Cuando despierto me encuentro postrada en una cama entre cuatro paredes blancas, con dos ventanas que dejan colar mucha luz entre ellas.
No sé si estoy muerta, pero por unos segundos me estremezco de solo pensarlo, no quiero morir joven.
Enfocó mi vista hacia un punto, frente a mi cama hay una persona parada, de traje y cruzada de brazos, pero la luz evita que mi vista sea buena, no tengo idea de quién es.
Vuelvo a recostar mi cabeza en la cama, esperando a tener algunas respuesta sobre mi estado.
—¿Estás mejor? —la persona que se encontraba frente a mi, ahora está mi lado y me doy cuenta que es Joseph, pero un Joseph molesto.
Nada raro.
—¿Qué ha pasado? —le preguntó desconcertada y espero a que me dé respuestas.
—Te desmayaste
—¿Cuándo?
—Ayer por la noche, él médico ha dicho que fue un shock que tu cuerpo tuvo ante tanto estrés.
Oh, no debía ser bueno.
—Lamento las molestias —lo que menos me gustaba es ser un peso para las personas.
—Me dijiste que no habías tomado Nicole, y ha sido el alcohol lo que ha provocado el accidente.
Bajo mi mirada, mi mente se encuentra trabajando rápido buscando una buena defensa pero ¿qué puedo decir? Había bebido y le había mentido, quizá si había sido muy irresponsable.
— No sé que decir— contesto aún con la mirada baja.
Joseph continúa cruzado de brazos mirándome con intensidad.
Se hace un silencio incómodo entre nosotros. Ninguno de los dos dice absolutamente nada, solo se escucha el cantar de los pajarillos que se ven desde la ventana de la habitación, el ruido de las enfermeras del hospital y la respiración pesada de Joseph. ¿Sigue molesto? Como descifrarlo si este hombre cambia mucho de actitud.
Decido darle su espacio, quizá esperando a que me perdone o deje de estar tan molesto.
— Lo siento — me disculpo esperando a que acepte.
—Tienes que aprender a ser más responsable.
Asiento pesadamente.
— Realmente estoy muy arrepentida, fui muy irresponsable y sé que pudo haber sido peor.
— ¿Lo sabes? Entonces porque no actúas como debes de hacerlo, con responsabilidad.
Está siento como un papá . La verdad es que nunca me había puesto a pensar si la diferencia de edades sería un problema, pero ahora comienzo a creer que si es así, Joseph ya ha pasado por este tipo de cosas, quiero suponer, ha aprendido y ha remendado sus errores, entiendo que estoy siendo responsable, pero ¿Que no se trata la vida de eso? De aprender, de caernos y después saber levantarnos y así constantemente hasta que hayamos aprendido la lección y estemos seguros de que no lo volveremos a hacer. No creo volver a tomar tanto alcohol en mi vida, no sabiendo que puedo poner mi vida en peligro y que estando bajo bebidas alcohólicas estoy en constante riesgo.
— Ya he dicho que lo siento— repongo en voz alta.
Joeph toma asiento en el sillón de piel negro que esta a un costado de la cama. cierra sus ojos y masajea sus cienes.
— Puedo irme sola a casa, no tienes porque estar aquí, yo ocasioné esto, debo aprender de ello.
— No vamos a empezar Nicole — me advierte.