Capítulo 27

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Al siguiente día decidimos que un almuerzo fuera de casa y en el restorán favorito de todos sería una buena opción para poder flojear por el resto del día.

Les escribí rápido a Ana y a Max sobre nuestro itinerario antes de marchar para hacerles saber que estaba viva y coleando.

Mientras recorríamos las calles de la ciudad Harry iba contando sobre los lugares que lo habían marcado y unas cuantas anécdotas que me sacaban más de una risotada, tanto por la historia que contaba que por las caras graciosas que ponía dependiendo del lugar.
Me sentaba en el asiento del copiloto después de que Gemma y Anne insistieran por ello, y aunque no me sentí muy cómoda al principio, ahora no me podía quejar, pues la mano de Harry sostuvo la mía desde que nos subimos al auto hasta que nos estacionamos cerca del lugar donde comeríamos.

Todos bajamos al unísono con aires que prometían una buena tarde junto a una mejor compañía, pero al caminar unos pasos pude ver como algo en la cara de todos cambiaba. Seguí sus miradas solo para que mi estomago cayera al suelo.

Cámaras, cámaras por toda la entrada del local.

-Tranquila.- Me habló bajo Anne al ver mi rostro. -Sabíamos que era una posibilidad que llegaran hasta aquí.-

-Tienes que estar de broma.- Gruñó Harry. Tomé su brazo preocupada de cómo habían salido esas palabras de sus labios. –Este hombre no se cansa.- No capté de lo que hablaba hasta que lo vi.

-Tienes que estar de maldita broma.- Repetí bajo al ver al hombre regordete y su cámara.

-Solo vamos, no pueden entrar con las cámaras, intentemos tener una buena comida y disfrutar.- Habló Gemma con una sonrisa mientras avanzaba hacía la entrada.

Seguimos sus pasos y al quedar a rango visible de los paparazis comenzaron los clics interminables de sus aparatos. Como instinto Harry tomó mi cintura apretándome contra su costado haciendo que apurara el paso cuando los gritos comenzaron y el regordete se acercaba a nosotros.

-¿Qué hay de tu ex Harry?-

-¿Qué se siente estar con Harry Styles?-

-¿Estás siendo infiel en estos momentos?-

-¿Cómo fue que pasaste de una modelo a alguien como ella Harry?-

Y con la ultima pregunta noté como el cuerpo de Harry se tensaba, y la imagen de él con el cuerpo regordete del hombre contra el auto me invadió junto con un escalofrío que me recorrió la espina dorsal.

-No.- Le hablé bajo. –No le prestes atención, no se lo merecen, déjalo estar.- Le di un pequeño apretón al sentir como en cualquier momento se daba la vuelta y lo encaraba. –Déjalo estar.- Le repetí calmada, escondiendo el hecho que sus palabras me habían afectado también, haciendo que me preguntara eso cada noche que pasaba con él.

Seguimos caminando hacía la entrada detrás de Anne y Gemma, pero una vez ellas dentro Harry se detuvo conmigo en la puerta con los paparazis aun disparando sus cámaras y gritando cosas. Traté de seguir caminando pero su cuerpo estaba decidido, y en un rápido movimiento su brazo soltó mi cintura para tomar mi rostro y juntar sus labios con los míos en un pequeño beso, dejándolos unidos lo suficiente para que tomarán fotografías de nosotros en esa posición. Al terminar, sus labios subieron a mi frente regalándome un casto beso para luego tomar mi mano y entrelazar los dedos.

-Espero que eso responda todas sus preguntas.- Me dijo bajo con una sonrisa segura.

No podía darle crédito a todo lo que había pasado en solo unos segundos, tuve que pestañear varias veces para asegurarme que no era producto de mi imaginación, no solo por la muestra de cariño que le acabábamos de regalar a los paparazis, si no que por todo, por todo lo que había pasado desde el momento que puse pie en ese bendito avión, por toda la montaña rusa de emociones y sentimientos que me había provocado conocer a este personaje, sentimientos que no sabía hasta este preciso momento que guardaba en mi interior, que no sabía que podía sentir hasta que lo conocí a él. Me había abierto un mundo totalmente desconocido, un mundo en que a su lado no tenía miedo de explorar.

Mientras nos sentábamos en la mesa reservada, lo ojos de Harry se posaron en los míos por una eternidad, y si pudiera leer las miradas podría jurar que la que me dedicó decían lo mucho que quería estar ahí conmigo, y con nadie más, haciendo que la montaña rusa volviera a subir hasta la novena nube, sin intención de bajar. 

All The Love (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora