Al día siguiente desperté de la misma forma en que me había dormido anoche. Mis piernas seguían enredadas con las de Kyler y mi cabeza seguía descansando en su pecho.
Levanté la mirada viendo su rostro y poco a poco abrió sus ojos.
—¿Estabas despierto?
—Sí —habló con voz más ronca de la normal—. Estaba dejando de que admiradas mi belleza.
—Presumido. —reí—. Pero es hora de levantarse, campeón.
Estaba por levantarme pero él se giró llevándome con él. Su cuerpo quedó cernido sobre el mío y gruñó besando mi cuello.
—Es hora de levantarnos, Kyler.
—Mmmm...—su cabeza seguía enterrada en el espacio entre mi cuello y hombro. Empezó a trazar una línea de besos hasta mi mejilla—. No quiero levantarme.
—Kyler...
Levantó su cabeza y sonreí al verlo. Su cabello estaba revuelto y sus ojos estaban pequeños del sueño.
—Tenemos que levantarnos. —repetí. Besó mi mejilla y se hizo un lado.
—Dúchate tú primero.
—Te levantas, eh.
Asintió y fui al baño a ducharme. Al salir Kyler también se arrastró al baño mientras me terminaba de arreglar. Al salir, salió listo. Cambiado y peinado.
—Vamos a desayunar. —dijo yendo a la puerta—. Quiero que conozcas a alguien.
No me dio tiempo de preguntar porque me arrastró hacia afuera.
Bajamos y sólo Liz estaba en la cocina.
—Buenos días. —saludó al vernos.
—Buenos días. —contestamos.
—¿Qué tal durmieron?
—Increíble. —contestó Kyler lanzándome una mirada.
—Me imagino. —colocó un plato frente a cada uno, lleno de huevos revueltos y tocino. Dejó también pan tostado y jugo de naranja. Miré a Kyler al ver el jugo y él hizo bailar sus cejas.
—¿Llevarás a Hayley a conocer el lugar? —preguntó Liz, mientras comíamos.
—Sí —contestó él—, Quiero que conozca a Lluvia.
Ella asintió y al terminar Kyler me llevó a fuera de la casa.
—¿Quién es Lluvia? —pregunté.
Elevó una ceja. —¿Celosa?
—No estoy para tus juegos. —reproché—. Así que contéstame.
—Estás celosa. —aseguró.
—Kyler...
—Ya lo sabrás.
No dije nada más porque estaba molesta. Seguí a Kyler hasta la parte trasera de la casa y seguimos caminando hasta llegar a lo que parecía un establo.
El lugar estaba hecho totalmente de tablas y madera. Kyler entró y dude si seguirlo o no, pero armándome de valor lo seguí.
En medio del lugar había mucha paja y a los extremos habían algo como pequeñas habitaciones con puertas de madera donde asomaban la cabeza diferentes caballos.
—¿Caballos? —mi voz sonaba igual de sorprendida—. ¿Tienen caballos?
—Así es —Kyler se acercó a uno color blanco y abrió la puerta sacándolo. El gran animal salió y rechiñó. Di un grito y me alejé—. Tranquila, Hayley, ella es Lluvia. Mi yegua favorita.
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Something Of Love
RomanceDespués de la trágica perdida de sus padres, meses antes de entrar a la universidad, Hayley decide seguir adelante, sola. Ella nunca pensó que el día de su cumpleaños sería el día más horrible de su vida. Después de unos meses de depresión, decide s...