Capítulo Veinticuatro

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Me he convencido a mi misma de que el miedo es solo una superstición completamente tonta. Me lo he venido repitiendo todo el camino en auto rumbo al hotel en donde se está quedando Josh.

La inauguración será pronto, todo está casi terminado y mi deber como directora ejecutiva es controlar que todo esté en orden, esa es la mentira que me vengo diciendo también.

Conozco a Josh Pearson desde que tengo memoria. Ha sido el mejor amigo de mi hermano por años y fue mi primer novio durante mi adolescencia. Él ha sido mi primer amor, y yo muy estúpidamente lo dejé ir, ahora estoy llorando una perdida que yo misma causé y por eso estoy poniéndome los pantalones en el asunto para darle una pronta solución.

Este momento lo vengo planeando desde hace semanas, Anne me ha advertido que la mejor manera para conquistar a alguien es siendo uno mismo, el único problema es que yo no necesito impresionar a Josh, no necesito que él se enamore de nuevo de mi. Necesito hacerlo recordar los buenos momentos, tenemos mucha historia como para olvidarla tan fácilmente.

Hace unos días el dolor me cegó, los celos me masacraron y la necesidad que controlar todo danzó por mis venas sin parar. Y en este momento lo único que me preocupa tiene nombre y apellido, Lara Carson.

Investigué todo sobre ella, me aproveché de todos mis contactos, los medios, todo.

Tiene la edad de Josh, nació en Alaska y se fue en cuanto fue admitida en el programa de arquitectura de la UCB. Se mantuvo en California cuando la contrataron en la firma y fue entonces cuando conoció a Josh. Se hicieron buenos amigos y como a ese maldito nadie se le resiste después de un año conociéndose y saliendo iniciaron una relación que aun perdura.

Su familia es de clase media y tiene un hermano pequeño enfermo. Ella lo cuida y parece ser que es demasiado dulce porque todo lo que encontré sobre ella la describe como una joven humilde y ejemplar sumamente inteligente y talentosa. Sin mencionar que es increíblemente linda. Es pelirroja natural y en realidad parece una muñeca de porcelana lo cual me enferma el doble.

Es una competencia muy difícil, pero lo que me duele es que Josh la mira de la misma forma que solía mirarme a mi. Lara Carson es una joven amable llena de bondad, eso dice en una de sus muchas cartas de recomendación. Es bastante obvio el porqué Josh se fijó en ella, es autentica, linda y lista. Justo como él.

—De acuerdo Phoe, puede hacer esto... nadie es mejor que tu... —me digo a mi misma frente al retrovisor de mi auto frente al hotel. Las manos me sudan y mi corazón está acelerado.

Supe por parte de uno de los trabajadores de la construcción que la señorita Carson estaría fuera de Boston por la próxima semana. Fue bastante fácil conseguir la información, cuando eres la jefa, todo lo tienes fácil.

A como puedo avanzo por el lobby y en el momento en que uno de los botones me pregunta si me encuentro bien, no sé a lo que se refiere hasta que noto como me tiemblan las manos. Asiento avanzando hasta la recepción en donde pregunto por el número de habitación de Josh, pero la chica del otro lado no me lo quiere dar.

— ¿Disculpe? —pregunto de nuevo. Ella me mira seria, pero no entiendo el porqué no quiere darme el número de una habitación.

—No puedo proporcionarle esa información, señorita. Si conoce al señor Pearson, le sugiero que se comunique con él personalmente.

No me dice nada más, de hecho, me ignora por completo y quiero decirle muchas cosas como por ejemplo preguntarle si sabe con quien se está metiendo, pero me contengo. Saco mi teléfono y marco el número de Josh.

—Por favor contesta... —la chica de recepción me ve de reojo esperando a que comience a hablar o algo. Comprendo que el hotel tenga sus políticas, pero tampoco le cuesta darme un número.

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora