Something Of Love

16. Canciones

—No, no, no y no. Esto no puede estar pasando —pasé una mano por mi cabello llena de preocupación—. No a mí.

Después de intentar hasta el cansancio abrir la puerta y no poder hacerlo, me di por vencida.

Kyler en algún momento se había ido a acostar al sillón colocando sus brazos detrás de su cabeza, mientras me miraba deambular de un lugar a otro frente a la televisión.

—¿Puedes calmarte?

—¡No! Yo no me puedo quedar aquí encerrada como si nada.

—¿Acaso eres claustrofóbica?

—Lo soy si estoy encerrada contigo.

Él rió. —¿Tan mala compañía soy?

—Bueno, creo que preferiría estar encerrada con Hitler que contigo.

—Guau —sonrió—. Gracias.

Rodé mis ojos.

—Tengo que hacer algo —busqué en la habitación en busca de ideas—. Lo tengo, llamaré a Skyler.

Busqué en mis bolsillos mi teléfono, pero luego recordé que lo dejé en la encimera de la cocina.

—Mierda —susurré.

Kyler me miró elevando una ceja.

—No uses ese vocabulario tan sucio frente a mí, Hayley —se sentó descansando los brazos sobre sus muslos —. Me corrompes.

Resoplé.

—Sí, claro —dije sarcástica—. Dios, no sé como pude olvidar mi teléfono. Oh, tú tienes obviamente el tuyo contigo.

Elevó ambas cejas.

—Depende, ¿Para qué?

—¿Cómo que para qué? —pregunté escandalizada—. Para que llames a mi hermana, a Jake, Kyle, la policía, los bomberos o ¡a quien sea!

Kyler me miró divertido.

—¿Quieres llamar a la policía? —preguntó incrédulo—. ¿Y qué les dirás? Hola, policía, tengo una emergencia. ¿Estoy encerrada en un departamento con un chico extremadamente sexy del cual estoy enamorada? Sí, no me juzgues, pero creo que no vendrían.

—No estoy enamorada de ti.

—Ah, eso quiere decir que aceptas que soy sexy.

—Tampoco. Y ya déjate de cosas, Kyler —protesto haciéndolo sonreír—. Y dame el jodido teléfono de una buena vez.

Se levantó yendo a la barra de la cocina por el objeto, hizo algo con él y luego me lo tendió.

—Está marcando a Jake.

Tomé el teléfono y escuché el sonido de la llamada en espera. Luego de unos timbres, creí que no iba a contestar, hasta que oí su voz.

—¿Hola?

—Jake, soy Hayley —elevé la voz de la emoción—. ¿Dónde demonios estás?

—Uh...—silencio—. ¿Dónde estamos chicos?

Mis cejas se juntaron.

—¿Con quién más estás?

—Oh, espera, te pondré en altavoz —pasó un momento—. Saluden, chicos.

—Hola —inmediatamente reconocí la voz de Kyle y Skyler.

—¿Skyler? ¿Kyle?

—Hola —hablaron los dos nuevamente.