Me desperté sin saber dónde estaba y sin abrir los ojos, con la boca seca a más no poder y los sonidos de la ciudad golpeándome la cabeza como si fuesen un martillo gigante.
La luz del sol molestaba en mis párpados cerrados, haciendo que se negaran a abrirse para afrontar la realidad. No sabía donde estaba, y me daba terror abrir los ojos para encontrarme en una habitación desconocida, al lado de quién sabe. Suspiré cansada y afronté la realidad. Mis pulmones soltaron el aire que sostenían. Estaba en mi pieza, en mi cama.
Tomé mi celular para ver la hora y vi un nuevo mensaje de Ana que había llegado la noche anterior.
-Cariño, las cosas se complicaron, no podré viajar, pero te prometo que lo haré pronto.-
No tuve fuerzas para responderle al instante. Tampoco me acordaba de haber escuchado el teléfono con su mensaje, "Debe haber llegado en la madrugada" pensé.
La noche era un recuerdo borroso en mi mente, y la resaca hacía que sintiera vergüenza analizar todo lo que había hecho estando ebria. Pero tenía que hacerlo, era un acuerdo global después de beber hasta la perdición.
Comencé para mi gran pesar;Tamara y Mat besándose.
Bebiendo el vaso en el reto de Nate.
Nate acercándose toda la noche a mi.
El mensaje a Harry.
La resaca moral comenzaba a agrandarse. Y al recordar a Harry una presión se agrandó en mi pecho.
Harry.
Lo había visto anoche. No era un sueño, no era una ilusión. ¿O sí?
Me senté en la cama como si tuviera un resorte en el cuerpo, haciendo que me arrepintiese al instante al sentir como la bilis subía por mi tubo digestivo y el martillo imaginario daba un golpe directo entre mis ojos.
Tomé mi cabeza para que no explotara mientras intentaba enfocar la vista. Miré mi celular, eran las ocho y tantos de la mañana.
Estaba sola en mi habitación, vestida tal cual había estado el día anterior.
¿Habré soñado todo eso? ¿Lo habré imaginado?Me dirigí hacía el resto de la casa para ver si alguien más se encontraba ahí, sin saber a quién me podría encontrar; ¿Harry? ¿Nate? ¿Algún otro desconocido?
Me paseé por mi pequeño departamento con el corazón en la mano. Pero al llegar al living comedor, me di cuenta que estaba sola.
Estúpida.
Me lo había imaginado todo, había sido una cruel jugarreta de mi inconsciente.
Mi pecho se volvió a hundir en la vergüenza que sentía, por estar al punto de imaginarme a Harry aquí, por querer estar con Nate para olvidarme de él. Todo era un revoltijo de emociones que me costaba sobrellevar, así que decidí que una buena ducha y un café serían el mejor remedio para esta resaca física y moral que me carcomía el cuerpo.
Llamaría a Nate al medio día para que me diera su versión de la historia, pues por más que intentaba recordar, no sabía como había llegado hasta mi cama. Podía haber pasado la noche con él y ni siquiera lo hubiese recordado. El calor de la vergüenza subió nuevamente a mi rostro y me apresuré a la ducha, rezando que la resaca moral que sentía en esos momentos fuesen eliminadas con agua, jabón y un montón de lagrimas.
Me estaba poniendo una polera holgada y cómoda que usaba para estar en la casa cuando siento a alguien a mis espaldas.
-Buenos días.- Me dijo una voz ronca y seria, enojada a más no poder. Salté, volteando de inmediato.
Era él.
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All The Love (Harry Styles)
FanfictionEran sólo 9 horas de viaje para comenzar las vacaciones de Carolina. 9 horas en un avión común y corriente, con un perfecto extraño a su lado. Nada fuera de lo normal. Pero ¿Qué pasaría si ese perfecto extraño sentado a su lado es Harry Styles?