Capítulo 34

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Anne y Gemma nos veían desde la puerta de la casa mientras Harry terminaba de cargar el auto para volver a Londres. Los ánimos de todos era una constante batalla entre felicidad y tristeza, entre nostalgia y agradecimiento por haber pasado unos días bellos, pero con la inevitable despedida que asomaba cada vez más con cada conversación que pasaba, con cada día que compartíamos juntos, como si fuesen mi propia familia.

Caminé unos pasos hacía Gemma y la abracé como abrazaría a una hermana si la tuviera.

-Realmente fue un gusto haberte conocido Carolina, no tienes idea.- Esas lagrimas que tanto había tratado de esconder peleaban por salir libres.

-El gusto fue mío, créeme. Eres una persona muy especial, y tienes una familia maravillosa.- Le respondí aun abrazando su cuerpo. –Y gracias.- Dije alejándome para verle el rostro. –Gracias por todo.- Me sonrió al captar mi agradecimiento específico.

-Seguiremos en contacto.- Me advirtió al separarnos.

-No lo dudes.- Le guiñé un ojo. Me acerqué a Anne quien ya me esperaba con los brazos abiertos y unos ojos vidriosos.

-Te voy a extrañar cariño.- Me dijo con un abrazo apretado. –Sé que no tiene mucho sentido, pero así lo siento. Haces feliz a mi hijo y por eso te has ganado un puesto en mi corazón.- Las palabras no salían de mis labios, pues habían sido reemplazadas por las lagrimas que ahora corrían sin permiso. Asentí con tristeza.

-Me faltarán vidas para demostrarle lo agradecida que estoy por abrirme las puertas de su hogar.- Le dije al fin. –Gracias por todo.- Anne se secó una lagrima traviesa.

-Vamos a sacarnos unas fotos.- Dijo sacando su celular.

-¿No has tomado bastantes ya?- Bromeó Harry, pero se posicionó a su lado mientras Anne le pasaba su celular a su hija para inmortalizarnos a los tres.
Después de varías fotos Anne abrazó a su hijo para despedirse y me alejé para darles privacidad.

-Sigue a tu corazón.- Pude oír a lo lejos mientras se daban un ultimo abrazo. Y el mío se hinchó al escuchar sus palabras.


Salimos de la ciudad y mis ojos aun estaban rojos por esas lagrimas que aun salían en silencio. Había estado es su casa solo unos días, y era imposible saber como llegué a sentirme tan en casa, tan querida y cómoda. Su madre y su hermana me habían acogido de una manera tan especial, que sabía que las extrañaría, se sentía como si estuviese alejándome nuevamente de mi propia familia. Tal como dijo Anne, no tenía mucho sentido, pero como ella, yo también lo sentía. Me sequé la nariz con un pañuelo haciendo que Harry volteara a verme.

-Me sentiré celoso si no lloras así cuando tengamos que despedirnos del otro.- Bromeó cariñosamente contra el volante para apaciguar los ánimos, y no pude evitar sonreír por su humor inoportuno. Harry tomó mi mano y se la llevó a sus labios para depositar un pequeño beso en el dorso.

-Ni siquiera quiero pensar en ese momento.- Le dije triste.

-Entonces no lo hagas amor.- Me miró sonriendo, pero pude ver la tristeza en sus ojos. -Aun nos queda un día. No pensaremos en eso hasta que estemos obligados a hacerlo.-

-¿Sabes que tenemos una conversación que tener respecto a todo esto verdad?- Harry suspiro y pude notar como la tristeza brotaba de tan sonora exhalación.

-Lo sé, pero no pensemos en eso ahora, volvamos al hotel, pasemos una buena noche y disfrutemos de lo que nos queda ¿Sí?-

Me sequé la ultima lagrima dejando claro que no lloraría nuevamente hasta que fuese totalmente necesario. Harry tenía razón, teníamos que disfrutar todo lo que pudiéramos, ya que el temporizador cada vez marcaba menos, como una bomba esperando su destino, sabiendo que cuando llegue a cero, explotará para hacerme añicos.  

All The Love (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora