Capítulo 20

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Subí al auto de Harry con mi pequeña maleta sin saber realmente lo que hacía, pues mi mente un poco alcoholizada no procesaba las cosas tan rápidamente. Estaba a punto de ponerme el cinturón de seguridad cuando todo me golpeó de frente.

-No.- Harry me miró con las manos en el manubrio. –¡No!- Intenté abrir la puerta del auto pero su cuerpo cruzó el asiento cerrándola nuevamente.

-Carolina.- Dijo suplicante.

-No Harry.- Me giré para encararlo. -No puedes llegar como si nada ha pasado y esperar que me vaya contigo a Chesdiraire.-

-Cheshire.- Me corrigió paciente.

-No es el maldito punto. No puedes esperar que suba a tu auto así como así, tu estás con ella, y todos lo saben ahora, tu lo sabes, ella lo sabe, yo lo sé, y tu ya tienes tu... Harry, me voy mañana, tengo un vuelo que tomar...-

Sus labios hicieron callar los míos con un beso cargado de todos los días que no nos habíamos besado.

-No estoy con ella ni quiero estarlo.- Dijo ronco aun con su mano en mi nuca.

-Harry...- Mi voz sonó como un susurro leve.

-Terminé todo lo que tenía que hacer.- Me devolvió cerca de mis labios.

-Y eso que tiene que ver conmigo...-

-Allá no podrán molestarnos, te lo prometo.- Lo miré confundida.

-Harry...- Aun intentaba procesar todo lo que estaba pasando.

-¿Tu dijiste que me querías no? ¿Qué querías estar conmigo?- Sus ojos esmeralda me miraron serios, pero podía ver en ellos una pizca de ansiedad.

-Sí pero...-

-Bueno, allá no nos podrán molestar.- Mi cabeza trabajaba a mil por hora intentando alinear todos los pensamientos que se galopaban con lo que acababa de ocurrir. Harry quería estar conmigo. Harry quería arrancar conmigo. Y como un fuego artificial mi pecho comenzó a llenarse de calor.

Pero algo en mi seguía alarmada.

-Tengo que tomar un vuelo, mañana si no lo has olvidado.-

-Y lo cancelaras, ¿No fuiste tu la dijo que no te extrañarían si faltabas unos días?-

-Sí pero...-

-Pero nada, estás aquí ahora, y estarás conmigo los días que tengas que estar.- Su voz ronca me convenció por completo y en mi mente el ticket de avión se había hecho añicos mientras los tiraba por doquier. Asentí. Seguí mirándolo fijamente con la pregunta que me quemaba por dentro.

-¿Qué está mal?- Me preguntó preocupado.

-¿No te meterás en problemas por lo que dijiste?-

-¿Qué eres mi novia?- Negó con la cabeza. –Ya no me importa, lo eres.- Me miró serio, pero pude ver en sus ojos cierta duda.

-¿Y qué te hace pensar que quiero serlo?- Ese dejo de preocupación ahora se extendió por todo su rostro.

-¿No quieres serlo?-

Intenté mirarlo a los ojos lo más seria que pude, pero no engañaba a nadie, no podía esconder la felicidad que me provocaba el saber que quisiera ser mi novio.

-No si no me lo preguntas debidamente.- Le sonreí ahora entregada completamente y pude ver como soltó el aire de sus pulmones relajado y me tomó una mano.

-Pecas.- Sonrió. –Mi Pecosa, ¿Quieres ser mi novia?- Acorté el pequeño espacio que nos separaba y rocé mis labios con los suyos.

-Sí quiero.- Sentí como sonreía contra mis labios. –Pero solo me quedan un par de días aquí, así que no creo que sea posible.- Harry soltó un suspiro sonoro. –Lo siento, pero hay que ser realistas en esto.- Pude ver como hacía un pequeño puchero como un niño de cinco años volviendo a llenar sus pulmones.

-Pecas.- Volvió a decir.- ¿Quieres estar conmigo hasta que tengas que volver?-

-Eso lo acepto.- Sonrió mientras su mano tatuada tomaba mi nuca haciendo que me acercara para volver a besarlo. Esta vez, haciendo que la temperatura del auto subiera un par de grados.

No me importaba no ser la novia de Harry, sabía que no se podía, aunque me moría de ganas de poder serlo. Sabía también el lío que se armaría por la declaración que hizo en frente de ese hombre gigante y su cámara. Pero no me importaba, no me importaban los mensajes de odio que recibiría, no me importaba los canales de televisión mostrándonos abrazados mientras el declaraba que era su novia, sólo me importaba estar con él, aun que fueran por los pocos días que me quedaban en este país. Con eso me bastaba. Con eso era feliz.

Harry volvió a la carretera ahora calmado hasta la espina, al igual que yo.

All The Love (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora