Nicole.
Llevo una semana en casa. Y no dejan de vigilarme, tengo gente a mi alrededor todo el maldito día.
Alexandra y Kyle apenas salen de casa, se han enfocado en cuidar a su bebé, y a mí. Mi madre está conmigo durante las mañanas, mi padre durante las tardes. ¿Qué creen que haré? ¿Qué haré algo estúpido? Lo único que necesito es pasar tiempo a solas. No necesito a toda esta gente a mí al rededor.—Ven acá Boy— llamó a mi pequeño peludo. Viene hacia mí moviendo su cola peluda y sacando la lengua. —Buen chico. —le felicito acariciando su osico.
Se acomoda en mi piernas, parece que esta agusto conmigo.
Tomo el mando de la televisión y comienzo a cambiar de canal.
—¡Hey! —se queja Kyle. —Estaba viéndola. ¡No puedes hacer eso! —extiende su mano mientras me mira molesto.
—No estabas viéndola. Estabas comiéndote a besos a tu novia. Lo siento. —me encojo de hombros, en realidad no lo siento. Quiero ver televisión.
Boy cambia de postura aún en mis piernas.
—Deja de gritar. Estas despertando a Boy. —susurro, colocó el dedo índice sobre mis labios.
—Te he dicho mil veces que es Leopoldo. — susurra-grita.
—Vuelve a lo tuyo con Alexa y déjanos en paz. — Boy parece estar de acuerdo conmigo.
Alexandra suelta una risa y vuelve la atención a su pequeña.
Ha crecido bastante durante este tiempo. Su cabello sigue siendo claro y sus ojos han cambiado de color. ¿Se podía eso? Al parecer aún no se define bien el color de estos, o eso dijeron los médicos.
La pequeña agita sus brazos hacia Kyle y sonríe embelesada por su padre.
<<Si nena es guapo, pero no lo mires así que tu padre es un ególatra>>
La bebé continúa sonriendo. Sus ojos desprenden un brillo especial.
Quizá cielito me hubiese mirado así. ¿De qué color serían sus ojos? ¿Grises como los de Joseph? ¿Sería de piel morena como la mía?
Dios mío, para ya.
Kyle toma a su hija en brazos. Desvío mi mirada y la enfocó en la televisión, limpio una lagrimilla traidora que resbala sobre mi mejilla.
Todo estará bien.
Boy comienza a lamer mi mano, dándome consuelo. Me acerco a la cabeza del pequeño y dejó un pequeño beso después de susurrar un "Gracias."
El peludito ha sido mi apto durante estos días, él no habla, solo escucha lo que tengo que decirle. Sin embargo, todos los demás solo se dedican a opinar.
—Necesitamos hablar contigo. —¿de verdad? ¿No podían quedarse callados unos instantes? De verdad quiero que se vayan.
Se acercan hasta quedar cerca de mi. Kyle está al lado de Alexandra quien sostiene a su bebé en brazos. Boy parece prestarles atención también.
<<Hey amigo la platica no es contigo. >>
—Las cosas no han salido como deben... —comienza Alexandra. —Pero realmente nos encantaría que fueras madrina de la bebé. —termina con una sonrisilla nerviosa.