Al día siguiente al llegar a mi clase de psicología caminando con dificultad por las muletas y mi pie fracturado, no me esperaba encontrar a Kyler con una cara de no muy buenos días.—Hola —saludé al sentarme a su lado, dejando a un lado las muletas.
Cuando no me respondió lo miré, su mirada estaba fija en el lápiz que tenía en las manos como si fuera lo más interesante del mundo. Su mirada era dura y severa como si estuviera molesto por algo.
—Uh, ¿Pasa algo?
—No —su tono de voz fue frío y cortante.
—¿Estás bien?
—Sí —contesta mordaz—. ¿Debería no estarlo?
Su malestar y mal humor sólo hizo que me pusiera a defensiva.
—No lo sé —respondí con tono molesto—. Dímelo tú.
Él me lanzó una mirada cortante y miró al frente. Rodé los ojos y me giré al pizarrón.
La clase transcurrió de los más aburrida, y Kyler suspirando exasperado no dejaba que me concentrara.
Su mal humor sólo hacía que también me pusiera de mal humor, cosa que odiaba.
Y también a Kyler.
—¿Cómo está tu pie? —mi cabeza se giró a su voz. Él miraba al frente pero aún así se hizo oír.
—Ah, ¿Ahora si quieres hablar?
—Respóndeme —exigió.
—No quiero.
—Déjate de cosas, Hayley —su tono era como de advertencia—. Y dime de una buena vez como sigues.
—No quiero, y no te lo diré.
Él suspiró exasperado nuevamente y estaba segura que si lo volvía a escuchar suspirar así, lo iba a golpear con mis muletas.
Cuando la clase terminó, guardé mis cosas y tomé mis muletas.
—¿Ocupas ayuda?
Miré sobre mi hombro para ver a Kyler de pie, algo inseguro.
—No, gracias. No necesito nada de ti.
Empecé a caminar teniendo cuidado de no golpearme el pie con uno de los escritorios.
—¿Te han dicho que eres muy terca?
—Y ¿A ti te han dicho que eres un idiota?
—Muchas veces —respondió encogiéndose de hombros.
Rodando los ojos me dispuse a salir de ahí y afortunadamente Kyler no me siguió.
Fui a las siguientes clases con sumo cuidado de no golpearme el pie, y para cuando tuve un receso ya estaba cansada de estar repitiendo y explicando como había ocurrido mi fractura.
Cuando finalmente terminaron mis clases, me sentí aliviada y fui directamente a la salida, pero me detuve cuando escuché que me llamaban.
—Hayley.
Me detuve y me giré para ver a Daniel acercarse a mí. Se detuvo y sonrió al encontrar mi mirada.
—Hola.
—Hola —lo saludé—. ¿Todo bien?
—Sí —afirmó—. Sólo quería ver si podemos ir por algo de comer.
—Oh —miré la salida y luego a él—. ¿Ahora?
—Sí, pero si no quieres está bien.
—Bueno....
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Something Of Love
RomanceDespués de la trágica perdida de sus padres, meses antes de entrar a la universidad, Hayley decide seguir adelante, sola. Ella nunca pensó que el día de su cumpleaños sería el día más horrible de su vida. Después de unos meses de depresión, decide s...