Iba en mi segundo mojito y el alcohol ya comenzaba a hacer estragos en mi cabeza, pues no comer antes de beber era una de las peores cosas que se podía hacer, pero la noche no estaba para algo suave como cerveza, esta noche quería olvidar y pasarlo bien, emborracharme hasta que mi cerebro dejara de funcionar, y mis compañeros de trabajo pensaban lo mismo que yo, sirviéndose varios tragos fuertes.
-¿Ahora nos contarás que hacías con Harry no sé su apellido? No te puedes esconder ahora, has estado pateando tu respuesta desde el lunes.- Habló fuerte Tamara, la chica que siempre tenía el chisme de todos y las otras cinco personas a mi alrededor se fijaron en mi, preparándose para escuchar mi historia.
Sonreí pero no llegó a mis ojos, pues en ellos solo había una llama ardiendo por todo lo que había pasado.
-Un buen polvo, eso era lo que hacía con Harry no sabes el apellido.- Dije recordando las palabras del mensaje, riendo sarcástica.
-¿Sólo un polvo? Vamos, Tamara me mostró los videos, era mucho más que eso.- Dijo Nate.
-¿Están enamorados?- Cantó Melisa ebria, arrastrando las palabras y sonriendo como niña chica. Y como el fusible que ya ardía dentro de mi pecho, no sentí nada más que enojo al recordar lo que se supone que ambos sentíamos.
-Enamorados del polvo.- Dije rápidamente, y todos rieron.
-Me parece excelente.- Dijo Nate levantando su vaso. –Por los polvos internacionales.- Brindó y todos tomamos de nuestros tragos.
-Y con famosos nada más.- Terminé de decir, guiñando el ojo y levanté los hombros orgullosa, recordando lo mucho que Harry odiaba que lo catalogaran de esa forma.
Sabía que me estaba comportando como una idiota, pero no me importaba, no me importaba nada. Y me alegraba el hecho que mis compañeros no tocarán más el tema.
Seguimos desparramando dinero con cada trago que nos servían, haciendo que las palabras salieran más lentas y las carcajadas más fuertes.
Me había levantado para ir al baño y al llegar me encontré con mis compañeros jugando una ronda de Verdad o Reto mientras Mat, el chico que nunca decía nada, le metía la lengua a Tamara hasta las amígdalas, haciendo que una risa borracha saliera de mi por la inesperada imagen.
-¡Vaya Mat!- Grité sentándome y bebiendo otro sorbo de mi trago.
-Tu turno Tamara.- Dijo Nate. Tamara se limpió el exceso de baba y me apuntó con su dedo regordete.
-Carolina, ¿Verdad o Reto?-
-Verdad.- Dije sin pensarlo, no estaba tan ebria como para exponerme a hacer algo como lo que acababa de presenciar.
-Entre estos guapos concursantes...- Dijo apuntando a mis compañeros. –¿Con quién te acostarías?-
-Si mi vida dependiera de ello...- Dije divertida mientras pasaba por los ojos de cada uno. –Sería con Melisa.- Todos hicieron un sonido escandaloso al escuchar mi respuesta.
-Vamos, sabemos que no tiras para ese lado.- Me dijo Tamara entre los gritos cavernícolas de mis compañeros.
-¿Quién sabe?- Dije aun riendo.
-Si, quién sabe, quizás deberían empezar ahora.- Dijo Jared.
-Un besito, por ultimo.- Siguió Oscar. –Para creer, digo yo.-
-¡Basta!- Gritó Tamara.
-Está bien.- Reí. -Nate.- Dije seriamente. Ahora el sonido se había transformado en un largo "uh" coqueto.
-Tu turno Nate.- Dijo Mat levantando su vaso.
-Carolina, Verdad o Reto.- Dijo mirándome a los ojos.
-¡Vamos! Acabo de jugar.- Pero no le importó en lo absoluto y levantó los hombros divertido.
-Esta bien. Reto.- Pero me arrepentí al instante. No quería besar a nadie esta noche. ¿O sí? Meneé la cabeza mientras Nate pensaba en mi reto.
-Te reto a que...- Mi estomago se apretó y la bilis subió por mi garganta. ¿Por qué estaba tan ansiosa? -...Te tomes lo que tienes en tu vaso de un solo sorbo.- El aire que tenía en mis pulmones salió de una vez. Miré mi vaso que estaba casi lleno.
-¿Y si no puedo hacerlo?-
-Si no puedes, tu penitencia será darme un beso.- Todos gritaron alentando la petición de Nate.
Tomé mi vaso decidida y le quité un par de hielos. Había hecho esto antes, solo tenía que concentrarme. Todos empezaron a gritar mientras me llevaba el vaso a los labios y bebía el contenido entero sin titubear. Dejé el vaso con un golpe fuerte en la mesa por mi victoria.
-¡Santa mierda!- Gritó Nate sorprendido. –¡Me caso ahora mismo!-
-Años de experiencia.- Le dije con un poco de asco por la recarga de alcohol en mi boca. –Nadie puede superarme.- Dije arrogante, haciendo que todos se miraran desafiantes.
-Eso está por verse.- Dijo Oscar alzando su vaso lleno, seguido de Jared, Mat y Nate, todos haciendo lo mismo que había hecho yo.
-Hombres y su inexplicable manía por competir en todo.- Me dijo Tamara divertida mientras los otros se ahogaban en alcohol para ver quien era el más rápido.
-Imposible que una mujer sea mejor bebiendo que ellos, como se les puede ocurrir.- Dijo Melisa irónicamente, riendo mientras mi celular quemaba en mi bolsillo, gritando lo mucho que quería llamar a Harry. Pero no podía, no debía, así que levanté mi mano para pedir otro trago, ahogando toda gana de comunicarme con él.
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All The Love (Harry Styles)
FanfictionEran sólo 9 horas de viaje para comenzar las vacaciones de Carolina. 9 horas en un avión común y corriente, con un perfecto extraño a su lado. Nada fuera de lo normal. Pero ¿Qué pasaría si ese perfecto extraño sentado a su lado es Harry Styles?