ELLA, MI JEFA YO... SU ESCLAVA.

MI PRIMER DÍA

POV APRIL

-Buenos días tenía cita con la señorita Natasha Becker. -La recepcionista me saludo con una sonrisa mientras cogía el teléfono.

Marco el número del cual creo que sería el despacho de la señorita Becker.

-Muy bien señorita puede pasar. -Me señalo con el brazo el despacho de la señorita Becker sin quitar en ningún momento la sonrisa. Me miraba de tal forma que me daba un poco de miedo he de admitir la verdad, parecía que me comía con los ojos. Notaba como mis mejillas ardían ante su comportamiento.

La di las gracias y me dirigí hacia el despacho. Llame dos veces y ninguna obtuve respuestas. Mire a la recepcionista quien asintió con la cabeza en señal de que podía pasar sin problemas, y así lo hice.

Cuando entre cerré la puerta tras de mi. Había mucho silencio. Girando todo mi cuerpo para dejar de mirar la puerta me di cuenta de la presencia de la señorita Becker.

Tenía las manos apoyadas en la mesa mirando lo que supongo que sería un papel con una información la cual debía ser muy interesante. Por cierto estaba dándome la espalda.

Me fije sin querer la verdad en la falda que llevaba apretaba su culo haciéndolo mas visible, me sonroje al instante por mis pensamientos.

-Señorita Becker. -Logre decir mas calmada.

No obtuve respuesta por lo que me acerque a ella. Intente poner mi mano en su hombro, digo intente ya que esta antes de que la pusiera agarro mi mano dándose la vuelta con una feliz sonrisa y apoyando sus dulces labios en esta dijo.

-Hola querida. -Me volví a sonrojar. "¿Que producía esta mujer en mi?"

-Hola... -Dije con un hilo de voz apartando la vista de sus ojos los cuales me miraban penetrantes. Ella sonrió devolviendo me mi mano mientras se sentaba en la mesa cruzando las piernas.

-Querida he leído tu curriculum. Es impresionante. -Me volví a sonrojar. Ella puso una sonrisa que parecía que me estaba desnudando. Me estaba poniendo muy nerviosa cuando hizo un gesto para pasarme la palabra y tuve que reprimirme, suspirar en lo mas profundo de mi para poder contestarla.

-Si... Bueno... La verdad no tengo mucha experiencia en este sector, pero aprendo rápido. -Logre decir esas palabras aun con los ojos de Becker penetrando en lo mas profundo de mi alma.

-Esta bien no tener experiencia en algo, ya que una mente virgen es mas manejable. -Lo decía con dulzura pero se me erizo la piel sintiendo como mi corazón latía con fuerza. "¿Eso es una indirecta?" Pensé.

-Tranquila querida. -Rompió mis pensamientos acercándose a mi, sentándose a mi lado. -Todos hemos sido primerizos alguna vez. -Gire mi cuello para poder prestar mas atención a sus palabras. Me miraba con una gran y bonita sonrisa. -Muy bien señorita Loren, la llamaré para concretar mi decisión. -Se levantó se puso delante de mi y estiro el brazo. Estire mi mano para dar con la suya mientras asentía con la cabeza dándola las gracias en silencio.

Abrí la puerta saliendo de ahí lo mas rápido que pudiera. Mis pensamientos no me dejaban pensar con claridad y hacían que mis piernas temblaran. La recepcionista al pasar por su lado asintió con orgullo mientras yo me despedía con la mano caminando muy muy rápido.

Eran las cuatro de la tarde cuando llegué a mi piso después de un largo camino lleno de aventuras. No, ver a gente durmiendo en el metro o ver como le dan la monserga a una cajera por que sin querer a dado mal el cambio no eran aventuras.

Me tumbe en el sofá encendiendo la tele, necesitaba relajarme un poco después de estar con Natasha. Esa mujer me estaba volviendo loca. "Si me llegara a contratar no se que haría... No se si aguantaría estando cerca de ella" Los pensamientos hacían que mi cabeza retumbase, provocandome migrañas, ya tenía migrañas por que las mías son crónicas pero están me estaban matando, por lo que decidí tomarme una pastilla he irme a dormir un rato. "Necesito que mi cabeza se calme"