POV APRIL
Odio ser juzgada por los apetitos del pasado de Natasha.
-Aah... -Mierda me he mordido el labio.
-¿Estas bien? -Sus dedos sujetan mi barbilla buscando una respuesta. Inconscientemente vuelvo a morder mi labio, esta vez con suavidad, deseosa de provocar con mis dulces encantos. -¿April...Estas... bien? -Asiento abalanzandome a sus labios. Sus manos sujetan mi cuerpo, sus caricias relajan mi respiración. -No... no lo entiendo... estabas enfadada conmigo.
-No quiero seguir enfadada, cabreada, te quiero, te quiero en mi vida... -Acaricio con mi nariz su mejilla dando un dulce beso, sincero. Sonríe.
El cielo se volvió mas oscuro de lo habitual en aquel palacio muerto y sombrío del cual ya desistíamos. El viento soplaba con mas fuerza, hasta las almas se habían convertido en algo extraño que venia e iba cuanto quería, como interferencias clavadas en sus cuerpos las cuales no les dejaban seguir con sus caminos.
Natasha echo atrás mi cuerpo... Me agarraba con un brazo apartándome del camino clavándome en su espalda. Las almas aparecían cercanas a nosotras, desaparecían volviendo atrás como si el tiempo se hubiese vuelto loco. No entendía que ocurría, por que en tan solo un par de segundos todo se había vuelto mas sombrío, mas temeroso... Parecía el infierno...
Entonces al verle lo entendí todo.
Un ser se asomaba por el suelo como si hubiese sido absorbido por este en otra vida. Clavaba sus manos en la acera quemando sin fuego, todo a su alrededor, solo ceniza dejaba a su paso borrando aquel limbo sombrío... La misma muerte se asomaba sin compasión aniquilando cualquier tipo de ser de aquel lugar. Las almas cambiaban sus caras, de esqueletos andantes a carnívoros hambrientos llenos de sangre...
-Nat... -No me escuchaba solo empujaba mi cuerpo detrás de su espalda.
Aquel ser mantenía la compostura pese a que su cara era despegada cruelmente por su fuerza de la acera, algunos trozos se quedaban ahí pegados mostrando sus músculos y huesos los cuales eran fáciles de visualizar desde un principio.
>>¿Que es eso?<<
Mis ojos no podían dejar de mirarlo, incluso podía imaginar mi cara de pánico. Esa cara que solo se muestra en ocasiones realmente aterradoras, ojos bien abiertos, marcas de las ojeras selladas y visiblemente marcadas, respiración agitada, temblores en las piernas... Cerebro en pánico constante con dos preguntas >>¿Que hago?<< >>¿Corro?<<.
Aquella cosa estaba a pocos metros de nosotras, gritaba y sus movimientos eran mas rápidos que el viento, y puedo asegurar que el viento agitaba con gran fuerza, aunque a veces dudaba si era por su respiración, totalmente agitada, demoledora y destructiva.
Alzo la vista clavando sus ojos en nuestros cuerpos, los cuales a diferencia de sus medidas eran simplemente dos palos molestos en el camino de poco peso, y poca vida.
-Si vas a matarnos hazlo ya. -No se por que lo dije, pero el cuerpo de Natasha nada mas terminar mis palabras se tensó. Miró atrás supongo para por ultima vez visualizarme.
"Te quiero"
Sus palabras las arrastro el viento costosamente... No entendía que pasaba hasta que el cuerpo de Natasha se quebró mostrando unas alas gigantes provenientes de su espalda, sus colmillos eran mas largos de lo común y sus ojos directamente eran negros al igual que ciegos.
Además el pequeño detalle de su cuerpo desnudo por toda la travesía, su melena suelta tapando las heridas de la espalda por culpa de las alas. Su piel aun mas pálida...
-¿Querías ver como soy? -Su voz mas ronca de lo común al igual que agitada quizás por la ansiedad... Quizas por querer devorarme.
-Solo quería que esto acabara estoy harta, quiero volver, quiero que estemos allí ya. -Mis ojos se inundaron provocando que el ser de Natasha simplemente se mostrara débil ante mi presencia y entendiera mis intenciones las cuales eran débiles, perdidas... -Lo siento Nat. -El ser se acerco a mi, levanto mi cuerpo y beso mis labios, notaba constantemente sus colmillos morder con intensidad mi lengua, me dolía pero a la vez me gustaba, era ella quien lo hacía y fuese quien fuera en otra vida, la amaba. Era suya.
Con una sonrisa y la barbilla totalmente ensangrentada se fue hacia aquel gigante. Sus pasos eran de control total ante la situación era como si aquello no le importara lo mas mínimo, no le imponía la presencia de aquella cosa, era como si en ese momento se hubiese convertido en la mismísima perfección.
-No querrás morir. -Concluyo Nat.
-Yo creo la muerte y destrucción. -Su voz sonaba ahogada a la vez que agitada.
Miró atrás, fijo su mirada en mi con medía sonrisa la cual se mostraba como una derrota, como un adiós. Sus alas comenzaron a moverse levantando poco a poco su cuerpo. Frente a el, paró el tiempo, las agujas de los relojes se detuvieron, las almas se pararon en seco, el viento dejo soplar, mi cuerpo intento moverse para detenerse y visualizar aquella pelea. Se que gritaban por que aunque estuviera detenida como en na película cuando la pones en pausa, mi mente seguía activa, percibiendo cada movimiento, escuchando cada grito atragantado por la sangre, era consciente en todos los aspectos de lo que allí estaba pasando.
Nat mordía el cuello del ser con tanta intensidad que las salpicaduras saltaban lentas hasta llegar a mi. El ser desgarraba el cuerpo de Natasha con tanta ímpetu que se escuchaba el sonido al desgarrase una camiseta, la diferencia, era la piel de Natsha.
El silencio protagonizo el peor momento de mi vida, el tiempo volvió a la realidad dejándome por fin alcanzar a Natasha quien caía del cielo agotada, cansada asta apoyarse suavemente en el suelo, el cual la acogió como si la diera cobijo.
-Natasha... -Corrí con todas las esperanzas revolucionadas, una parte de mi alma me decía que esto acababa, otra que ella estaría bien, otra que el salió peor... Así me castigaba mi cabeza con cada zancada que mis piernas daban, debilitadas.
Alcance su cuerpo y sin pensar mi cuerpo reacciono sentándome a su lado, cogiéndola poco a poco acariciándola con la débil esperanza de que despertara.
-Nat por favor... -Suplicaba mientras la mantenía en mis brazos. Observe como sus alas se iban haciendo ceniza y como el viento limpiaba el rastro hasta dejar un vacío marcado por la quemadura. -No, no, por favor... -Sabía lo que significaba, no estaba preparada, no podía permitir que tan pronto me abandonara la persona a la que mas he querido en toda mi vida. ¿Como te preparas para algo así?.
Su cuerpo comenzó a cambiar de color de ser blanco como la nieve comenzaba a mostrarse de un gris muerto y vació. Sus manos se esfumaron en las mías...
La ultima lágrima que mi alma permitió que cayera, fue en sus labios...
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ELLA, MI JEFA YO... SU ESCLAVA.
Science FictionMe enamore de la persona menos indicada. Podría haberme enamorado de cualquiera pero tuvo que ser de ella. He de admitir que su perfección me cautivo. Quizás por ello le di todo de mi... Esta es una historia la cual vaya creciendo ira sorprendiendo...