Capítulo 14

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-Max por favor, acabo de despertar, explícate mejor o déjame dormir.-

-Abre el link que te envié por correo y luego me das esa actitud.- Y sin más colgó.

Volví a mirar la hora de mi celular y suspiré enojada, dormida y cansada. Sopesé la idea de dejar pasar esa llamada tan molesta y seguir durmiendo, pero al final tomé mi computadora y me metí al correo. Tenía unos cuantos que no había respondido y me fijé en el que decía el nombre de mi amigo.

-Ahora podrás creerme cuando te digo algo.- Junto con un link azul justo debajo de eso. Volví a pasarme las manos por los ojos perezosa, pero antes de que pudiera hacerlo tranquila el rostro de Harry apareció en una pagina web con grandes letras a su lado.

¿HARRY STYLES VUELVE CON SU EX?

Mi estomago se apretó, la bilis subió por mi esófago y mi corazón se achicó, todo al mismo tiempo.
En las fotos se veía a Harry con una bella mujer, nítidos y alumbrados por los flashes. Seguí bajando por el articulo donde se veían en otro lugar, Harry con el brazo alrededor de los hombros de ella. Leí.
"Tras la ruptura que tuvo la relación de la top model y el cantante en el 2013, fueron vistos cenando juntos en la noche, de forma romántica. Después de eso fueron vistos en un pub de forma cariñosa. ¿Habrán retomado su romance?"
Llegué a la ultima foto arrepintiéndome de inmediato.
Harry y ella, cerca.
Extremadamente cerca. Tanto que parecía como si se estuviesen besando.

Cerré abruptamente el computador dejando de lado las lagrimas que gritaban por salir.
Las palabras del texto que me había enviado Harry ahora tenían sentido.
Reí dolida negando con la cabeza.
¿Cómo pude ser tan ciega? Era obvio que esto era una estupidez, lo supe desde un principio y aun así me negué a abrir los ojos, no hay peor ciego que el que no quiere ver, y yo era la peor de todas. Eso y más, porque teniendo a mi amigo quien solo se preocupaba por mi bien estar lo traté como una imbécil, una imbécil que no quería escuchar, una imbécil ciega y sorda.
Tomé el teléfono y marqué a mi amigo.

-Lo siento, tenías razón, lo siento mucho.- Las palabras sonaban extrañas por la forma en que las lagrimas caían.

-No llores Caro por favor, no por ese imbécil.- Me dijo ahora preocupado, volviendo a ser el amigo que conocía. –No se merece una sola lagrima que salga de ti.-

-Sí lo sé, es un imbécil, no se por qué lloro.- Tomé un suspiro que quemó mis pulmones. –Tienes razón, no lloraré por ese imbécil. Disfrutaré este hermoso lugar y no pensaré más en lo que pasó.- Pero las lagrimas seguían saliendo aunque con menor fuerza.

-Lo lamento mucho.-

-No lo hagas, debí escucharte, pero fui demasiado estúpida para hacerlo, y me disculpo, ahora prométeme que si me comporto así nuevamente me patearás el trasero.- Mi amigo rió suave.

-Gastaré todos mis ahorros en pasajes para patearte el trasero, lo prometo.- Ahora era yo la que sonreía. –Te extraño.-

-Y yo a ti. Y Caro, olvídate de él ¿sí? Disfruta estos días que te quedan, sal con esa Ana que conociste y distráete.-

-Lo haré, te llamo en la noche.-

Almorzaba y mi celular se encendió por tercera vez con los mensajes en silencio que me llegaban de Harry. Sabía que tenía que escribirle en algún momento para hacerle saber lo que sabía, y después de pensarlo con cada bocado de mi plato decidí que ya era el momento. Me metí al correo y abrí el link que me envió mi amigo hoy en la mañana y guardé un par de fotos, incluida la ultima que a penas tuve el coraje de ver nuevamente.

Abrí el mensaje de Harry y le mandé las fotos.

-Deberías tener más cuidado con los paparazis, están en todos lados.-

Pude ver como recibía y leía el mensaje y en menos de treinta segundos mi celular se encendió con una llamada entrante. Me mentalicé contando hasta tres.

-Harry.- Contesté seca.

-Mierda Carolina, déjame explicar...- Pero lo interrumpí.

-Mira Harry, no sé con el tipo de mujeres te envuelves, pero yo sé con el tipo de hombres con el que yo me envuelvo, y no son los que se besan con una para que al otro día lo hagan con otra diferente, mi mundo no es así, quizás el tuyo sí, no lo sé, pero no pretendo averiguarlo.-

-Carolina.- Su voz salió suplicante.

-Está bien Harry, de verdad, no teníamos algo serio, y puedes hacer lo que te plazca, pero como te dije, yo tengo mi moral y por lo visto no es compatible con la tuya. Ahora, agradecería que me dejaras disfrutar lo que me queda de vacaciones. Que estés bien Styles.- Alejé el celular de mi oído y escuché como Harry decía algo más, pero no quería escucharlo, no podía.
Colgué.

Sorpresivamente nada corrió por mis mejillas, aunque mi pecho estaba apretado a más no poder no tenía ganas de llorar, ese sentimiento había sido pisoteado por el enojo hacía ese inglés con cabello largo, mandíbula cuadrada y labios perfectos, ese hombre con ojos esmeralda y hoyuelos preciosos, con sus brazos tatuados, esos brazos y torso esculpido por los Dioses... Moví mi cabeza para espantar el rumbo que estaban tomando mis pensamientos. Basta Carolina.

Desde que hablé con Harry en el almuerzo ignoré su llamados durante el resto del día, hasta que Morfeo hiso de las suyas ya entrada la noche. Como le había prometido a mi amigo y a Ana después de contarle, no había derramado otra lagrima por lo que había sucedido en la mañana, y estar haciendo un montón de cosas en el día me ayudó a no pensar en Harry o en la mujer bella que lo abrazaba.

Un sonido en la puerta me sacó del noveno sueño que tenía esa noche. Miré mi celular y la hora, eran las dos de la mañana, supe de inmediato quien era.
Sopesé la idea de dejar a Harry tocar mi puerta hasta que se aburriera, pero sabía que no era tan mala persona para dejarlo así. Levanté mi trasero cansado y me tomé mi tiempo en abrir. Me lavé el rostro, me puse mi bata y me dirigí hacía la puerta, abriéndola solo un poco.

-Carolina, por favor, deja explicarte.- Una alarma en mi cabeza se encendió cuando oí a Harry hablar arrastrando las palabras.
Mierda.

Estaba ebrio.

All The Love (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora