Something Of Love

25. Noches

Los días empezaron a pasar rápidamente. Kyler no me hablaba para nada. Llegaba a psicología, se sentaba a mi lado y me ignoraba toda la clase. Esa se había vuelto su rutina. Y la odiaba.

También había dejado de acompañarme a clase, y Dios, lo extrañaba mucho. Más que a Daniel.

Y no es que no extrañaba a Daniel, lo hacía, porque fue mi novio y pasaba tiempo con él, pero no era Kyler.

Al parecer Daniel también me estuvo evitando, pero el viernes que me lo encontré a la hora del almuerzo no pudo evitarme.

—Daniel, ¿podemos hablar?

Pasó una mano por su cuello, algo incómodo. Pero luego asintió.

—Vamos a un lugar más tranquilo.

Salimos fuera del campus y nos sentamos en una de las pequeñas plazas. Me miró esperando a que comenzara.

—Daniel, yo...quería disculparme contigo. Perdóname, yo no quise lastimarte o jugar contigo.

Él tomó mi mano y le dio un apretón.

—Sé que no estuvo bien ocultarte lo de Kyler —continué—. Pero no sabía como lo ibas a tomar y no me quise arriesgar. En ningún momento ocurrió algo entre Kyler y yo, siempre puse lo nuestro sobre todo. Así que por favor, perdóname.

Miró nuestras manos juntas y sonrió.

—Sabes, a veces siento que fui yo quien forzó todo. Tú misma me dijiste que lo de nosotros era sólo algo para ver si tú podías sentir algo por mí. —sonrió dándole un apretón a mi mano—. Yo comencé a ver como él te miraba y como tú lo miras, pero no quise aceptarlo porque no quería perderte.

—Daniel...

—Eres una gran chica, Hayley. No permitas que nadie te cambie y tampoco permitas perder a alguien que de verdad te quiere sólo por miedo. Tienes que ser valiente ¿sí?

Sonreí. —Sí. ¿Eso quiere decir que me perdonas?

—Yo no tengo nada que perdonarte, es más, perdoname tú a mí por terminar todo tan precipitadamente.

—No, no te disculpes. Todo fue culpa mía. Entiendo.

Negó. —Eres grandiosa. Pero me tengo que ir, por favor piensa lo que te dije, a veces es demasiado tarde para arrepentirnos.

Asentí y él besó mi mejilla para luego marcharse.

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El sábado fui con Skyler a la librería. Sabía que Kyler iba a estar ahí y quería hablar con él.

Tenía que hablar con él.

Cuando llegué, Cam, Ben, Kyler y Layla ya estaban ahí.

Cam levantó la cabeza cuando se escuchó la campana anunciando nuestra entrada.

—¡Hayley! —chilló. Corrió a abrazarme levantándome del suelo.

—¡Cameron! —bufé. Él rió y me dejó sobre mis pies. Podía sentir la mirada de Kyler sobre nosotros y eso era bueno. Cameron dejó sus manos sobre mis hombros y me miraba como si fuera una estrella o algo así.

—¡No puedo creer que seas tú! —dijo—. Creí que no te volvería a ver. Estas tan hermosa.

Sentí mis mejillas sonrojarse y le lancé una mirada a Kyler quien se había sentado en uno de los taburetes, descansando su guitarra en las piernas. Su mandíbula estaba apretada y sus labios estaban en una línea.