POV APRILMe desperté con la suave luz del sol que entraba por la ventana con una pequeña brisa la cual atraía unos olores que me hacían sentir sensacional. "Un bonito día" pensé sonriente.
Giré mi cabeza para encontrarme con Natasha pero cuando lo hice me sorprendí al no ver a nadie. Me quede extraña por varios segundos quitando las sabanas que me tapaban. Fuí a levantarme cuando sentí un fuerte dolor en mi espalda y en mi cuello. "Dios me duele mucho"
Las piernas me temblaban pero con mucho esfuerzo conseguí llegar al baño para observar en el espejo mi cuerpo desnudo lleno de moratones de mordiscos y arañazos. Pase mis manos por uno de los mordiscos de mi cuello teniendo un pequeño flash de lo ocurrido a noche ya que no lo recordaba.
Volví a pasar mis dedos por uno de los arañazos provocandome otro flash y otro y otro. Me encontraba fatal con unas grandes jaquecas producidas por los pequeños recuerdos de a noche que la verdad, no me decían nada solo retumbaban en mi cabeza. Y por si fuera poco eran las 7:00 y tenía que ir a trabajar. "El día empieza bien"
Me duche lo mas rápido que pude. Cuando salí maquille todo lo posible mis mordiscos y moretones para que fueran menos visibles. Me vestí rápido desayune rápido y me senté un rato en el sofá a descansar ya que todavía me quedaba tiempo.
Dirigí mis manos a la mesita de café que tenía, cogiendo una nota escrita por Natasha. Al hacerlo sentí un golpe en el pecho.
Son muchas las cosas que podría escribirte, son muchos los sentimientos que me haces tener, sentirme viva a tu lado es un juego al que no puedo jugar. Anoche pasaron cosas que no debieron pasar April... Tuve que hacerte daño, tuve que morderte, agarrarte con fuerza obligándote a parar... Posiblemente cuando despiertes no recuerdes lo que ocurrió, es mejor así... Créeme.
Ayer decidí que no podías permanecer a mi lado, que la distancia es el mejor trato para nuestro acuerdo.
seguiré protegiendo tu alma y tu corazón mientras viva, pero solo será eso. Entre tu y yo no hubo nada, ni lo habrá... Guarda las distancias.
Seguirás trabajando conmigo por que eres la mejor. Recuerda que no tengo corazón no puedo amarte, tus mordidas y moretones son un recuerdo de perdida de cordura por mi parte... Curalas y en poco tiempo habrán desaparecido. Perdóname April...
"¿Pero que...?" No podía creer lo que leía Natasha me estaba dejando cuando pocas horas antes la pedí que no lo hiciera, diciendo que no me ama, diciendo que soy su juguete... Me sentí destrozada y como apuñalaban mi corazón sin remordimientos... Fue hay cuando entendí que me había enamorado de mi jefa. Mis lagrimas caían por aquel papel borrando las duras y crueles palabras de Natasha, dejando que la tinta corriera para borrar una vil mentira, para borrar unas palabras sin sentido, ya que yo tenía muy claro que Natasha me amaba.
Decidí irme de mi apartamento mientras doblaba la hoja de papel y limpiaba mis lagrimas.
Cogí el metro y me bebí el café que compre en una pequeña tienda antes de entrar en este. Parecía que los minutos iban despacio como si el tiempo se parase. Pero no le di importancia y seguí con mis cosas.
Entre en el gran edificio salude a la secretaria de la Natasha y me metí en mi oficina dejando mis cosas tiradas. "Tengo que hablar con Natasha" era lo único que en este momento me preocupaba.
Llame varias veces a la puerta asta que obtuve respuesta. Cerre tras de mi observando como la oscuridad se hacia presente en aquella oficina.
-¿No se supone que puedes salir de día? -Cruce mis brazos ante ella esperando una respuesta ya que tenía la mirada fija en unos papeles.
-Natasha te estoy hablando... -Comencé a subir el tono de mi voz ya que no obtenía respuesta.
-¡¿POR QUE COÑO NO ME ESCUCHAS?! ¡¿QUE COÑO TE PASA?! -Intente mantener la calma pero me estaba empezando a cabrear su patética actuación de ignorarme.
Natasha dirigió sus ojos a mi a una presencia cansada y cabreada. Hizo un leve bufido que salio de sus labios disparando en mis oídos. Siguió a lo suyo.
-¡MUY BIEN! ¿ASÍ TE QUIERES COMPORTAR? ¡GENIAL! -No salí de allí, esperaba mi respuesta.
-Señorita April salga de mi despacho por favor. -Dijo señalando la puerta aun sin sacar la vista de sus papeles. Me acerque a los papeles tirándolos de la mesa. Natasha dio un leve suspiro agachando la cabeza apoyada por sus manos.
-Mírame. -Cogí su barbilla observando sus dulces ojos los cuales estaban muy tristes y muy grisáceos lo que me sorprendió. "¿Tienes ceguera?" Pregunte en mi mente.
-Si. -Respondió quitando su barbilla de mis manos. "¿Por que?
-Porque se me cayeron las gafas. -Hizo una breve pausa. -Ahora si no tiene nada mas que preguntar por favor salga de mi despacho.
-Natasha por favor... -Intente acariciar su pómulo izquierdo pero me aparto en un suave gesto. Me puse de rodillas frente a ella girando su silla hacia mi. Me miraba con tanta indiferencia que me por un momento me dio miedo pero decidí controlar mis sentimientos para poder tener impulsos.
La cogí de la barbilla mientras me levantaba. Metí una de mis piernas por su silla y luego metí la otra quedando de rodillas encima de Natasha.
-No se que puso pasar anoche pero igual que yo te he perdonado... Perdóname tu. -La cogí suavemente de los pómulos y la atraje a mi quedando muy cerca de sus labios respirando en ellos. Sonreí y la bese como nunca lo había echo, mostrándola todos mis sentimientos que la amaba como a nadie en toda mi vida, y que no se alejara por que me partía el alma. Natasha intento dejar de besarme, pero la volví a atraer a mi con un dulce beso en sus labios.
-Te amo...
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ELLA, MI JEFA YO... SU ESCLAVA.
Science FictionMe enamore de la persona menos indicada. Podría haberme enamorado de cualquiera pero tuvo que ser de ella. He de admitir que su perfección me cautivo. Quizás por ello le di todo de mi... Esta es una historia la cual vaya creciendo ira sorprendiendo...