ¿me dirás lo que te ocurría?" responde él dejándome en blanco.

No puedo decirle lo que Bella cree, no puedo siquiera pensar en eso.

"Todo estaba bien, lo siento si te preocupé" envío finalmente.

Ésta vez, tarda en responder un poco más.

"Me preocupo porque quiero lo mejor para ti siempre, Phoe. Pero me alegra mucho saber que disfrutaste ésta noche. No será la última, eso tenlo por seguro."

Mi boca se seca al leer sus palabras, aún es momentos como estos, él sobrepasa la raya de ternura. Quiero reírme, porque estoy pensando en Bart como algo más que lo que es... mi mejor amigo.

"Eso sonó a una promesa, eres sexy cuando eres confiado" envío con una sonrisa en mi rostro.

Su respuesta tarda más de lo normal en llegar, incluso llego a pensar que se ha quedado dormido.

"¿Te comió la lengua el gato?"envío después de cinco minutos sin recibir una respuesta. La que llega casi de inmediato.

"Intento pensar en la frase perfecta" responde, haciéndome reír y dejándome incluso más fascinada.

"Buenas noches, Barton. Que tengas dulces sueños"envío, esperando lo que creo será su ultimo mensaje de la noche.

"Buenas noches, Phoebe. Que tengas asombrosos sueños"dice antes de terminar la conversación.

Intento cerrar los ojos y dormir, pero esto ocurre una hora y media después.

El segundo día en Nueva Jersey pretende ser un poco más llevadero. Stan de nuevo quiere ir al museo solo con Bart, su madre le dice que nosotras también tenemos que ir, pero gracias a la brutal sinceridad de Stan y nuestras miradas de súplica, él se va solo con Bart.

—Phoebe, ¿puedo darte un consejo, querida? —la madre de Stan me mira con cierto consuelo, lo cual no entiendo rápidamente.

—Claro, pero ¿sobre qué exactamente?

—Las personas que el corazón elige no son las que nosotros elegimos —dice, mirando directo a mis ojos, tomando mis manos entre las suyas. Quiero suponer que ella ve la confusión en mi mirada y comienza a reír muy por lo bajo —. Nosotros no podemos manejar las decisiones del corazón Phoebe, eso solo nos trae problemas.

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora