ELLA, MI JEFA YO... SU ESCLAVA.

TU SONRISA

Notaba sus labios rozar los míos, acariciándolos, sintiéndolos dejando que mi respiración fuese absorbida por estos para llegar a sus pulmones muertos. Nos mirábamos continuamente a los ojos no dejábamos de mirarnos.

Apoye mi mano en el pecho de Natasha sintiendo como se estremecía ante mi contacto a la vez que estaba algo insegura por no sentir su corazón, pero eso no importaba, me daba igual, sonreí de la forma mas tierna y dulce que en ese momento pude dar. Natasha sonrió acariciando mis mejillas, cogiéndome de la nuca y atrayéndome a ella posando sus labios en los míos rozando su lengua por estos con tanta delicadeza que me provocaba escalofríos continuos. Apoye todo mi peso en ella dejándola debajo. Bese su vientre, por el hueco de sus pechos pose un beso asta llegar a su cuello donde lo mordí levemente provocandola un fuerte gemido el cual me hizo sonreír.

Derrepente cambio la postura dejándome a mi abajo, colo su pierna derecha entre las mías dejando todo el peso de esta sobre mi entrepierna. Gemí un gemido ronco y ahogado que se clavo en las paredes. Me agarro las muñecas besándome desesperada, se comía mis labios, los mordía llevárselos consigo asta soltarlos de nuevo.

Metió su meno en mi entrepierna su piel fría me hizo dar un pequeño bote. Ella sonrió volviendo la mano a su lugar correcto donde con mucho cuidado y con delicadeza extrema metió un dedo que hizo que mi espalda se arqueara, agarrara su espalda y me dejara llevar por sus leves embestidas. Fue aumentando la velocidad besando mis labios metiendo la lengua poco a poco y dejando su cuerpo caer sobre mi para sentirla mas. Me estaban entrando mas de mil sensaciones, entre las caricias leves que me iba dando con su mano libre, su sonrisa la cual no paraba de mirar, sus ojos hipnotizados por los míos y su suave y delicada piel sobre la mía, pensé que moriría en ese momento de un infarto. Amo a Natasha y eso me hace que la desee aun mas, que quiera estar con ella mas que con cualquier otra persona, que ni piense lo que hago, que mi cuerpo y mente actúen sin aviso, que mi cabeza este siempre bloqueada por su rostro. Cuando ya casi estaba saco sus dedos y se metió entre mis piernas, sentí su lengua penetrarme provocandome que con dos embestidas llegar al orgasmo tan deseado y desesperado que tanto estaba guardando, provoco que mi espalda se arqueara mas de lo normal y que mi gemido fuera mucho mas alto y mas ronco ademas de ahogado ya que me faltaba el aire.

-Tranquila. -Apoyo su mano en mi corazón mientras yo seguía con mi fuerte orgasmo el cual no cesaba. -Relájate. -Me sonrió yo no podía ni mirarla, estaba roja y el orgasmo no paraba, las piernas me temblaban mi espalda seguía arqueada y mi respiración acelerada. -Disfruta. -Yo solo pude cerrar los ojos y sentir el ultimo orgasmo que aun guardaba en mi cuerpo, que sin ella hacerme nada se había mantenido ahí asta el final. Grite tan fuerte que en un acto reflejo me intente tapar la boca pero Natasha me cogió de las muñecas apoyo su cuerpo en mi y comenzó a jugar con su lengua sobre mis pezones.

Dejo de chuparme los pezones apoyando de nuevo todo su cuerpo y teniendo un ¿orgasmo?.

-Nat... Nat... -Aun seguía con el orgasmo y casi no podía ni hablar. -Nat... ¿Has... Llegado? -Logre decir ni yo se como.

-Si mi amor... -Su voz no se entrecortaba pero si que notaba que sus venas se movían de manera extraña, como si la estuvieran succionando. -Jamas he disfrutado tanto de ver a alguien llegar. -Me beso. -Te quiero. -Sonreí mirándola a los ojos.

Fue ahí cuando me senté sobre el suelo quedándose Natasha de rodillas, ahí aproveche y la atraje a mi dejando sus piernas completamente abiertas y las mías entre ellas.

-Ahora eres mía. -Nego con la cabeza sonriente.

Jugue con su vientre pasando mi lengua y mordiéndolo muy suave, dejando que notara mis dientes sobre su piel. Luego fui subiendo asta su clavícula donde deje un beso mientras con mis manos acariciaba su pechos, y su espalda, Natasha gemía ronca y desesperada. Deslice mis manos asta llegar a su entrepierna, acaricie su clítoris con mucho cuidado, dándole leves caricias sintiendo como las palpitaciones llegaban a mis dedos. Acaricie suavemente y metí un dedo, nada mas sentirlo Natasha gimió dejando que se lo llevara mi garganta. Seguí con las embestidas besando sus labios y acariciándolos con mi lengua mientras que con mi mano libre acariciaba su espalda, su piel se erizaba, estábamos completamente abrazadas, no había espacios entre nosotras.

-Te quiero. -Natasha abrió los ojos como platos, su espalda se arqueo hacia atrás, gracias a mi brazo con el que la sostenía no se callo al suelo.

Tuvo un orgasmo que al menos por su gemido entre cortado y ronco pareció que le había gustado. Se sentó sobre mi apoyando su cabeza en mi pecho, acaricie su pelo mientras la besaba la frente. -Te quiero. -Repetí acariciando su rostro.