VI

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<<¡Dios! ¿Cúanto hace que no me enrollo con nadie?>>

Tuvo que concentrarse para responder aquella pregunta. Aceptar el puesto en Harry & Selena había significado ochenta horas semanales de trabajo, ponerse al día con la nueva empresa y hacerse cargo de la cantidad de litigios que se apilaban encima de su mesa. El poco tiempo libre que le quedaba lo empleaba en la reforma de la casa que acababa de adquirir. Como consecuencia, había perdido el contacto con todo el mundo, exceptuando sus amistades mas intimas, y hacía siglos que no quedaba con nadie para salir.

Por fortuna, no creía que la falta de pareja o amante significara una vida incompleta. Valoraba mucho su libertad y su privacidad. Solía decir que, aunque estuviera sola, no se sentía sola. Sin embargo, al lado de aquella mujer, súbitamente se dio cuenta de la soledad en que vivía.

Supuso que imaginar caricias y abrazos no era tan irracional, aunque tampoco era habitual en ella que esa clase de pensamientos se los inspirase una mujer. Sinceramente, rara vez se los inspiraba alguien en realidad.

Karlie sujetó la puerta de cristal y le cedió el paso. Cuando pasó por su lado, capto el rastro de perfume de Karlie y lo reconoció: Charisma, la nueva fragancia que tanto revuelo había levantado en la oficina. <<Muy apropiado.>>

Al salir al patio el nivel del ruido descendió sustancialmente y las recibió la fragancia del jazmín disuelta en la fresca brisa.

-¿Qué la ha traído en esta gala, señorita Swift? -Preguntó Karlie, al tiempo que apoyaba la cadera en la barandilla que separaba los jardines de la zona en la que se encontraban.

-Obligaciones de trabajo. -Taylor no sabía por qué le parecía tan importante insistir en que no estaba con el señor Style por voluntad propia-. ¿Y usted?

-Una buena amiga mía trabaja en la agencia de relaciones públicas que promociona esta juerga. Como Cara no tenía pareja, me pidió que lo fuera yo.

Un nuevo cosquilleo en el estómago la sorprendió cuando Karlie utilizó de esa forma la palabra <<pareja>>. Aunque la dijo inocentemente, captó con exactitud a qué se refería. Karlie, a su vez, captó la relación de Taylor y sonrió.

-Cara es solo una amiga. -Tomó un sorbo de whisky-. En la universidad, tuvimos un amago de idilio, pero las dos llegamos a la conclusión de que formabamos mejor pareja como amigas que como amantes.

<<Ahí queda eso, alto y claro. ¿Lo tomas y echas a correr, o simplemente echas a correr? ¿Y, por otra parte a mi qué me importa?>>

Pero Karlie sabía por qué le importaba. Taylor era preciosa y encantadora al mismo tiempo, dos caracteristicas que normalmente no reunían a la vez las mujeres con las que salía. Solían pertenecer a la categoría de preciosas, sin duda, y muchas se habrían paso hasta su cama de una forma encantadora, pero, comparadas con los pocos minutos que había pasado con Taylor Swift, les faltaba algo. Lo pensó un poco más y llegó a la conclusión de que el atributo que les faltaba era la clase.

<<Y hay que ver a donde me ha llevado este gusto en cuestión de mujeres.>> El súbito recuerdo de Lily le hizo fruncir el entrecejo.

Taylor contemplaba las emociones que reflejaba el rostro de Karlie, y que concluyeron en el cinismo. Aquella expresión le recordó que tendría que hacer lo políticamente correcto, es decir, volver enseguida con su acompañante, <<¡Joder!>> Por algun motivo que no lograba identificar, habría preferido mil veces pasar el resto de la velada hablando con Karlie. El hecho de que aquella mujer acabara de reconocer que era lesbiana no empañó su interes por ella ni un poquito. Al contrario: le pareció refrescante; al menos había una persona en la sala que no fingía.

Ven A Buscarme - KaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora