Karlie había reservado mesa en el exclusivo restaurante Barret's, que estaba a un paseo del teatro. Al salir del edificio, Taylor vió a un hombre que se dirigía a ella presurosamente, llamándole la atención con gestos de la mano.
-Es un vecino -le dijo, y se detuvieron a esperarlo.
-Siento molestarte -se excusó el hombre, después de las presentaciones-. Me harías un gran favor si me llevaras a casa. Mi mujer ha tenido que ir al hospital a atender una urgencia a media función. Ya sabes como son estas cosas.
-Te has quedado solo y sin transporte -dijo Taylor, que le habría dado dos besos en aquel instante-. Karlie puede llevarme a casa. Ahora ibamos a cenar -dijo, y le pasó las llaves del auto a su vecino-. Si te parece bien, claro -añadió, volviéndose hacia Karlie.
-Será un placer. -Karlie la miró de una forma inconfundible.
Taylor le dedico a su vecino una sonrisa radiante y, tras un breve intercambió, de unas educadas palabras de despedida, las dos mujeres reanudaron el paseo.
El ruido de la ciudad las iba envolviendo a medida que avanzaban una luz a paso tranquilo. Las farolas proyectaban una luz suave en la acera de ladrillo y cemento, poco transitada. Los escaparates exhibían con orgullo prendas de moda, diamantes y los últimos exitos editoriales. Cuando salía gente de los bares y restaurantes, la música se quedaba flotando en el aire unos segundos. Se oyó un claxon en la calle, a unos metros de distancia, y una sirena que ululaba a unas cuantas manzanas. Los vendedores callejeros voceaban mercancía variada, desde rosas rojas hasta perfume barato.
Una brisa templada agitó unos mechones rubios de la cara de Taylor, y ella se los recogió de nuevo en el prendedor que llevaba en la nuca, sin dejar de caminar. La mujer que iba a su lado no decía nada; Taylor pensó que disfrutaba de un amigable silencio, detalle que le gustó. Tambien agradeció que Karlie hiciera caso omiso de las miradas de admiración que le dedicaban otras mujeres. Con la fama que tenía, esperaba que, de vez en cuando, devolviera alguna de aquellas cálidas miradas, pero no fue así, y aquello le produjo una sensación..., como si Karlie le comunicara que toda su atención era para ella exclusivamente, pasara lo que pasase.
La sensación no se diluyó durante la cena. La charla se desarrollaba con fluidez, entre bocado y bocado, y Taylor era consiente de que Karlie le miraba el discreto escote del vestido con frecuencia, sin querer, hasta que dejó de intentar no mirar y, simplemente, disfruto de la vista sin tapujos, con una cálida sonrisa de intimidad.
Cuando salieron del restaurante, Taylor la cogió del brazo casi a la misma altura que antes. Estaba a gusto, dejó la mano resguardada en la articulación y así pasearon envueltas por el aire templado de la noche.
Para Karlie, era habitual llevar una mujer del brazo, y aquella noche no era una excepción. Iba cómodamente en silencio, sincronizando el paso con el de su pareja. Era raro encontrar una mujer que no insistiera en hablar sin parar tan pronto como se producía un silencio en la conversación, de modo que lo aprovechó al máximo y no rompió el silencio hasta que se acercarón al mozo del aparcamiento.-¿Estas cansada o prefieres pasear un poco más?
-No y sí, pero los pies me estan matando -dijo Taylor, con un poco de pena. Iba muy a gusto del brazo de Karlie. Se sentía protegida y deseable, y hubiera querido alargar el momento eternamente. Pero el dolor en el pie derecho era insoportable y sabía que no resistiría mucho más.
Taylor no usaba zapatos que no le resultaran cómodos por principio. No estaba de acuerdo con la idea de que la moda es más importante que la comodidad. Sin embargo, aquellos zapatos de Prada combinaban tan bien con el vestido que se había saltado el principió practicó y se los había comprado. Y no la decepcionaron, le quedaban fenomenal, pero había llegado el momento de liberar sus pies.

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Ven A Buscarme - Kaylor
FanfictionQué harías si una mujer irresistiblemente deseable pero absolutamente intocable susurró a usted, si me quieres tendrás que venir a buscarme? Eso es exactamente la situación que Karlie Kloss director general de Klossy, se encuentra en cuanto conoce a...