Capítulo XXIII: Como en los Viejos Tiempos

697 61 20
                                    

¡Hey, hola! Antes de pasar al capítulo, quiero decirles que esta semana moveré un poco los días para actualizar la historia ya que estaré esparciendo mis virus en el remate de libros que habrá en mi ciudad y eso no me dejará tiempo de actualizar en los días que es. SÓLO POR ESTA SEMANA publicaré los otros dos capítulos el JUEVES y el SÁBADO. A partir de la siguiente semana se retoma el horario de lunes, miércoles y viernes. Y si alguien de por aquí es de la Ciudad de México, entonces les digo que estaré en el remate de libros en el Auditorio Nacional los días 22, 25 y 27 de marzo (martes, viernes y domingo de esta semana). De nuevo, no estaré en ningún stand específico. Estaré regalando marca páginas de mis libros. Pero si llegamos a encontrarnos por allí, ¡pues eso me alegraría el día! ¡Eso es todo! ¡Espero que disfruten el capítulo!

Los primeros rayos del sol golpean mi rostro a través de las rendijas que hay en las persianas. Consigo incorporarme al instante, sintiéndome un poco adolorida por haber pasado la noche entera durmiendo en el suelo. No ha sido la peor noche, pero tampoco podría calificarla como una de las cinco mejores. Aún tengo tanto sueño, que tengo la impresión de que podría ir a mi propio dormitorio para dormir un rato más.

He pasado la noche en el dormitorio de mi némesis, sólo porque me he negado rotundamente a salir de la que solía ser mi propia cueva para escapar del mundo. Todo esto sigue pareciendo el producto de una loca pesadilla. Kate aún está dormitando en el sofá, pues ella también ha pasado la noche aquí. Rachel es la única que está totalmente activa.

—Buenos días, bella durmiente —me dice cuando se da cuenta de que he despertado ya.

Incluso está del mejor humor posible.

Rachel no parece ser el tipo de chica que despierta para ver el amanecer.

— ¿Qué hora es...?

—Son casi las siete de la mañana y es un día precioso en Arcadia Bay.

— ¿Por qué estás tan de buen humor?

— ¿Por qué no estarlo? Deberías ducharte. Así te sentirás mejor.

No puedo luchar contra ese optimismo.

—Kate aún está dormida... —le digo tras levantarme al fin—. Eso, o realmente está muy drogada...

Rachel ríe.

—No despertará hasta dentro de un par de horas, créeme.

—Bien... Iré a ducharme y luego... Uh...

No quiero admitirlo, pero lo cierto es que no puedo ir a mi dormitorio y tomar uno de esos conjuntos que, al parecer, forman parte de mi nuevo guardarropa. No quiero ser la misteriosa súper heroína que viste como una copia de Victoria Chase. Pero si no tengo más ropa, entonces...

— ¿Qué pasa, Max?

Iugh... No creo poder acostumbrarme pronto a escuchar la voz de Rachel diciendo mi nombre.

¿Qué más da? Sólo díselo, Max.

—Rachel... Creerás que es estúpido, pero... No quiero usar esta clase de ropa. ¿Crees que podrías...?

Ella arquea las cejas.

—No tenía idea de que el estilo punk te gustara. Pero... Sí, por supuesto. Toma lo que quieras de mi armario. Lo que es mío, es tuyo.

Y me dedica un guiño.

Te detesto, Rachel Amber.

Sé que Rachel y yo tenemos la misma talla, por lo que basta con tomar una muda de ropa para luego salir del dormitorio y dirigirme hacia las duchas. Creo que todo lo que sucedió ayer me dejó tan confundida, que una parte de mí en realidad cree que tomar un baño en esta realidad puede ser totalmente distinto a lo que creo. ¿Quién sabe? Tal vez aquí tenga que usar un tutú de bailarina de ballet y una peluca colorida de payaso mientras estoy bajo el agua.

Love is StrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora