Capítulo Veintiséis

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Hoy es la inauguración, y aunque mi ánimo está por los suelos en este momento, como directora ejecutiva que soy, no puedo darme el lujo que fingir estar enferma y encerrarme en mi habitación a comer helado y ver películas depresivas de los noventa.

No... elegiré un increíble vestido, y portaré la mejor sonrisa que alguna vez he podido tener. Nada malo saldrá esta noche... todo estará bien...

— ¿Ya sabes que ponerte para esta noche? —dice Theo al pie de mi puerta.

—Aún no, pero estaba a punto de ponerme en eso, ¿por qué? —él me observa con una sonrisa y saca una bolsa de realmente no se donde —Theo, no tenías que comprarme nada.

—Quería hacerlo, lo vi en una tienda y pensé "Mi hermanita se vería realmente espectacular en el" así que aquí está —me entrega la bolsa y en ella hay un vestido negro con leves tonos en gris, sumamente suave. La tela es algo espectacular, no estoy segura de lo que es, pero su suavidad me deja fascinada —Es seda pura, es bastante sorprendente lo suave que es, ¿cierto? —asiento sacando por completo el vestido.

—Es precioso, gracias Teddy —me lanzo sobre sus brazos. Él realmente sabe lo mal que la estoy pasando ahora y el hecho de que haga estas cosas por mi, aunque sean mínimas, me hace sentir mejor.

—No hay de que, Phoe —él besa mi frente antes de darme una linda sonrisa —. Si me necesitas estaré en la habitación de semilla.

— ¿Semilla? —pregunto riendo un poco.

—Así decidimos llamar al bebé hasta que sepamos que será. Harriet tuvo la idea, hace un año vio en la escuela el proceso de crecimiento de las plantas y está algo obsesionada con las flores. Cuando vio a Anne dijo que tenía una semilla dentro de ella y por eso le crecía el vientre, así que ahora es Semilla.

—De acuerdo, Semilla... ¿quieres que te ayude con algo?

— ¿No estás ocupada? ¿necesitas organizar algo para esta noche?

—Todo está listo, lo bueno de ser el jefe es que puedes hacer que los demás hagan todo por ti. Además, papá tenía todo planeado desde hace bastante.

—Nada extraño en él. ¿Vienes? Hay muchas bolsas llenas de ropa que necesitan llenar esos cajones.

— ¿Le has comprado ropa a Semilla? ¡Ni siquiera tiene seis meses, Theo!

—Hablé por teléfono con la Doctora Sheppard y...

— ¿La Doctora Sheppard? ¿La que nos trajo al mundo?

—La misma, mamá me dio su número y me dijo que la llamara si tuviésemos algún inconveniente o alguna duda durante todo el embarazo. Y bueno... soy nuevo en esto así que tenía muchas preguntas y la llamé hace dos días, luego de unos minutos de decirme lo emocionada que estaba de escucharme y lo sorprendida de que esté casado y esperando un bebé, nos pusimos a conversar sobre la dieta actual de Anne y los cuidados prenatales.

— ¿Ella aún ejerce?

—Según entendí ya está retirada pero aún atiende algunas veces ad honoremen actividades de beneficencia. En fin, me dijo que cuando Anne tenga dieciséis semanas podremos saber el sexo de Semilla, me dio el contacto de un colega suyo que según me dijo, es uno de los mejores ginecólogos en el mercado actualmente, pero Anne dice que está bien con la doctora Rowell y no piensa ir a ver a algún extraño. Así que nos quedaremos con Rowell y los consejos de Sheppard.

—Bueno, Anne está de doce semanas así que pronto sabremos el sexo de Semilla. No te alteres tanto.

Entramos a la habitación de Semilla que por cierto es tan linda que incluso provoca ganas de llorar de lo adorable que es todo.

Phoebe, Schlesinger IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora