Me enamore de la persona menos indicada. Podría haberme enamorado de cualquiera pero tuvo que ser de ella. He de admitir que su perfección me cautivo. Quizás por ello le di todo de mi...
Esta es una historia la cual vaya creciendo ira sorprendiendo...
Después del incidente Natasha casi no me hablaba ni me miraba, pasaba de largo como si yo hubiera echo algo malo, por lo que yo agachaba la cabeza y pensaba en mis cosas intentando ignorar su comportamiento, el cual me estaba empezando a molestar bastante la verdad.
Después de terminar y he de decir que el día fue agotador ya que era lunes me fui lejos de la empresa para comer algo por ahí, total hoy había cobrado y aunque era poco por que nos pagaban por semana y yo entre el miércoles, me daba para algún que otro capricho.
Camine por las calles las cuales solo las alumbraban las farolas y me metí por un pequeño callejón el cual al final tenía una bonita tienda. Seguí caminando por este cuando alguien tras de mi interrumpió mis pasos.
-Señorita April siento mi comportamiento de estos días. -Escuchaba sus tacones como se acercaban cada vez mas. Apoyo una mano en mi hombro esperando mi respuesta.
-No se preocupe señorita Natasha. -Dije sin darme la vuelta haciendo un gesto brusco para que soltara mi hombro.
-Waw que buenas estáis, pavas. -"Genial un drogadicto" pensé mientras me daba la vuelta para verle. Natasha permanecía a mi lado con mucha tranquilidad.
El chico se acerco a nosotras con una navaja en las manos la cual estaba muy oxidada. Se acerco a Natasha rozando su cuchillo por sus pechos lo cual me hizo cabrearme, iba a pegarle cuando Natasha interrumpió.
-Si vuelves a hacer eso, y esto es una advertencia te rompo el cuello. -Con total tranquilidad hizo que el chico se cabreara mas rompiendo con su cuchillos los botones de la camisa de Natasha.
-Y ahora le toca a ella. -Dijo acercándose a mi apuntando en la misma zona, pero cuando fue a acercar mas el cuchillo Natasha lo engancho de los hombros emprotandole contra el suelo, quedando satisfecha mientras yo intentaba mantener mi boca en su sitio.
-Te lo advertí. -Dijo con una sonrisa. El chico se llevo las manos a la espalda mientras insultaba a Natasha. "Encima" pensé indignada.
Corrió de nuevo hacia Natasha esta se aparto le cogió de la chaqueta y mordió su cuello con fuerza. Por alguna extraña razón no grite y por alguna extraña razón no sentí miedo. Natasha seguía chupando del cuello de aquel chaval mientras yo simplemente me resbalaba por la pared asta sentarme en el suelo.
Comenzó a llover y a hacer frío pero eso no provoco nada en Natasha ella seguía y seguía. Paro en el instante en el cual el chico dejo de respirar dando su ultimo aliento alejado por el viento.
Me acerque a ella despacio caminando a gatas. Se mantenía sentada sobre sus piernas y con la cabeza baja supongo que para que no la viera.
-¿Natasha? -Dije cuando estaba su altura. No respondio solo siguió en la misma posición.
-Natasha... -Repetí pero ella nada.
Me acerque aun mas apoyando mi frente en la suya lo que provoco que me mirara. Ahora si que tenía los ojos amarillos ademas se la notaban muchos las venas las cuales se movían como si respiraran.
-Siento que hayas tenido que ver esto. -Dijo sin aliento. La mantenía en mis brazos sintiendo como su corazón no latía. "Esta muerta" pensé aun abrazándola.
-Si estoy muerta. -Hay si que me despegue cayendo encima del chico muerto. -Puedo leer tus pensamientos, y si estoy muerta. -"Joder... ¿Abra escuchado todo?" pensé con miedo por mis pensamientos hacia ella los cuales no eran muy buenos, querer tener sexo con tu jefa y quitarla la ropa con la mirada no creo que sea bueno.
-Si. -Dijo levantándose del suelo dándome la mano para levantarme. Me tropecé con la mano del chico ya que estaba atónita por ese si y muy avergonzada. Al tropezar ella me agarro para que no cayera quedando muy cerca de mi, mi respiración se chocaba contra sus labios ya que ella no respiraba. Baje la mirada a sus labios los cuales estaban algo ensangrentados por la sangre del chaval, sin querer mordí muy fuerte mi labio provocandome sangre. Me pase el dedo observando mi sangre. Natasha no dijo nada solo me limpio la sangre con la mano y aun muy cerca me sonrió dejando ver sus colmillos los cuales eran... Perfectos. Grandes puntiagudos y totalmente cuidados.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
