Capítulo Quince

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Mis manos comenzaron a temblar. No podía creer que estuviese tan nerviosa, pero lo estaba, realmente me estaba muriendo por los nervios.

— ¿Estás bien, Phoe? —Gabriel me observaba mientras daba vueltas en la sala. Mi teléfono no sonaba y necesitaba urgentemente que lo hiciera.

—Si, solo estoy esperando una llamada importante. Asuntos de trabajo —respondo, mirando a Gabriel no muy convencido.

La parrillada la estaban haciendo en el jardín trasero, y yo no he podido moverme de la sala desde que llegamos Theo y yo.

— ¿Por qué no esperas la llamada con nosotros? Te estas perdiendo de los chistes de Annabeth —intento sonreír, pero mis nervios no me lo permiten.

—Te prometo que en cuanto tome la llamada, iré. Guárdame un par de hamburguesas —Gabriel asiente vencido, y se retira dejándome sola en la sala de nuevo.

Josh dijo que me llamaría en unas horas, y ya han pasado unas horas... ¿Por qué demonios no llama?

—Tranquila... respira... —me digo a mi misma tomando asiento en el sofá. Me siento con mucha ansiedad, mis manos no han dejado de temblar y creo que estoy comenzando a sentir nauseas.

De repente, escucho como se abre la puerta, pero no se escucharon gritos de felicidad y tampoco logre captar una conversación.

— ¿Hola? —dice la persona recién llegada en cuanto entra a la sala — ¡Phoebe Schlesinger! Que sorpresa.

—Lazer, siempre es un placer verte.

—Lo mismo digo, querida —Lazer besa mi mejilla y sonríe al verme. Su cabello está mucho más largo que antes. La última vez que lo vi fue hace casi un año y medio cuando vine a visitar a Theo en las vacaciones de primavera.

— ¿Dónde estuviste metido? No te vi en la boda de mi hermano.

—Estuve buscando tesoros al rededor del mundo —dice tomando asiento junto a mi.

— ¿Encontraste algo interesante?

—Por supuesto, pero como siempre los tesoros deben quedarse en sus respectivos lugares para que los demás también los aprecien —extrañaba su loca filosofía.

— ¿Lazer? —la voz de Theo detrás de nosotros hizo que Lazer se volteara — ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en Galápagos o alguna isla desierta?

Lazer se levanto y abrazó a mi hermano de manera fraternal.

—Acabé de mirar las maravillas del mundo, al menos por ahora. Quería venir y conocer a la nueva señora Schlesinger.

— ¿Conocer? ¿En serio, Logan? Me ofendes —responde Anne detrás de Theo. Él coloca su brazo al rededor de su cintura atrayéndola a él besando su sien — ¿Por qué no dijiste que vendrías?

—Al parecer hoy es un día de visitas inesperadas —dice mi hermano. Anne automáticamente golpea su costado con su codo asiendo que de un pequeño quejido de dolor.

—Todos son bienvenidos siempre —puntualizó Anne, haciendo que me riera un poco de mi hermano.

Mi teléfono comenzó a sonar, sacándome de mi zona por completo. Los nervios volvieron, y lo peor de todo es que no tengo la más mínima idea de cuando se fueron.

—Debo contestar, ya vuelvo —sin que nadie pueda decirme nada, salgo de la sala y subo las escaleras de dos en dos.

Arriba, contesté la llamada, pero me quedé en silencio un par de segundos.

— ¿Hola? —dije, intentando mantener mi voz estable.

—Phoebe, ya hablé con Casper, y dice que está interesado en la propuesta. ¿A cuántos arquitectos necesitas?

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora