Ahí estaba yo, parado frente a un gran espejo, mirando mi cuerpo desnudo y a mi lado izquierdo Orlando. Él, está vestido de traje, con un corbatín negro alrededor de su cuello. No siento pena alguna de estar desnudo frente a él. Me he entregado en cuerpo y alma, le pertenezco desde ahora. Estamos de pie frente a una mesa y detrás de ésta, hay un sujeto observándonos, no puedo verle el rostro.
—Te amo —susurra Orlando y besa mis labios tiernamente.
Tomando mi mano, me lleva por un camino lleno de espinas, el dolor es inmenso bajo mis pies.
Giro mi cara y lo miro, a él no le afecta en lo más mínimo, me sonríe.De pronto, un sonido me despierta de mi sueño raro. Es ya de día, la luz del sol entra por la ventana lastimándome los ojos. Me giro y Orlando no está, rápidamente me pongo mis pantuflas y corro hasta la cocina. Aún con la esperanza de encontrarlo desayunando, pero en lugar de eso, encuentro una nota en la mesa.
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Lo siento... No pude quedarme. gracias por la noche tan maravillosa. Te quiero.
—————Una punzada de decepción llega hasta mi pecho. No durmió conmigo, ¿A qué hora se fué?
«Eso te pasa por ser como eres», me regaña mi subconsciente.
Camino a mi recámara y tomo mi celular, decidido a llamarle. En la pantalla aparecen dos mensajes nuevos, opto por leerlos primero.
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De: Alberto
Dom 26-05-2014 7:31 AM
Está bien, ¿te parece si nos vemos hoy en la plaza? Te he echado de menos.
——————También lo echo de menos, imagino que sería un buen tiempo para reencontrarnos y contarle todo sobre mí.
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Para: Alberto
Dom 26-05-2014 7:35 AM
Ok, te veré en la plaza hoy a las 4:00㏘ También te he echado de menos.
—————Presioné enviar y continúo con el segundo mensaje.
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De: Orlando
Dom 26-05-2014 6:10 AM
Hola buenos días... Ricardo no podré verte hoy, tengo un asunto pendiente. Te llamaré más tarde. Te quiero.
———————¡Maldita sea! —exclamo.
Algo tiene que hacer. El pensamiento me enfurece.
¿Pero qué será?, ¿por qué diablos me hace esto?«¡Es lo que él quería, sexo y sólo eso. Jamás lo volverás a ver!», mi subconsciente es malo conmigo. Niego con la cabeza.
No puede hacerme algo como esto: me repito contínuamente, mientras me inunda la decepción.
Mi cuero cabelludo pica, diablos tal vez es cierto. Me siento en la cama, pensando sólo en él.«Relajate, dijo que te llamaría, te dió el oso y las flores, él volverá» La razón me consuela.
Lagrimas amenazan con salir. Sin responder a su mensaje, me levanto y decido salir con Beto, distraerme me hará bien.
Me desvisto y corro al baño.
Pongo play a mi lista de reproducción favorita y comienza a sonar.Cielos, necesito una ducha rápida. Me miro al espejo y paso una mano por mi cara. No tengo nada diferente, en absoluto, mi físico sigue intacto. Excepto por la estúpida y enorme sonrisa dibujada en mi rostro. Muchos dicen que cambias después de tener tu primera vez, pero creo que eso no paso en mí. Por dentro me siento diferente, me siento bien conmigo mismo. Me siento atractivo, valioso, y sin duda alguna podía sentir la penetracion de Orlando.
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Mi verdadero cielo
RomanceRicardo, un estudiante de preparatoria, un joven simple, común y corriente, nunca se hubiera imaginado conocer el amor abordo de un taxy. Pero no es solo el amor lo que encuentra en Orlando, si no más bien, un mundo totalmente desconocido para él. ...