All The Love (Harry Styles)

Capítulo 21

La radio sonaba baja mientras me concentraba en hacer una lista mental de todo lo que había ocurrido en los últimos días, intentando convencerme que no estaba en un sueño profundo y que no iba a despertar por la mañana en un pequeño hostal con un sentimiento de vacío en el pecho.

-¿Quién es Ana?- La voz de Harry hizo que saliera de mi ensimismamiento y sonreí para mis adentros. No estaba soñando.

-Es una amiga que hice el día que nos juntamos por ultima vez en el café.-

-¿Cómo se conocieron?- Me preguntó intrigado.

-En un pub, dijo que me había visto en las fotos que salieron a la luz, y comenzamos a hablar.-

-¿Se acercó a ti, así de la nada?- Asentí. -¿Es de aquí?-

-De Estados Unidos. Terminó con el psicópata de su novio y arrancó por unas pequeñas vacaciones. Una gran fan de ustedes, muere de ganas de conocer a Louis y ser el amor de su vida.- Harry rió.

-Algún día se lo presentaré, y a ti igual, ya le he hablado a los chicos de ti y quieren conocerte.- Mi rostro ardió en llamas. –Te los presentaré... Menos a Liam.- Dijo fingiendo seriedad.

-¿Por qué no a Liam?-

-Liam, ¿El del pelo bonito? El que quieres contactar en tus días... No señor.- Reí recordando el primer día en que nos conocimos.

-Es adorable, nada más, si vas a preocuparte de alguien hazlo con el de pestañas largas.- Lo tenté.

-No es divertido.- Me dijo con una sonrisa pero con su ceño fruncido, una combinación completamente letal. –Eres mía.- Me miró y le devolví la mirada con una ceja arqueada. –Por los días que te quedan.- Me recitó taciturno.

-¿Qué hay con tu ex y todo eso de "Están más enamorados que nunca?"- Harry suspiró fuerte mientras sus ojos se volvían a posar en la carretera.

-¿También lo viste huh? Ya te lo dije Pecas, era todo una mentira, ella también lo sabe y todos los que nos rodean.- Mi estomago comenzó a hacer cosas raras al pensar en Harry y en todos los problemas que tendría con esto, pero antes que mi preocupación tomara forma su mano tomó la mía. –Hey, no te preocupes ¿Si? Sé lo que hago, y sé lo que quiero, y es a ti.-

Volvió su vista a la carretera mientras negaba divertido.

-¿Qué?-

-No sé que fue lo que me hiciste pero me tienes idiotizado, sin mencionar que no dejo de ver pecas por todos lados.- Mi corazón se agrandó al escuchar esas palabras roncas.

-¿Será porque hay muchas pecosas en este mundo?-

-Ninguna como tu.- Volvió a regalarme un pequeño apretón cariñoso al tomar mi mano nuevamente. –Ahora.- Dijo buscando algo en su bolsillo y el color subió hacía mis mejillas cuando me pasó su celular. –¿Serías tan amable de volver a poner tu numero ahí?-

-Lo siento.- Le dije arrugando la nariz.

-Intenté llamarte ese día cuando desperté en tu cama, solo.- Me miró reprochándome. –Pero me di cuenta que ya no te tenía en mis contactos.-

-Lo siento, pero tenía que hacerlo.- Me volvió a mirar. –No te preocupes, no urge en nada, solo borré mi numero.-

-No me preocupaba eso, te lo aseguro, no tengo nada que esconder. Solo me preocupaba el echo que no te podría contactar, al borrar tus contactos se eliminó el numero de la mensajería por ser un numero extranjero.- 

Y con eso volví a poner mi numero. Tomé su cámara y saqué una fotografía frontal donde estiraba mis labios en forma de beso y lo guardaba junto con mi contacto.

-Así tendrás un beso mío cada vez que te llame.- Le dije entregándole el celular y Harry me miró complacido.

-Mucho mejor que la fotografía con mi lengua afuera. Ahora, relájate que son unas horas hasta llegar a mi casa.-

Y volvió a mirarme regalándome sus hoyuelos hermosos, su sonrisa torcida y sus ojos esmeraldas. Todos solamente para mi.