Something Of Love

32. Vamos

Cuando llegué al departamento, Skyler estaba sentada en la barra del desayuno comiendo cereal... ¿a las tres de la tarde?

Algo iba mal.

Me acerqué a ella y tenía la mirada perdida, sumergida en sus pensamientos.

—¿Skyler? —se sobresaltó al escucharme y llevó una mano a su pecho.

—Hayley, por Dios, me asustates.

—Lo siento, ¿Dónde estabas?

—¿Cómo que dónde estaba? No me he movido de aquí.

Me senté en otra de las sillas altas frente a ella.

—Me refiero en tus pensamientos, estabas perdida, por ahí.

—Ah, eso —suspiró cansada— Kyle me ha pedido que vaya con él a conocer a su madre.

—Kyler también me lo ha pedido.

Me miró sorprendida. —¿En serio? ¿Qué le dijiste?

—Que no sabía, pero le dije que lo pensaría.

—¿No crees que vamos muy rápido? Es decir, que es muy pronto para conocer a su madre.

—No lo sé, a veces siento que sí, pero por otro lado quiero ir con Kyler.

Skyler pasó las manos por su cabello.

—Yo también, pero tengo miedo de que las cosas no terminen bien.

Tomé el salero, jugando con él. —Yo también tengo miedo, Skyler. Pero, quiero demasiado a Kyler y creo que tengo que ir con él.

Suspiró. —Si tú vas, yo voy.

Sonreí. —Entonces, está decidido. Vamos a ir a conocer a la mamá de los hermanos Miller.

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Más tarde llamé a Kyler para darle la noticia. Minutos después estaba entrando por mi balcón y se sentó conmigo en la cama. Besó mis labios y luego se acostó, colocando los brazos detrás de su cabeza.

—¿Qué haces? —preguntó, mirando la televisión donde tenía puesto Flash.

—Voy a ir contigo. —dije, ignorando su pregunta anterior.

Se sentó y miró.

—¿En serio? —asentí, y tomó mi rostro entre sus manos para comenzar a besarme desesperadamente. Le seguí el beso y poco a poco quedé acostada con él encima de mí—. No sabes lo feliz que me haces.

Me dijo entre besos y se sentía tan bien, poder estar con Kyler. Sus besos eran tibios y apasionados, trataba como darme siempre el mejor beso de la historia.

Mis manos subían y bajaban por su espalda y las suyas acariciaban mi rostro suavemente.

Nos separamos por falta de aire y descansó su frente sobre la mía, cayendo su cálido aliento sobre mis labios.

—Hayley...—susurró mi nombre, aún respirando con dificultad.

—Kyler...

Sonrió y luego besó mi nariz, para dejarse caer a mi lado en la cama. El encontró mi mano y entrelazó nuestros dedos. Estuvimos en silencio por unos minutos sólo sintiendo sus caricias sobre mi mano, hasta que nuestras respiraciones volvieron a la normalidad.

Él se sentó y yo hice lo mismo. Me arrastró hacia él, hasta quedar entre sus piernas. Descansé mi espalda sobre su pecho y él besó mi cabello.