Nicole.
Han pasado dos semanas sin Joseph en mi vida y me sentía vacía, monótona y había caído en una rutina, y es lo que más odio, la vida rutinaria y aburrida que la mayoría de las personas llevan.
Solo voy a la empresa, aprendo cosas nuevas, llego a casa muy cansada -demasiado cansada- y duermo, hasta el otro día. Mi vida no estaba siendo sana, y lo sabia pero no me importaba mucho. He perdido un poco de peso, quizá tres kilos y parezco un total zombie , supongo que no comer ocasiona que mi cuerpo se sienta débil y me he mareado en algunas ocasiones. Pero tampoco me importa ahora.
Llego a casa -departamento de Alexa- quito los tacones de mis pies y me relajo dejándome caer en el sillón. Enciendo el televisor para ver algún programa de chismes l espectáculos.
Nada.
Solo programas aburridos.
Decido dejarle en un canal de cocina, quizá así aprenda un poco más y renueve mis haberes culinarios en este arte.
La comida debió haber estado en mal estado porque mis nauseas no se justifican solas, son horribles. No tengo opción más que correr al baño y darle solución. ¡Qué asco!
—Mierda, esto apesta. —digo para mí después de lavarme los dientes por segunda ocasión. —Ugh, necesito limpiar esto.
La puerta suena y me tenso inmediatamente. Nadie me había visitado en estos días, había estado sola e incluso había ahuyentado a Kyle de aquí.
Limpió el desastre que he dejado rápido y corro abrir.
<<que sean buenas noticias, que sean buenas noticias>>
—Hola ¿podrías ayudarme con esto por favor? —una apresurada Alexandra con una barriga de casi tres meses esta parada en mi puerta, con muchas cosas cargando, entra sin mi permiso y tengo que recordarme que después de todo es su apartamento. Kyle le sigue, con bolsas y alguna que otra caja.
Los miro frunciendo mi ceño. No entiendo que está sucediendo. Me coloco las manos a los lados de mi cadera y los observo. Ellos parecen decididos, entrando y saliendo, poniendo cosas por todas partes sin notar mi presencia.
—Eso creo que es todo. —Kyle rasca su cabeza y observa todo el stuff. — Muchas gracias. —le dice a un señor barrigón con una gorra en su cabeza.
El señor se va y Kyle se deja caer exhausto sobre la puerta, soltando un silbido de cansancio.
Continuó en mi postura, Alexandra está comiendo algo de la cocina.—La comida puede que esté en mal estado, no la comas. ¡Y que mierda es todo esto! —grito.
Ellos se miran entre sí y Kyle le hace una señal a ella. No entiendo, quizá porque están enamorado desarrollaron un tipo de "comunicación por señas" de la cual no tengo idea.
—La comida está en buen estado. Y esto... — hace una seña apuntando las cajas y lo que parecen ser sus cosas. Mierda, y habían traído a su mascota con ellos. Odio a las mascotas. No me gusta nada a dónde va todo esto. — Bueno, decidimos que íbamos a vivir contigo. —finaliza como si nada.
—¿Mudarse? —pregunto aún sin poder creérmelo. Me gustaba estar sola, disfrutar de mi soledad. Los amo pero ellos no podían hacer esto. —¿Y no pensaban decirme? ¿No pensaron que quizá a mí me gustaba estar sola?
—No, nada de eso. Creímos que nos amas y estarías encantada de estar con nosotros 24/7. —habla Kyle acomodándose en mi sillón. Mi favorito.