Habíamos pasado el día completo encerrados en la habitación, llenándonos del otro hasta quedar exhaustos, sin ninguna intención de abandonarla, ni de volver a ponernos algún tipo de prenda para cubrir nuestros cuerpos.
Después de otra maratón de besos y cuerpos doloridos por todo lo que acabábamos de hacer, nos tendimos en la cama gigantesca buscando el aire que nos faltaba en los pulmones, ambos sudando hasta morir y ambos hundiéndonos en ese maldito temporizador que nos mataba.
El sol se había escondido hace horas, aunque solo lo habíamos notado cuando tuvimos que parar y separar nuestros cuerpos para alimentarnos.
Ahora estábamos acostados y solo nuestras manos se juntaban revoloteando con nuestros dedos.El silencio envolvía la habitación gigante y el aire estaba cargado de despedidas y preguntas sin responder, tanto que se había vuelto casi imposible respirar o pensar en otra cosa que no fuera la despedida fatal.
Ambos sabíamos que no podíamos seguir ignorando lo inevitable. No podíamos seguir escondiendo la nefasta conversación que tenía que tener lugar en algún momento, así que decidí que sería yo quien mataría al elefante enorme que se encontraba en la habitación.-Creo que es momento de tener la charla.- Le dije sentándome y cubriéndome con las sabanas blancas.
Harry captó al instante de qué charla me refería, haciendo una mueca de dolor, como si le acabaran de pegar en el estomago.
Me senté en el medio de la cama gigantesca cruzando las piernas mientras Harry hacia lo mismo justo frente mío.
Lucíamos como dos personas en medio de una isla desierta, dos personas que no querían asumir la realidad que estaba golpeando la puerta, ahora a patadas.
Este era el final, teníamos que separarnos y no había nada que pudiéramos hacer al respecto. Nuestra pequeña relación, por intensa que fuera había llegado a su fin.-Yo no quiero ser el que sentencie esto.- Dijo Harry tan ronco que a penas pude escucharlo. Y sus palabras abrieron un agujero en mi pecho que sabía que iba ser imposible de volver a llenar.
-Alguien tiene que hacerlo.- Respondí suave y llena de dolor. Sus manos llenas de anillos pasaron por su cabello suelto para quedarse ahí.
-La verdad es que...- Se detuvo un momento para mirar mi rostro apenado. -No quiero sentenciar esto amor.- Cerré mis ojos a sus palabras que pudieron llenar un poquito de ese vacío que sentía en el pecho.
No quería terminar con esto, y yo tampoco. ¿Pero, qué podíamos hacer?
-Tenemos que hablar sobre esto...- Le dije bajo y me respondió con un sacudida lenta y dolorosa de su cabeza mientras sus dedos jugaban con su frente, como intentando calmar el dolor de cabeza que le producía tener esta conversación.
Mi mente pasó desde el momento que nos conocimos en ese avión, desde que nos juntamos por primera vez en la cafetería, hasta el día de hoy, sentados como verdugos buscando el siguiente destino para las almas del otro, pero no podía tomar la decisión que sabía que tenía que tomar. No quería separarme de él por siempre, sabía que teníamos que hacerlo, pero no podía. No quería.
Mi mente se fue a él, a sus ojos esmeraldas, a su ceño fruncido, a sus cejas, su nariz, sus labios, a sus canciones... Pero se detuvo ahí, en sus canciones que ya me sabía de memoria.Quizás si había algo que podríamos hacer.
-¿Y si no hablamos...?- Comencé a decir, pero mi mente seguía instalada en una de sus canciones, me paré para tomar mi computadora y ponerla a nuestro lado mientras volvía a mi posición. Harry volvió a mirarme confundido por mis acciones. Me acomodé bien y abrí mi lista de reproducción.

ESTÁS LEYENDO
All The Love (Harry Styles)
FanfictionEran sólo 9 horas de viaje para comenzar las vacaciones de Carolina. 9 horas en un avión común y corriente, con un perfecto extraño a su lado. Nada fuera de lo normal. Pero ¿Qué pasaría si ese perfecto extraño sentado a su lado es Harry Styles?