El día lo habíamos pasado en la habitación de su hotel mientras Harry hacía unos llamados y yo veía despreocupadamente la televisión o leía un libro de bolsillo que llevaba a todas partes.
Decidimos cenar en uno de los restaurantes favoritos de Harry.
-Déjame pagar la cuenta a mi ahora.- Protesté intentando arrebatar el pequeño libro de cuero que sostenía en sus manos.
-De ninguna manera.- Rió alzando sus manos detrás de su cabeza para esconder la cuenta.
-Harry...- Se acercó a mi inesperadamente dejándome muda.
-De ninguna manera.- Dijo bajo y ronco cerca de mi rostro, su voz seductora a propósito hizo que mis mejillas ardieran mientras me mordía el labio solo para esconder una sonrisa nerviosa.
Nos quedamos por un par de cervezas y se ofreció nuevamente a llevarme a mi hostal, y aunque protesté porque se encontraba cerca, no dejó que caminara sola a esas alturas de la noche, aunque el reloj no alcanzaba a marcar la media noche.
Nos detuvimos fuera de la puerta como ya era costumbre mientras Harry apagaba el motor de su auto. Suspiré feliz por la entretenida velada que habíamos tenido y noté por el rabillo del ojo como Harry me miraba sereno. Desabroché mi cinturón y giré para encontrarme con sus ojos esmeralda profundos y cálidos.
-La comida estuvo deliciosa, gracias por la cena.- Harry seguía mirándome directo a los ojos, y de pronto, sus ojos bajaron a mis labios. Mi corazón se saltó un latido cuando los míos bajaron a los suyos y pude ver como su lengua salía a juguetear con su labio inferior. Mi respiración comenzó a vacilar, pero lo escondí bien e intenté alejar los pensamientos que se producían en mi cabeza cada vez que veía esos labios.
-Tienes que prometerme que la próxima vez me dejaras pagar a mi...-
-¿Te puedo besar?- Me interrumpió.
Mi estomago se apretó por la forma que salieron esas palabras de su boca. Sonreí pero negué con la cabeza.
-No.-
-¿No?- Preguntó algo confundido.
-Los besos no se piden, se dan.- Le respondí tranquila, aunque en mi interior estaba gritando y saltando de la emoción, sólo por el hecho de haber considerado besarme. –Y si me estás pidiendo un beso, mi respuesta es n...-
Pero no pude continuar.
Su mano tomó mi nuca con rapidez acercándome a él mientras sus labios presionaban los míos con urgencia. Un suspiro involuntario salió de mis labios haciendo que su lengua entrara a jugar ahora con la mía. Y me rendí, me rendí a ese beso tan perfecto y sublime. Sus labios sabían a todo lo que me imaginé, y más. Subí mis manos hasta su cabello para adentrarnos más en ese beso apasionado, que con cada roce de lengua nos cortaba más la respiración. Su mano bajó hasta mi cintura para intentar acercarnos más, pero estando en el auto fue imposible. Su tacto cálido hacía que todo en mi estallara en llamas, y que toda mi espina dorsal se convulsionara con ráfagas de electricidad.
Nos separamos un momento para buscar el aire que nos faltaba en los pulmones. Harry apoyó su frente en la mía mientras respiraba con dificultad.
-He querido hacer eso desde que nos bajamos del avión.- Confesó cerca de mis labios y sonreí. –¿Nos vemos mañana?- Dijo aun pegado a mi frente mientras su pulgar hacía pequeños círculos en mi mejilla y el resto de sus dedos largos se curvaban al comienzo de mi nuca. No confiaba en mi voz así que solo asentí, todavía respirando con dificultad. Harry volvió a posar sus labios en los míos, hundiéndonos ahora en un beso tranquilo y cariñoso.
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All The Love (Harry Styles)
FanfictionEran sólo 9 horas de viaje para comenzar las vacaciones de Carolina. 9 horas en un avión común y corriente, con un perfecto extraño a su lado. Nada fuera de lo normal. Pero ¿Qué pasaría si ese perfecto extraño sentado a su lado es Harry Styles?