Phoebe, Schlesinger III

Capítulo Diecinueve

 El comienzo de la construcción dio inicio rápidamente como Josh había prometido. Las maquinarias hacían su trabajo y la mirada tranquila de mi padre era lo único que necesitaba para estar serena, al menos por un rato.

—Nada mal, Phoebe —la voz de papá a mi lado levanta mi ánimo —. Debo admitir que me preocupaba un poco esto...

— ¿Por qué? ¿No confiabas en mi?

—No era eso, confío en ti plenamente. Eran solo algunas dudas que tenía con respecto a... esto —dice señalando nuestro alrededor.

—Dímelas, por favor.

—Sabes que Josh es como un hijo para mi. Es un joven muy especial, los vi crecer a todos ustedes, pero si estás haciendo todo esto para...

—Papá, por favor. Yo solo quiero ayudarte con este proyecto.

—No estoy diciendo lo contrario, cariño.

Maldición, me atrapó.

Josh está frente a nosotros hablando con unos contratistas, revisando los planos. Claramente el estilo de casco y chaleco fosforescente no es algo que pueda adular, pero a él increíblemente le queda genial.

—Lo miras de una manera muy extraña, Phoebe.

— ¿De qué hablas?

—Eres mi hija, y lastimosamente sacaste ciertas de las peores cosas de tu madre y mías. Eres muy ágil mentalmente, increíblemente lista e inteligente, pero tiendes a ser muy fría en ciertas ocasiones y de eso soy yo el que tiene la culpa.

—Papá, yo...

—Phoe, si quieres estar con él, ve y dile de una buena vez, cariño. Si algo he aprendido todos estos años al lado de tu madre es a actuar rápido —papá gira sobre sus talones y me deja ahí, con un remolino en mi cabeza.

No puedo ser tan cobarde. Me acerco a él, de una manera más segura en lo que cabe la palabra.

— ¿Josh? —toco su hombro con mi mano temblando tanto que eso solo empeora mi nerviosismo.

Él me observa, al igual que los contratistas que se encuentran con él.

— ¿Me permiten un segundo? —dice hacia los demás hombres frente a él —Dime, Phoe —él se gira por completo, y yo me congelo.

Soy una maldita cobarde.

— ¿Podemos hablar? en privado.

—Claro, solo déjame arreglar esto y estoy contigo.

Josh siempre fue el irresponsable de espíritu libre de los dos, ¿por qué siento que eso ahora es al revés?

Aprovecho su hora de almuerzo para tener toda su atención sin ningún tipo de contratiempo. Toda mi vida fui fatal para coquetear, espero que al menos no me vea como una completa tonta.

— ¿Cómo han estado las cosas con Blake? —pregunta después de un silencio un tanto incómodo.

—No lo sé, desde que hablé contigo hace tres días... bueno, digamos que aun no me contesta y sigo creyendo que lo que dijiste puede ser una realidad.

— ¿Crees que puede estar engañándote?

—No estoy completamente segura, pero viendo su actitud actual, es muy probable.

—No deberías de estas pasando por esto, Phoe. El nunca te mereció...

— ¿Y tú si?

Idiota, idiota, idiota... soy una completa idiota. ¿Cómo le vas a decir eso, Phoebe?