La noche pasó entre risas y besuqueos entre Mat y Tamara, mientras Oscar, Jared y Melisa ya se habían ido a sus casas. Y entre más entrada la noche, más sentía como Nate se me acercaba cada vez más.
Terminamos hablando solo los dos, mientras los otros se toqueteaban hasta el cansancio, solo para decir unas cuantas palabras cuando se separaban.Nate se levantó al baño y mi mente alcoholizada comenzó a trabajar en automático. Saqué mi celular de mi bolsillo y abrí el ultimo mensaje que había recibido. El de Harry. Sin pensarlo comencé a teclear.
-Eres el peor de los hombres, eres de ese tipo que enamora y que juega con los sentimientos de la gente. Eres ese maldito tipo que cree que está por sobre todas las otras personas. Eres un bastardo, y te detesto, te detesto por haberme dado algo tan lindo para luego arrebatármelo como un juguete sin valor. Como una basura y un estorbo. Y te detesto, te detesto a ti, y me detesto a mi por sentir lo que siento. Desearía nunca haberte conocido.-
Me tomó una eternidad escribir el maldito mensaje gracias a mi visión borrosa y mis dedos torpes por el alcohol.
No me había dado cuenta que Nate ya se encontraba a mi lado hasta que me habló al oído.
-Un mensaje a la una de la mañana, no debe ser bueno.- Me dijo divertido. Pero no alcancé a responderle, pues mi teléfono vibró en mis manos y el nombre de Harry apareció en la pantalla.
-Me parece bien.-
Fue todo lo que dijo, y una lagrima comenzó a burbujear en mi garganta.
No sabía lo que esperaba. ¿Qué se retractara de todo lo que había dicho? ¿Qué me llamara para decirme que fue todo una cruel broma? Era una estúpida, y había caído en el peor de los juegos de los ebrios. Escribir con alcohol en el cuerpo.
-Quiero irme a casa.- Le dije apenas, arrastrando las palabras y con todo el mundo dando vueltas. Nate asintió.
-Compartiremos un taxi.-
El trayecto a casa pareció más largo de lo que realmente era. La cabeza me daba vueltas junto con mi estomago, y las ganas de vomitar se hacían cada vez más grandes con cada sacudida del maldito auto. Sin mencionar las náuseas emocionales que sentía con esa pésima decisión que había tomado de escribirle a Harry. Eso, y esa respuesta que terminó por hacer añicos mi corazón, cuerpo y alma.
Me sentía sucia, me sentía una escoria por hacer lo que había hecho. Por embriagarme para olvidar, por hacer lo que hice estando ebria, por pensar en él aunque lo único que quería era no hacerlo. Me sentía como la peor de las personas, como una mentirosa. Porque no lo detestaba, no lo detestaba en lo absoluto, y eso me dolía más, haciendo que mi corazón latiera como si le faltara ritmo. Odiaba, sí, pero no a él, odiaba toda esta puta situación. Odiaba estar ebria con mi compañero de trabajo, a quién solo quería abrazar y besar, solo para sacarme a ese Inglés de la cabeza, de mis labios, de mi piel. Quería arrancarlo como a de lugar, y si Nate era la persona para hacerlo, no protestaría, pues sabía como me había estado observando durante toda la noche.-¿Estas bien?- Me preguntó bajo para que el chofer no escuchara. No podía responder, temía que si lo hacía terminaría llorando, así que solo me limité a asentir con la cabeza. –Ya estamos por llegar. Te llevaré hasta adentro, no te preocupes.- Me habló calmado.Estaba ebria a más no poder y lo único que quería era llorar mientras lo llevaba lastimosamente a mi cama.
El taxi paró frente a mi edificio y ambos bajamos del auto. Nate sin preguntar, tomó mi cartera y comenzó a buscar las llaves de mi departamento mientras caminábamos a la entrada principal.
-Nate, el taxi ya se fue.- Le dije al no ver el auto. –¿Como te irás?- Nate sacó las llaves de mi cartera y levantó los hombros despreocupado.
-Esperaré por otro, no te preocupes.- Me devolvió mi cartera y caminamos hasta la puerta. Su rostro preocupado hizo que tomará una ebria decisión.
-Puedes quedarte aquí si quieres.- Le dije acercándome a él, tentándolo, trabajando en automático, con solo una meta en mi cabeza. Nate me sonrió y pude ver en su rostro algo que gritaba lo mucho que le gustaba esa opción.
-Puedo dormir en el sofá si quieres.-
-O puedes hacerlo en mi cama.- Nate sonrió pícaro.
-¿No te molestaría?- Preguntó cortes, acercándose hacía mi, eliminando el pequeño espacio que nos separaba, preparándonos para dar ese pequeño paso para olvidar al fin a esos molestos ojos esmeraldas.
-Sí le molestaría.-
Pero no fue mi voz la que respondió, ni la de Nate.
Un acento inglés se escuchó fuerte mientras una sombra se acercaba.
-Así que sugiero que busques ese taxi, que yo me ocuparé de ella ahora.- El acento inglés gruñó severo.
No podía ser. Estaba imaginándome cosas.
La sombra llegó hasta el pequeño farol que nos alumbraba a Nate y a mi, y lo pude ver con exactitud.
Ese pelo, esa mandíbula, esos labios, esos ojos que tanto quería olvidar.
Mi mente me estaba jugando una mala pasada.
-¿Harry?- Dije en un susurro.
Y mi mente se fue a negro.
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All The Love (Harry Styles)
FanfictionEran sólo 9 horas de viaje para comenzar las vacaciones de Carolina. 9 horas en un avión común y corriente, con un perfecto extraño a su lado. Nada fuera de lo normal. Pero ¿Qué pasaría si ese perfecto extraño sentado a su lado es Harry Styles?